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El Consell refuerza la estructura de la Iglesia

Camps, desde que jurara su cargo sobre la Biblia, ha multiplicado las subvenciones a las diócesis

El Consell del PP, bajo la presidencia de Francisco Camps, ha reforzado notablemente la estructura de la Iglesia católica en esta legislatura. Desde que jurara su cargo de presidente sobre la Biblia, cosa que no hicieron sus antecesores, Camps ha impulsado la creación de la Universidad Católica de Valencia; ha concedido una emisora de televisión autonómica a la Cope (propiedad de la Conferencia Episcopal), ha colocado el monasterio de La Valldigna como templo espiritual de los valencianos en el Estatut y ha multiplicado exponencialmente el dinero destinado a restaurar el patrimonio mueble e inmueble propiedad de las diócesis valencianas, hasta alcanzar el 85% del total de las subvenciones e inversiones de la Generalitat destinadas al patrimonio artístico.

Cotino ha habilitado unos locales anexos a Agricultura para coordinar el Encuentro
El 85% del presupuesto destinado a recuperar patrimonio va a parar a bienes eclesiásticos

La Iglesia católica ha sido una de las instituciones más beneficiadas con la llegada de Camps a la presidencia de la Generalitat. Desde la jura de su cargo en el pleno de las Cortes ante el Estatut, Els Furs y la Biblia, el presidente de la Generalitat se ha prodigado en gestos hacia la Conferencia Episcopal y sus representantes en la Comunidad Valenciana. De hecho, el Consell, a instancias de Camps, fue una de las escasas instituciones españolas que guardó tres días de duelo por la muerte de Juan Pablo II (que estuvo en Valencia en 1982), en los que paralizó toda actividad institucional.

En este contexto, Camps ha mantenido una relación privilegiada con el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, quien ha coincidido con el PP en cuestiones como la reforma del Estatuto catalán y la unidad de España, la posición ante la reforma del sistema educativo, la defensa del trasvase del Ebro o la legalización del matrimonio homosexual.

A principios de septiembre de 2003, recién asentado en su cargo, Camps mantuvo una larga conversación con García-Gasco durante una visita a las obras de restauración de la basílica de la Virgen de los Desamparados (iniciadas en 1999). Una conversación que, probablemente, sirvió para repasar el estado del patrimonio de la Iglesia, cuya recuperación ya había decidido impulsar el Consell de Eduardo Zaplana.

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Según los propios presupuestos de la Generalitat, desde el año 2002 el 85% de las subvenciones e inversiones dedicadas a la recuperación del patrimonio artístico (casi 50 millones de euros) se han destinado a las fundaciones La Luz de las Imágenes, Pere Compte, Jaume II el Just y Blasco de Alagón y a la restauración de la catedral de Castellón y de la Basílica de los Desamparados de Valencia. A estas hay que sumar otras partidas monetarias importantes implantadas por instituciones gobernadas por el PP, como la Diputación de Valencia, que desde 2004 ha destinado cientos de miles de euros a recuperar cuadros, retablos, órganos, pinturas murales y ermitorios y pequeñas iglesias repartidas por toda la provincia.

Otra de las áreas que Camps ha querido respaldar ha sido la enseñanza inspirada en valores cristianos. Razón por la que no dudó en diciembre de 2003 en inaugurar junto al arzobispo García-Gasco el primer acto organizado por la recién creada Universidad Católica de Valencia, consistente en unas jornadas tituladas Cristianos en sociedad. También la Universidad Cardenal Herrera-CEU San Pablo, que recientemente organizó el congreso internacional de víctimas del terrorismo, ha encontrado una mayor fluidez en su relación con la Generalitat y con su presidente Camps.

La concesión de licencias de televisión digital terrestre por parte de la Generalitat también ha permitido a la Administración dar un espaldarazo a la Conferencia Episcopal en su objetivo de incrementar su influencia social y aumentar los medios de comunicación de titularidad propia. Así, el pasado mes de diciembre, el Consell otorgó una de las dos licencias de televisión de ámbito autonómico a la Cope y cuatro de ámbito comarcal -en Torrent, Sagunt, Elche y Alzira- a la firma Libertad Digital, propiedad de su principal estrella radiofónica, Federico Jiménez Losantos.

El alineamiento del Consell con los obispos hizo que el vicepresidente, Víctor Campos, y el consejero de Relaciones Institucionales, Esteban González Pons, acudiesen a la propia emisora para manifestarse hace pocos meses contra la no renovación de las licencias de emisión de la Cope por parte del Gobierno catalán.

