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Ian Gibson destaca la influencia francesa en la poesía de Machado

El historiador abre los cursos de verano de la Universidad Internacional en Baeza

Ginés Donaire

El historiador y escritor dublinés Ian Gibson evocó ayer el simbolismo en la poesía de Antonio Machado, una característica emanada de su estancia en Francia, donde su obra se vio influenciada por los pensadores galos de la época. Gibson abrió ayer los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (Unia) en su sede de Baeza (Jaén) con una conferencia sobre Antonio Machado y Francia.

Gibson señaló que el simbolismo fue algo omnipresente en la obra de Machado para representar sus estados de ánimo y sus obsesiones. La poesía machadiana estuvo influenciada por autores franceses, principalmente Verlaine, aunque Machado fue también un lector asiduo de Baudelaine, Régnier o Rimbaud. Con todo, Gibson destacó que la relación del autor de Campos de Castilla (1912) con Francia fue de amor y odio. Machado, subrayó Gisbon, no ocultó su aversión a Francia en cartas dirigidas a Unamuno, pero, al mismo tiempo proclamaba que "el simbolismo dejó algunas obras inmortales", en clara alusión a algunos pensadores franceses.

Gibson, que estuvo ayer acompañado del rector de la Unia, Juan Manuel Suárez Japón, también quiso destacar la notable influencia que Baeza tuvo en el poeta de Soledades (1903).

El historiador irlandés, autor de una biografía sobre el autor de la Generación del 98, declaró que el contacto con el paisaje del Guadalquivir y de Baeza (donde permaneció tres años) ayudó a Antonio Machado a superar la etapa de depresión que le causó la pérdida de Leonor. A su juicio, el poeta sevillano escribió "cosas importantísimas" en Baeza, ciudad, subrayó Gibson, donde Machado "atraviesa una profunda meditación filosófica que le lleva a producir los poemas sobre su amada, a la que no escribió mientras vivía".

Gibson señaló que el poeta "sufrió mucho" en Baeza debido a su profunda soledad, teniendo incluso que venir su madre para estar con él. Incluso llegó a pensar hasta en el suicido por el dolor que le produjo la pérdida de Leonor. El hispanista subrayó finalmente la importancia del encuentro que se produjo en Baeza entre Antonio Machado y Federico García Lorca, algo que resultó fundamental para el granadino.

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