El techo de cristal puede quebrarse

El techo de cristal es el tope invisible con el que se encuentran las mujeres cuando quieren ascender en una empresa. No se sabe muy bien por qué, cuando una trabajadora quiere optar a un puesto de responsabilidad miles de barreras aparecen para impedir su subida. Pero no se trata de elementos fácilmente identificables, sino de mecanismos sutiles que ejecutan tanto los miembros directivos de la compañía como las propias afectadas.

El programa e-andaluzas en la Sociedad Red, que comenzó ayer en Sevilla, pretende romper con ese impedimento. "Los que se ven son los resultados de la discriminación: salarios, tasas de empleo o acceso a puestos directivos; los que no son los procesos sutiles que hacen que una mujer no se desarrolle laboralmente igual que un hombre", explica María Ángeles Sallé, perteneciente a Fundación Directa y coordinadora de este programa.

"Una mujer acepta el salario que se le fija, mientras que el hombre lo negocia"

Precisamente, uno de los objetivos de e-andaluzas es examinar con estudios y junto a los participantes de los cursos, las razones por las que una mujer no llega habitualmente a ocupar los puestos que los hombres consiguen. Los organizadores de este plan saben que no son sólo los varones los responsables. Indirectamente, y sin tratarse de culpas sino de causas, las mujeres también favorecen que el techo de vidrio no se traspase. "Muchas veces ocurre que en una entrevista de trabajo una mujer acepta el salario que se le fija, mientras que un hombre lo negocia", apunta Sallé. Es un ejemplo de la distinta predisposición de la que parten unos y otras en la búsqueda de empleo.

"No se trata de que ellas sean más cobardes, al revés. Las mujeres somos muy valientes. Lo que ocurre es que nos seguimos sintiendo culpables porque nos parece que hacemos poco y no nos atrevemos a exigir, cuando ocurre todo lo contrario", aclara la coordinadora. Naciones Unidas sostiene en uno de sus estudios que las mujeres hacen dos terceras partes del trabajo que se realiza en el planeta. A su vez, perciben el 10% de la renta y tienen el 1% de la propiedad mundial.

Este programa está organizado por la Consejería de Empleo, la Fundación Directa, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, la Universidad de Sevilla, la Asociación de Empresarias Sevillanas y el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental. Algunas de estas entidades ya participaron en otras iniciativas Equal con programas parecidos, pero este proyecto cuenta con una baza diferente.

Aunque las actividades tienen a la mujer como principal protagonista, los hombres serán también parte fundamental en ellas. "Queremos que conozcan las razones y los procesos por los que pasan las trabajadoras para que, si llegan a encontrarse en situaciones relacionadas con ellas, sepan cómo resolverlas de la manera más justa", continúa Sallé.

Por esta razón, e-andaluzas cuenta con varios programas. Los dos primeros, Estirando y Acompañando, incluye a chicas y chicos universitarios que aprenderán y debatirán de forma presencial y virtual contenidos sobre igualdad, desarrollo personal, superación de barreras, salto profesional, liderazgo de equipos y gestión del tiempo.

El tercer plan, Acercando, formará en alfabetización y nuevas tecnologías a mujeres de zonas rurales con riesgo de exclusión digital. El cuarto, Desplegando, está dirigido a empresarias de pequeña y mediana empresa y a profesionales que quieran mejorar su negocio o su carrera.

Con el proyecto Multiplicando, las organizaciones relacionadas con la formación, la búsqueda de empleo, las empresas y los sindicatos recibirán formación para ayudar a favorecer el cambio en el panorama laboral femenino.

Los colaboradores de e-andaluzas en la Sociedad Red trabajan actualmente en un estudio para valorar las circunstancias en las que se encuentra la mujer dentro de los ámbitos social y laboral. Para este informe los investigadores contarán con la colaboración de universidades y empresas italianas, a través del Fondo Social Europeo. Se compararán iniciativas de mujeres sicilianas y andaluzas; así como los entornos laborales de la isla y Andalucía. "Vemos que las entidades andaluzas están muy preparadas", explica una colaboradora del proyecto.Además, se realizarán debates en los que intervendrán empresarios y profesionales para aportar el punto de vista masculino sobre los temas de la igualdad.

Los organizadores aún no saben si el plan funcionará, pero de lo sí están seguros es de que nada se conseguiría en solitario. "Este plan es una escuela para las propias entidades", concluye Sallé.