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Crítica:POR MENOS DE 15 EUROS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La sutileza del café dibujado

Carlos Vicente y Joan Rabassa aprendieron a dibujar el café en Seattle, templo cafetero de Norteamérica. Allí descubrieron que la leche vertida sobre el café con la temperatura y la textura idóneas podía componer caprichosas formas de espuma en tonos crema, que elevaban un cappuccino a la categoría de obra de arte.

El café dibujado arranca ovaciones en Faborit, pero triunfan también otras modalidades cafeteras de inspiración italiana, como el ristretto o el macchiato. En verano se ofrecen además los refrescantes shakeratto frappé, de chocolate, té, café o combinados de frutas, y el matcha japonés, una esencia de té verde servido muy frío. Los creativos de Faborit han diseñado tres menús ligeros y sanos, que no superan los 7,25 euros. Todos incluyen ensaladas a la carta -con cuatro bases a elegir y una quincena de ingredientes añadidos- y la opción de los paninos italianos con embutidos importados de Bolonia o los bocadillos de ibéricos de Guijuelo. Toda consumición permitirá acceder a Internet gratuitamente durante 15 minutos en las dos terminales instaladas en el salón principal.

Faborit

Calle Alcalá, 21. Madrid. Teléfono 915 22 11 06. Abre todos los días.

Faborit es un coffee shop de autor. Jordi Muñoz firma el diseño y la decoración de este local privilegiado de 300 metros cuadrados, que antes fue una sucursal bancaria. Reminiscencias japonesas con tajantes líneas rectas, suavizadas por la calidez de la madera y unos delicados adornos florales. El estudio Triptik ha ideado el menaje y el uniforme minimalista que lucen los 17 empleados de ocho nacionalidades que atienden Faborit. Incluso, la Universidad Pompeu i Fabra, de Barcelona, aporta un proyecto fotográfico en constante evolución que ocupa las paredes del local. La cartera de colaboradores incluye al maestro chocolatero Enric Rovira.

La marcada personalidad de Faborit queda apuntalada con decisiones osadas, como no ofrecer refrescos comerciales. Atrevimiento que no disuade a la clientela. "A cambio se ofrecen alternativas igualmente refrescantes, marca de la casa", explica Carlos Vicente. Se refiere a la nutrida carta de zumos naturales y de aguas con sabores Radnor Hills, traídas del Reino Unido. Sí se sirve cerveza embotellada. Al caer la noche, además, las velas encendidas transforman el local en estación de paso hacia ambientes más bulliciosos.

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