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El futuro energético de Andalucía

Los promotores logran el permiso definitivo para triplicar la instalación de parques eólicos

La Consejería de Innovación mantiene que se alcanzarán sus objetivos, aunque con retraso

Alejandro Bolaños

La polémica desatada esta primavera por el Ministerio de Industria en el sector eólico amaina. El mapa que diseñó entonces el Gobierno asigna a Andalucía un tope de 2.200 megavatios de potencia instalada en 2010. Un reparto que chocaba con los planes de la Consejería de Innovación, con 150 parques y 2.485 megavatios recién autorizados y el objetivo de alcazar los 4.000 megavatios en esa fecha. Tras unos meses de incertidumbre, el proceso se ha desbloqueado y las empresas han logrado el permiso de Red Eléctrica para 1.600 megavatios, que triplicará con holgura la energía eólica que ya se genera.

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El mapa eólico que dibujó el Ministerio de Industria con motivo de su Plan de Energías Renovables 2005-2010 mantiene aún las fronteras que tanta irritación causaron en la Junta y las empresas del sector. El objetivo del Ministerio de 20.000 megavatios para toda España es mucho más conservador que los establecidos por las comunidades autónomas, cuyos planes para instalar nuevos parques suman casi el doble. Una diferencia que se debe a la cautela de Industria ante la creciente aportación al sistema eléctrico de una fuente energética que considera inestable y discontinua. El reparto, además, prima a las comunidades que ya han acometido un despliegue eólico importante (Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León), a las que permite casi el mismo incremento que a las retrasadas (Andalucía, Cataluña o Valencia).

El mapa se publicó en un momento crítico para Andalucía. Apenas un par de meses antes, la Consejería de Innovación había dado por finalizado un complejo proceso administrativo para adjudicar 150 parques. La Junta resolvía así el desajuste entre la avalancha de solicitudes y la capacidad de conexión que podía garantizar para 2006 Red Eléctrica (2.485 megavatios). Y cuando las empresas empezaban a subir el último peldaño administrativo, los contratos técnicos de acceso con Red Eléctrica, se publicó el mapa de Industria.

"Fue un mal momento, está en juego una inversión que puede llegar a los 4.000 millones de euros, habíamos puesto avales millonarios, teníamos contratos con la Junta después de un proceso muy transparente que el mismo Gobierno había apoyado", señala Mariano Barroso, presidente de la asociación de promotores de energía eólica de Andalucía (Aprean). Para los empresarios, la tormenta empezó a despejarse cuando comprobaron que "la Junta estaba en el mismo barco". "Sacamos pecho y seguimos adelante para defender nuestros derechos", afirma Barroso.

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La presión de varios gobiernos autonómicos -singularmente Andalucía y Cataluña, dirigidas por el PSOE como el Ejecutivo- y las críticas de los empresarios empezaron a difuminar las fronteras del mapa de Industria, aunque aún sigan sobre el papel. El Ministerio incorporó el matiz de que el reparto entre comunidades era "meramente indicativo y en ningún caso limitativo". También baraja hacer un control intermedio en 2008 para autorizar más parques a las comunidades que cumplan con la cuota asignada. Y prepara un decreto con mayores exigencias técnicas a las instalaciones para rebajar la inestabilidad de la energía eólica.

"El Ministerio hizo un mal diagnóstico e insistiremos para que lo cambie", afirma la secretaria general de Desarrollo Energético de la Junta, Isabel de Haro. La Consejería de Innovación defiende en Madrid que para hacer el reparto, aunque sea indicativo, de las instalaciones eólicas, el Ministerio "debe dotarse de mejores herramientas de decisión" para establecer en qué zonas es más eficaz (por la regularidad e intensidad de los vientos) colocar aerogeneradores. De Haro mantiene que la negociación y la solidez de los proyectos andaluces, ajustados de partida a los criterios territoriales de Red Eléctrica, ha facilitado que el proceso administrativo, tras cierta incertidumbre, siga adelante.

Según Innovación, Red Eléctrica ha concedido el contrato de acceso a casi la mitad de parques eólicos adjudicados (unos 1.200 megavatios), mientras que el resto (casi 1.300 megavatios) están completando el proceso. Además otros 400 megavatios que la Junta autorizó antes en Tarifa también cuentan con el contrato de acceso, con lo que ya hay 1.600 megavatios con permisos para engancharse a la red. Una aportación que triplica ampliamente la potencia eólica de los 37 parques ya operativos en Andalucía.

Contar con todos los permisos no quiere decir que los nuevos aerogeneradores empiecen a rotar pronto. "Los empresarios se tenían que poner de acuerdo para financiar la red común que los engancha a las líneas de Red Eléctrica y algunos han tardado año y medio", dice De Haro. "El proceso administrativo que estableció la Junta ha sido modélico y muy transparente, pero nosotros les planteamos alternativas igual de transparentes y más rápidas", opone Barroso. El hecho es que el retraso administrativo, el calendario de enganche establecido por Red Eléctrica y los plazos de construcción de las líneas que conectan a los parques con las autopistas eléctricas -"algunas tienen 100 kilómetros", apunta Barroso-, harán imposible el objetivo de la Junta de alcanzar los 2.700 megavatios en 2006. Unos números, que según el presidente de Aprean, se alcanzarán seguro en 2008.

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