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Castells afirma que los inmigrantes deben cumplir "requisitos" para poder votar

El consejero ve "razonable" el derecho al voto, pero acompañado de "voluntad de arraigo"

El consejero de Economía, el socialista Antoni Castells, llamó ayer a evitar la "demagogia" en el debate político sobre la inmigración y criticó la "falsa ingenuidad" de Iniciativa Verds (IC V). Este partido reiteró su acusación de "xenofobia" contra el democristiano Josep Antoni Duran Lleida por haber ligado el derecho de voto de los inmigrantes extracomunitarios en las municipales al conocimiento de la lengua, cultura e identidad catalanas. Castells consideró "razonable" que puedan votar, siempre que cumplan "requisitos" que no especificó, y que tengan "voluntad de arraigo".

La gestión del aeropuerto de El Prat y el voto de los inmigrantes marcan la rentrée política y la precampaña electoral. Ayer quedó de nuevo claro en el debate que mantuvieron en Prada de Conflent (Francia) destacados representantes del Partit dels Socialistes (PSC), Convergència i Unió (CiU), Esquerra Republicana (ERC) e ICV. También salió a relucir el recién aprobado Estatuto, que volvió a convertirse en arma arrojadiza entre los dirigentes políticos.

La mesa redonda, en el marco de la Universitat Catalana d'Estiu, reunió al consejero de Economía y Hacienda, Antoni Castells (PSC); al portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig; al portavoz en el Congreso de ERC, Joan Puigcercós, y al portavoz parlamentario de ICV, Joan Boada.

Pese a los desencuentros en materia de inmigración, ayer se rebajó un tanto la crispación. A excepción del ecosocialista Boada, que acusó a la derecha catalana de "xenófoba y etnicista", en línea con las críticas lanzadas el día anterior contra Duran Lleida por el líder de ICV, Joan Saura, el resto de los partidos llamaron a la prudencia y pidieron no hacer electoralismo.

Puig respondió al ecosocialista que este debate no se puede enmarcar en un enfrentamiento entre la izquierda y la derecha, ya que "está en juego un modelo de identidad" y "la sociedad del bienestar". El convergente evitó referirse directamente a la obligatoriedad de que los inmigrantes conozcan el catalán para votar. Sí dijo: "Los derechos políticos no se regalan".

A este respecto, en conferencia de prensa previa al debate, Castells criticó la "falsa ingenuidad" con la que ICV está tratando este asunto. El socialista afirmó que la inmigración es necesaria, pero explicó que un hipotético derecho al voto de este colectivo debería ir acompañado de "una voluntad de arraigo". El consejero concluyó que la propuesta es "razonable", pero siempre que se cumplan unos "requisitos" y exista "una reciprocidad" por parte de este colectivo.

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"Límite de acogida"

Por su parte, Puigcercós reiteró que ERC pedirá la comparecencia en el Congreso de la secretaria general de Inmigración, y de los ministros de Interior, Trabajo y Exteriores para que "den la cara" y "expliquen cómo gestiona el Gobierno la entrada de inmigrantes" en España.

El republicano afirmó que la izquierda "debe ser responsable y decir que hay un límite de acogida". Y criticó que el Estatuto aprobado el pasado 18 de junio deja a la Generalitat "sin herramientas" para controlar los flujos migratorios que llegan a Cataluña. Tras el debate, el dirigente independentista señaló que el Ejecutivo central no tiene un plan para acoger a los inmigrantes y criticó que esa parte corresponda a los ayuntamientos.

[Por su parte, en una entrevista en Onda Cero, Duran Lleida declaró que no se opone al derecho de voto de los inmigrantes, sino a que esto sea la prioridad, y que el debate debería ser objeto de un gran pacto entre los partidos, informa Efe.]

La huelga de los operarios de tierra de Iberia en El Prat el pasado 28 de julio reabrió la polémica sobre quién debe gestionar el aeropuerto. Este asunto es considerado una prioridad por todos los partidos con vistas a la próxima legislatura. CiU y ERC abogaron por forjar una unión entre todas las formaciones catalanas para reclamar en Madrid la gestión "total" de las instalaciones por la Generalitat.

Puigcercós volvió a recurrir al Estatuto para decir que "no sirvió para solucionar" el problema. "Después del pacto entre Artur Mas y

[el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez] Zapatero, AENA y Fomento siguen decidiendo sobre las grandes infraestructuras catalanas". El republicano afirmó que su formación no se conformará con una gestión compartida.

En rueda de prensa previa al debate, Castells reconoció que se podría haber conseguido "una fórmula mejor" en el Estatuto, y justificó la postura de los socialistas catalanes durante la negociación del texto argumentando que "un pacto significa que todos tienen que ceder".

Además, el consejero de Economía admitió que el actual modelo de gestión es "poco funcional" y está "demasiado centralizado". Durante la mesa redonda, Castells celebró la propuesta de ERC para "no ir por separado" en los asuntos importantes que afecten a Cataluña y presentar propuestas en Madrid con "mayor fuerza".

Puig defendió el pacto al que llegaron Mas y Zapatero durante la negociación del Estatuto: "En aquel momento se necesitaba sentido de país para desbloquear la situación". El convergente aseguró que en la próxima legislatura se conseguirá el traspaso del aeropuerto, pero "no con el modelo que nos quiere imponer el PSOE".

De alianzas poselectorales

El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Puigcercós, rompió el silencio a la hora de hablar sobre alianzas poselectorales: "Esquerra está en condiciones de hacer presidente a Mas o a Montilla", dijo el dirigente republicano, quien enfatizó su convicción de que "CiU apuesta claramente por gobernar en minoría con el PP".

Antoni Castells (PSC) descartó la posibilidad de que tras los comicios se produzca un pacto de gobierno entre su partido y CiU -la llamada sociovergencia, calificada por Boada de "fraude a la ciudadanía"- y declaró: "Después del 1 de noviembre o será presidente Montilla o será presidente Mas". El consejero aseguró que el candidato socialista, José Montila, "asumirá el proyecto catalanista legado por Pasqual Maragall". Castells evitó referirse a la hipotética repetición de un tripartito. "Sólo pensamos en trabajar para ganar", sentenció. Boada le replicó que si gana, el PSC "no podrá gobernar solo", y le exigió "humildad".

Felip Puig constató "el fracaso del tripartito", subrayó que está "en juego un modelo de país" y reiteró sus críticas a la "dependencia y supeditación" del PSC a Madrid.

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