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Tenso funeral en Alzira por las cuatro víctimas del tiroteo en L'Alquerieta

El párroco ofició un responso por los fallecidos que duró apenas 15 minutos

Los familiares de las cuatro víctimas del tiroteo ocurrido el pasado jueves en el barrio L'Alquerieta de Alzira despidieron ayer los féretros con grandes muestras de dolor y sin incidentes a las puertas de la parroquia de la Sagrada Familia, donde el párroco Juan Cabanes ofició un responso que duró apenas 15 minutos. Un hijo de la familia atacada y una mujer que se desmayó protagonizaron la ceremonia.

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Uno de los más afectados fue un hijo de José, el padre de la familia víctima de la matanza, que totalmente enlutado y con el pelo tintado de rubio despidió el féretro de su padre diciéndole "Papi no te vayas". Pero los llantos más desgarradores los protagonizaron las mujeres. Una de ellas se desmayó en el interior de la iglesia y tuvo que ser atendida por el Samu.

Las escenas de dolor se iniciaron a la llegada a la parroquia de los vehículos fúnebres que, escoltados por coronas de flores, transportaban los cadáveres. Faltaban 10 minutos para las 16.30 y en la avenida del Padre Pompilio, donde se encuentra la iglesia, se agolpaban cerca de 300 vecinos y curiosos además de varias cámaras de televisión. El tramo fue cortado al tráfico por la policía que, a cierta distancia y de forma discreta, había instalado un fuerte dispositivo de vigilancia para evitar incidentes, que no se produjeron.

Algunos familiares se acercaron a tocar los féretros con sus manos cuando penetraban en el interior del templo. El párroco Juan Cabanes intentó transmitirles sosiego a la entrada a la iglesia. "Lo más importante ahora es ponernos en las manos del Señor" dijo. "Vamos a tratarles como se merecen, en silencio, con respeto y con todo el cariño". Los llantos no cesaron en el interior de la pequeña parroquia durante el cuarto de hora que duró el funeral.

A la salida de los féretros se reprodujeron las escenas de dolor para despedir a las víctimas en su traslado al cementerio municipal, pero en escasos minutos la avenida del Padre Pompilio recuperó la normalidad sin que se registrara ningún incidente.

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El barrio de l'Alquerieta ha quedado marcado por esta disputa entre familias de etnia gitana. La asociación de vecinos ha convocado para hoy martes a las ocho de la tarde una concentración en el parque de la barriada. Quieren mostrar su "firme repulsa al acto de violencia acontecido" y escuchar la opinión de los vecinos para actuar en consecuencia. Su presidente, Salvador Oliver, recuerda que la convivencia en el barrio comenzó a deteriorarse de nuevo hace un año.

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