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Déficit de infraestructuras

Sólo 14 de los 44 centros de salud presupuestados están en obras

El nuevo modelo de atención primaria sigue sin aplicarse al completo

El Consell incluyó en los presupuestos de este año la construcción o el inicio de las obras de 44 centros de salud. Sólo 14 de ellos están en marcha a tres meses y medio del final del ejercicio, tres en la provincia de Alicante, tres en Castellón y ocho en Valencia. La Comunidad Valenciana está a la cola en la implantación del nuevo modelo de atención en la asistencia primaria, que sustituye los consultorios por centros de salud, como denuncia el PSPV.

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Los centros de salud en construcción en la provincia de Valencia son los de Campanar, la Malva-rosa, San Isidro y el consultorio auxiliar Casa del Mar en El Grau, todos ellos en Valencia; junto a los de Bellreguard, La Canyada (Paterna), Albalat dels Sorells y Paiporta. En Alicante la cifra se limita a los centros de La Vila Joiosa, El Pinós y Alicante-Campoamor, mientras que en Castellón hay otros tres centros en marcha en El Grau, Betxí y Vila-real.

De esta lista, los centros de San Isidro en Valencia y Campoamor en Alicante son obras de vivienda social de los ayuntamientos de estas dos ciudades, por lo que está el espacio en que ocuparán -los bajos- pero "prácticamente no se ha hecho nada", como apunta la responsable socialista de sanidad, Encarna Llinares, que ha coordinado un trabajo del PSPV sobre inversión en atención primaria. A los 14 centros en marcha, fuentes de sanidad añaden el de Torrent II, unas dependencias que arrastran un retraso de dos años y que no figuran en los presupuestos.

Para la diputada socialista, el motivo de esta situación es la falta de voluntad política del Gobierno de la Generalitat de implicarse en la atención primaria y de extender definitivamente el modelo del centro de salud a toda la población. "Los datos demuestran las mentiras y el timo de los presupuestos que año tras año están repletos de centros de salud que luego no se construyen". Y para apoyar esta tesis, Llinares alude a la ejecución de las inversiones previstas de la Consejería de Sanidad de 2005 publicada en el informe del Consell Econòmic i Social (CES). A 30 de diciembre, las obligaciones reconocidas por el departamento que dirige Rafael Blasco eran del 57% del presupuesto de inversiones en atención primaria, es decir, 27,4 millones, de los cuales 10 correspondían a obras de construcción de nuevos centros de salud.

El modelo tradicional en la asistencia primaria se ciñe a una concepción estrictamente curativa de la sanidad en la que el paciente acude al ambulatorio o la consulta para tratarse de una enfermedad. El nuevo sistema que se desarrolló a partir de la Ley General de Sanidad de 1986 trata de dar un paso más integrando especialistas en medicina familiar y comunitaria, pediatras-puericultores, ayudantes técnicos sanitarios, auxiliares de enfermería y administrativos dirigidos a prestar actividades de curación, pero además dirigidos a la promoción prevención y rehabilitación de la salud. Pero para ello es necesario sustituir los antiguos consultorios por nuevas instalaciones sanitarias que cuenten con las dependencias necesarias para prestar todos estos servicios, y en las grandes ciudades, especialmente en Alicante y Valencia, la presión urbanística hace muy dificil encontrar solares donde levantar los centros de salud que permitan extender a toda la población la nueva modalidad de asistencia.

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De esta forma, mientras de 1988 a 1995 la cobertura del nuevo modelo pasó del 14,7% al 68%, en 2002 no pasaba del 88%. Los últimos datos de Sanidad elevan la tasa al 94%. Sin embargo, según apunta Llinares, ello obedece a que se emplea el censo de población de 1991, que cuenta con casi un millón menos de habitantes de los 4,69 millones de población real actual, según datos del Instituto Nacional de Estadística, de 2005.

Diez años de espera en Betxí

En los presupuestos de inversión en atención primaria se ha convertido ya en un fenómeno clásico la aparición de centros de salud que año a año son publicados sin que durante todo este tiempo se haya puesto un solo ladrillo en el solar donde teóricamente deben levantarse. Incluso hay casos donde, por no haber, no existe ni parcela definida.

Uno de estos

clásicos

ha sido durante tiempo el centro de salud de Betxí. Tanto, que la primera aparición en los presupuestos fue en 1996 y, finalmente, este año, se encuentra en obras.

Existen casos similares a éste en Valencia como los de San Isidro y Campanar, o en Alicante como El Pinós y Campoamor, que empezaron a aparecer en 1999.

El problema no es el retraso, sino el aumento del coste. El centro de la Malva-rosa figuraba en 2001 con un coste de 1,8 millones de euros. Pasados los años, este año ha comenzado las obras con un presupuesto de tres millones de euros. Otro ejemplo de esta situación es el de Campanar, también en Valencia, cifrado en 1999 en 0,65 millones de euros y este año en 2,3, lo que supone casi cuatro veces más.

Sanidad justifica el retraso no sólo en la falta de suelo disponible, sino en los ajustes que se practican a la redacción del proyecto, que en ocasiones no se pliegan exactamente a las funciones que deberán tener las instalaciones, por lo que se han de corregir. "Luego con el visto bueno del proyecto, las obras son más rápidas".

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