En este contexto, el Gobierno valenciano se ha volcado en la organización del quinto Encuentro Mundial de las Familias y la visita del Papa Benedicto XVI los próximos 8 y 9 de julio a Valencia. Para este objetivo, las tres Administraciones gobernadas por el PP (Generalitat, Diputación y Ayuntamiento de Valencia) y el Arzobispado de Valencia decidieron constituir a finales de enero de 2005 una fundación para organizar el encuentro pastoral. Una fundación en la que no figura el Gobierno central, pese a que incluye una visita del jefe de Estado del Vaticano y que la oposición critica porque permite gestionar dinero público sin control parlamentario.

En la Fundación V Encuentro Mundial de la Familia, Camps y García-Gasco figuran como presidentes de honor, la alcaldesa Rita Barberá como vicepresidenta, el obispo auxiliar Esteban Escudero como presidente ejecutivo y el vicepresidente del Consell, Víctor Campos, como secretario. La estructura se completa con dos comisionados para la organización, el secretario del arzobispo, Antonio Corbí, y el director del Instituto Valenciano de Finanzas de la Generalitat, Enrique Pérez Boada. Aunque en la práctica, uno de los principales impulsores del Encuentro Mundial de la Familia es el consejero de Agricultura, Juan Cotino, que es uno de los pilares en la coordinación de la visita del Papa a Valencia, informa Rosa Biot. Hasta tal punto, que Cotino ha habilitado el local del antiguo Instituto de Investigaciones Citológicas, que linda con la consejería, para el encuentro pastoral y está recurriendo a personal del departamento de Agricultura para ayudarle en los preparativos.

Francisco Camps, Juan Cotino y el arzobispo García Gasco en la inaguración de las jornadas <i>Cristianos en sociedad</i> a finales de 2003.
Francisco Camps, Juan Cotino y el arzobispo García Gasco en la inaguración de las jornadas Cristianos en sociedad a finales de 2003.TANIA CASTRO

La visita del Papa y la polémica de los 20 millones

Camps y su entorno -en el que destaca un selecto grupo de altos cargos que profesan sólidas convicciones religiosas- se han volcado en la preparación de la visita del Papa a Valencia y de los actos que integrarán el quinto Encuentro Mundial de la Familia. Misión para la que no han dudado en poner toda la carne en el asador, tal y como diariamente demuestra Canal 9, que dedica espacios específicos a la visita de Benedicto XVI y acreditará alrededor de 500 profesionales para cubrir el evento. Las obras relacionadas con la visita del Pontífice también son ya evidentes. El altar efímero de 2.000 metros cuadrados desde donde oficiará misa el Papa en el barrio de Monteolivete, junto a la Ciudad de las Ciencias, ya está en construcción con un coste previsto de 600.000 euros. El Museu Príncipe Felipe será el lugar donde se instalen los medios de comunicación acreditados y L'Hemisfèric se adaptará para ser utilizado como sacristía. Las obras del apartamento del palacio arzobispal en el que Benedicto XVI hará noche y, previsiblemente, recibirá al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también avanzan a buen ritmo. El entorno de la catedral, puerta barroca, calzada, etc; así como el viejo seminario de Moncada, que albergará a cardenales y obispos, también están en obras.

Todo ello son aspectos visibles de un encuentro pastoral que la propia organización del Encuentro Mundial de la Familia cifra en unos 20 millones de euros, aunque reconoce que no hay presupuesto cerrado porque habrá donativos en especies, además de los monetarios. Una cantidad que la organización considera razonable si se compara con el coste de la Jornada Mundial de la Juventud realizada en la localidad alemana de Colonia, que costó unos 100 millones de euros.

Sin embargo, este argumentario no ha evitado la polémica política y social.

Por un lado, partidos como Esquerra Unida han criticado que, en un Estado laico, el Gobierno de Camps financie con presupuestos millonarios un encuentro confesional y, además, sin control parlamentario ni posibilidad de acceder a las cuentas. Situación que ha obligado a la Consejería de Turismo a defender los beneficios económicos del multitudinario encuentro religioso. Según la consejera Milagrosa Martínez, los fieles y curiosos que asistan al Encuentro de la Familia serán 1,3 millones, que en poco menos de una semana se gastarán entre 60 y 70 millones de euros. Previsión cuya comprobación no estará exenta de dificultad.

Pero la polémica ha desbordado el ámbito político -incluidas las fricciones entre el Gobierno central y el valenciano- y se ha instalado también entre los propios fieles. Hasta el punto de que un manifiesto elaborado por un grupo de sacerdotes y laicos cristianos de la diócesis de Valencia ha generado una acalorada polémica en Internet (www.atrio.org). En este manifiesto se critica el uso mediático de la visita del Papa y la "concepción nacional-católica" del Arzobispado y se pide una aproximación del Pontífice "más intensa y sencilla hacia las familias" que dé testimonio de "la opción preferente por los pobres".

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