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El primer incendio forestal de este verano afecta a una zona de arbustos y difícil acceso en Llíber

Nueve medios aéreos y once brigadas terrestres participaron en las labores de extinción

El primer gran incendio forestal registrado este verano se declaró ayer sobre las doce y media en una zona barrancosa, de matorrales y algunos pinos, ubicada en Llíber (Marina Alta). Los constantes cambios en la dirección del viento y el terreno escarpado obligaron a movilizar nueve medios aéreos. Dos de estos hidroaviones fueron enviados por el Ministerio de Medio Ambiente. También intervinieron 11 brigadas terrestres, integradas por 70 personas. El fuego quedó controlado anoche a las 21.00 y la superficie arrasada se cifró provisionalmente en unas 55 hectáreas.

El fuerte viento dificultó las labores de extinción del incendio forestal declarado ayer al mediodía en la partida de la Font d'Aixa del municipio alicantino de Llíber, un paraje próximo al Barranc del Carbó. José Ordínez, concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Llíber, tras visitar la zona y estar con los efectivos, explicó que el fuego ha arrasado "fundamentalmente matojos y arbustos, aunque también ha calcinado algunos ejemplares de pino". Según el edil la orografía barrancosa del terreno fue otra dificultad añadida para poder intervenir, al igual que el viento. "Va cambiando de dirección y no saben cómo atajar las llamas", reconoció el concejal.

El fuego obligó a cortar durante unas horas un camino rural que une las localidades de Llíber y Gata de Gorgos. La zona en la que se inició el incendio forestal carece de viviendas próximas aunque hay algunos chalés diseminados, y se encuentra a unos cuatro kilómetros del núcleo urbano de Llíber, una de las localidades con mayor presencia de residentes extranjeros, principalmente centroeuropeos, de toda España. "Aquí vemos el humo de lejos, tan sólo nos hemos enterado por el ruido de los aviones", comentó ayer tarde un vecino de la localidad que recordaba cómo en esa zona se declaró hace años otro incendio similar.

El objetivo de los bomberos de controlar las llamas antes de que cayera la noche se cumplió. Sobre las 21.00 los medios aéreos, salvo un helicóptero, se retiraron y quedaron en la zona trabajando las brigadas terrestres intentando apagar los últimos rescoldos. Las labores de extinción lograron finalmente controlar el fuego pasadas las 21.00 tras arrasar, según las primeras estimaciones, unas 55 hectáreas.

El fuego comenzó sobre las doce y media de ayer en la partida de Font d'Aixa, un lugar poblado de pinos y matorral y monte bajo de difícil acceso por tierra. Al lugar acudieron cuatro helicópteros, tres aviones Air-tractor, otros dos Dromader y dos hidroaviones FOKA, tanto de la Generalitat como del Ministerio de Medio Ambiente. También trabajaron en la zona seis vehículos del Consorcio Provincial de Alicante, dos autobombas y seis brigadas forestales del Consell, según informaron fuentes de la Generalitat. Los helicópteros se abastecían del agua almacenada en embalses de riego y piscinas privadas de chalés y casas próximas. Del parque de bomberos de Dénia acudieron 15 efectivos. "La balsa de la Font d'Aixa nos está salvando", dijo el edil.

Desde que comenzó el verano éste ha sido el incendio forestal más importante. No obstante, a mediados de marzo en La Safor un incendio forestal arrasó unas 2.000 hectáreas de unos de los principales pulmones verdes de la zona, el macizo de Montdúver. Pocos días antes otro incendio se declaró en Finestrat afectando a unas 190 hectáreas de pino y monte bajo. Este incendio obligó a desalojar a unos 40 vecinos que residían en viviendas próximas a la zona afectada.

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