La izquierda nacionalista apela a la unidad de cara a las elecciones de 2007
"Unitat, unitat, unitat...". La manifestación de la izquierda nacionalista que todos los años recorre el centro de Valencia el 9 d'Octubre tuvo este año un epílogo distinto. Después de los acordes de la muixeranga, que suele poner fin al acto, buena parte de los asistentes apelaron a la unidad de la izquierda de cara a las elecciones autonómicas del próximo año, un guiño bastante explícito a los líderes del Bloc y Esquerra Unida, que abrieron la marcha junto al resto de responsables de las entidades y partidos convocantes del acto. De hecho, la posible alianza entre estas dos formaciones planeó desde el mismo momento de la presentación de la manifestación. Y el lema de este año, Guanyem el país, incidía en este aspecto
La manifestación, más numerosa que años pasados -30.000 asistentes según los convocantes y unos 3.000 según la policía- alteró su recorrido por la parada de Moros y Cristianos que se celebró ayer en el centro de Valencia y que dejó escenas pintorescas, como la de filaes moras atravesando la manifestación a la altura de la Estació del Nord. Tras la pancarta que abría la marcha, discurrían representantes de Xúquer Viu, Esquerra Republicana del País Valencià, el Bloc, Maulets, el Partit Socialista d'Alliberament Nacional dels Països Catalans, la Intersindical Valenciana, Revolta, CC OO, grupos ecologistas y EU, entre otros colectivos que integran la Comissió 9 d'Octubre, junto a Acció Cultural del País Valencià.
Como suele suceder todos los años, el ambiente reivindicativo se mezclaba con el festivo. Las bandas de música, los tabalets y las dolçaines amenizaban el paseo y alternaban con los gritos en favor de la independencia o de echar al PP de la Generalitat. Un grupo de jóvenes, incluso se subió a un andamio a mitad de la calle de Colón para colgar un cartel con la leyenda Joves sense sostre, joves en lluita.
La lectura del manifiesto que puso final al acto, en la plaza del Parterre, frente a la estatua de Jaume I, corrió a cargo de Empar Salvador, presidenta del Foro Por la Memoria del País Valenciano, que apeló al cambio para lograr un País Valenciano "más justo, libre y democrático". Luego, llegó el momento de las albaes, la muixeranga, y los gritos por la unidad de la izquierda.
