Las exigencias de los partidos para configurar las listas dificultan el pacto de la izquierda y los nacionalistas
Las negociaciones que mantienen los partidos de la izquierda, nacionalistas y verdes con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales del próximo año están estancadas y las posibilidades de alcanzar finalmente un pacto en el que se integren todos disminuyen, según fuentes conocedoras del proceso negociador. Las reuniones mantenidas hasta ahora entre los negociadores designados por las diversas fuerzas interesadas en el pacto -principalmente Esquerra Unida del País Valencià, Bloc Nacionalista Valencià y los partidos verdes- se habían centrado en cuestiones de programa electoral y habían registrado progresos. Los problemas han surgido al empezar a hablar de las listas electorales conjuntas. Todos quieren ocupar puestos de salida en las candidaturas autonómicas, algo que, evidentemente, no es posible si no es a costa de que EU pierda representación.
Así, según fuentes de la formación que dirige Glòria Marcos, los nacionalistas del Bloc se mantienen en la exigencia de encabezar la lista por Castellón, de ocupar el segundo puesto en la de Valencia y de obtener el tercero en la de Alicante. EU tiene ahora un diputado por Castellón, tres por Valencia y dos por Alicante. Por su parte, las dos formaciones verdes -Els Verds-Esquerra Ecologista del País Valencià, cuyo cabeza visible es Carles Arnal, actual diputado autonómico en el grupo de EU-L'Entesa, y Els Verds del País Valencià, que lidera Joan Francesc Peris- pugnan por convertirse en la referencia verde en la futura coalición.
Las diferencias entre estos dos partidos verdes complican la negociación, por lo que la idea es que se pongan de acuerdo entre ellos y después negocien con EU.
Mientras, Esquerra Republicana del País Valencià también plantea exigencias, en concreto, el quinto puesto por Valencia y un acuerdo global que incluya los ayuntamientos.
En estas condiciones, los negociadores de EU empiezan a preocuparse, porque las vacaciones ya están encima y los representantes del Bloc parecen no tener prisa, de manera que ven en peligro el cumplimiento de su compromiso de acudir al Consell Nacional previsto para el 9 de septiembre
con una propuesta de pacto.
