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Reportaje:

Exportar generosidad educativa

La Fundación Paz y Solidaridad de CC OO impulsa la construcción de una escuela de primaria en el Sáhara occidental

Ginés Donaire

Es sabido que el agua es el bien más preciado en los campamentos de refugiados del Sáhara occidental. Pero las duras condiciones en la que conviven estos habitantes asentados en territorios tan inhóspitos ha contribuido a forjar en ellos un deseo enorme por el aprendizaje y la cultura. Así lo pudieron comprobar los miembros de la delegación de la Fundación Paz y Solidaridad Andalucía, del sindicato Comisiones Obreras, cuando se desplazaron a los territorios liberados por la República Saharaui Democrática para poner el germen de un proyecto que va a hacerse realidad en los próximos meses: la construcción de una escuela de primaria en Agüenit, una localidad de unos 13.000 habitantes enclavada cerca de los territorios liberados entre la frontera del Sáhara con Marruecos.

"Nuestro compromiso es con el derecho a la educación de todas las personas"

"Nos sorprendió gratamente el gran interés que tienen por los libros y el deseo tan grande por aprender, especialmente en los más pequeños", comenta Alfonso Martínez Foronda, presidente de la Fundación Paz y Solidaridad Andalucía de CC OO, la entidad que se dispone a iniciar esta iniciativa solidaria que va a permitir la escolarización de alrededor de 630 alumnos y que 38 personas, entre profesorado y personal de administración y servicios, puedan trabajar en condiciones dignas. "Impresiona el desierto en el que se asientan los saharauis, pero casi más asombra las condiciones tan precarias en las que han de desenvolverse, y aún así tienen el máximo interés por aprender, es algo admirable", añade Martínez Foronda.

El coste que se ha estimado para este centro escolar es de 140.000 euros, una cantidad que se va a financiar con la solidaridad ciudadana y de los ayuntamientos y diputaciones andaluzas que se han implicado (el último convenio se firmó la semana pasada con el Consistorio de Bailén, que aportó 4.500 euros). Todo el material necesario se va a adquirir en Mauritania, en colaboración con los sindicatos de ese país. "No queremos hacer proyectos de cooperación desde modelos de neoliberalismo, por eso queremos que la riqueza que se pueda generar quede en los países más necesitados", explica el presidente de la Fundación Paz y Solidaridad Andalucía, una ONG fundada en 1995.

Enseña Solidaria

El mismo camino se seguirá para el equipamiento del centro, cuyo coste se ha calculado en otros 40.000 euros y que se comprará en Argelia o Mauritania. La federación de Enseñanza de CC OO ha puesto en marcha la campaña Enseña Solidaridad que, en apenas unas semanas, ha tenido una gran aceptación y a recibido ya varias aportaciones personales de 500 euros. "Nuestro compromiso es con el derecho a la educación de todas las personas, pilar fundamental de la dignidad humana y motor del desarrollo y bienestar de los pueblos, por eso esta campaña con el pueblo saharaui", señala Piedad Martínez, de la ejecutiva regional de CC OO.

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¿Y el personal? A falta de maestros titulados, la escuela de educación primaria será atendida por saharauis que saben leer y escribir y que, sobre todo, tienen mucha generosidad por enseñar a los más pequeños. Cuando los escolares de estos campamentos de refugiados superan la educación primaria son enviados, por regla general, a Cuba para proseguir sus estudios gracias al convenio suscrito entre los dos países.

Pero la solidaridad andaluza con este pueblo que lleva años luchando por su autodeterminación no se acaba en este proyecto. En la visita que la delegación de la Fundación Paz y Solidaridad Andalucía hizo el año pasado a esos territorios, tuvo ocasión de trasladar al presidente de la República Saharaui Democrática el compromiso de rehabilitar otros ocho centros de enseñanza en los campamentos de refugiados de Tinduf que quedaron totalmente anegados tras sufrir unas graves riadas el año pasado. También se contempla la construcción de un centro de formación ocupacional.

Alfonso Martínez Foronda agradece el apoyo que la fundación que preside está recibiendo desde diversas instancias para que se puedan hacer realidad estos proyectos educativos. Especialmente agradecido se muestra hacia el empresario sevillano Miguel Castro, pionero en los proyectos de cooperación con el Sáhara occidental y que fue quien les dio la oportunidad de llevar la solidaridad del profesorado andaluz a estos territorios que se resignan a que la opresión de la que son objeto afecte también a su educación y cultura.

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