SOS Racismo se concentra contra la prohibición de su acto por el voto inmigrante
Unos 20 miembros de la ONG SOS Racismo se concentraron ayer en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para protestar por la prohibición de la Junta Electoral, ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), de la celebración un acto que habían organizado para hoy en el que pretendían reivindicar el derecho a voto de los inmigrantes.
La portavoz de SOS Racismo, Begoña Sánchez, aseguró que su iniciativa no trataba de apoyar "ningún tipo de propuesta política determinada" y criticó la desautorización de la Junta Electoral y el TSJC porque, a su juicio, no era "ningún acto electoral ni oportunista". Sánchez recordó que llevan "una trayectoria de 15 años pidiendo el voto inmigrante".
Los miembros de SOS Racismo que ayer acudieron a la plaza de Sant Jaume exhibieron lemas como La defensa de los derechos humanos no es una acto electoral y Por el derecho a la unión y manifestación de la ciudadanía en la defensa de los derechos humanos.
La ONG repartió folletos a los viandantes en los que recordaba que el derecho a votar está recogido en el artículo 21 de la Declaración de los Derechos Humanos. Sin derechos políticos para todos no hay democracia, rezaba otro de los carteles. Sánchez explicó que es necesario "el consenso político y la movilización social" para que "no solamente los inmigrantes lo reivindiquen", y añadió que "la campaña electoral no es ningún estado de silencio".
El TSJC respaldó el jueves la decisión de la Junta Electoral porque consideró relevante que la reivindicación concreta de la convocatoria fuera "contenido de programa electoral, explícito o implícito, de sólo algunas opciones políticas". "En tal sentido", añadió el tribunal, "puede calificarse de acto de campaña o de contenido electoral".
El TSCJ también desautorizó la semana pasada otras dos concentraciones, una de estudiantes y otra de mossos d'esquadra, en Barcelona al considerar que este tipo de manifestaciones no deben producirse en época electoral. No se ilegalizaron, en cambio, las que estaban convocadas en Girona y Tarragona. De todas formas, unos 150 estudiantes y unos 600 agentes de la policía catalana salieron a la calle el jueves.
