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Los empresarios proponen un corredor ferroviario de Algeciras a Estocolmo

Las carencias del transporte de mercancías limitan la economía, según Ferrmed

Empresas públicas y privadas, agrupadas en la plataforma Ferrmed con el objetivo de promover el desarrollo del ferrocarril, defienden la creación de un corredor ferroviario que una el sur y el norte de Europa, desde Algeciras a Estocolmo. La plataforma está integrada por casi un centenar de empresas de diversos países, pero su arranque se produjo en España, en el entorno del corredor mediterráneo. Su secretario, Joan Amorós, que fue empresario del sector de la automoción, sostiene que el corredor entre el norte y el sur sería un importante motor económico para las zonas conectadas.

La situación del tren en Europa, en lo referente al transporte de mercancías, va muy por detrás de las necesidades de la economía y del servicio que tienen otros países. Los responsables de Ferrmed, que han elaborado un denso estudio sobre el ferrocarril, su presente y su potencial, señalan que los trenes de Estados Unidos pueden llevar hasta tres kilómetros de convoyes. En Europa se están ahora proyectando apartaderos de 1.200 metros con la posibilidad de llegar a los 1.500. Un apartadero es la zona en la que se recluye un mercancías, que viaja más despacio que un tren de pasajeros, para dejar pasar a éste.

La longitud de los trenes de mercancías está condicionada por la medida de los apartaderos. En Europa, pero no en España, hay apartaderos de hasta 800 metros. En España son de 450 metros. Que crezcan estas instalaciones para que puedan crecer también los convoyes dedicados a mercancías es una de las primeras peticiones de Ferrmed, en coincidencia con otras instituciones, como el Puerto de Barcelona.

Ferrmed propone un apartadero cada 50 kilómetros, lo cual implica empezar a contemplar el ferrocarril como transporte de mercancías en igualdad de condiciones con el transporte de pasajeros. "Hasta ahora", explica Amorós, "se ha dado prioridad absoluta al transporte de pasajeros, pero el desarrollo comercial exige no dejar de lado los productos que generan la riqueza de un país".

Pero el proyecto de Ferrmed va más lejos. Se trata de convencer a las autoridades europeas de que el corredor entre Algeciras y Estocolmo debe ser prioritario. Por el corredor en sí mismo y por las conexiones que ofrece. En la franja que va de Cartagena a Algeciras permite conectar con puertos de embarque de mercancías con destino al norte de África.

Prioridad al tren

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Barcelona, por su parte, trabaja en la ampliación del puerto, que se pretende convertir en la puerta sur de Europa para los productos procedentes del sureste asiático. Si existiera el corredor, ganarían dos días de viaje respecto a los que necesitan ahora para llegar a los Países Bajos, pero además podría ofrecer una conexión a través del eje del Ebro con el norte de España y el Cantábrico.

Ya en Francia, el eje ferroviario que proponen los empresarios sigue hasta el valle del Ródano y enlaza con el puerto de Marsella y la zona del norte de Italia, y desde Lyón con el Este. La conexión con los puertos del norte parte de Dijon y Luxemburgo, y el paso por Alemania se efectúa por la densa e industrial cuenca del Rur, desde donde se dirige a Hamburgo para llegar a Dinamarca y Suecia (Malmö y Estocolmo), por el norte, con la posibilidad de enlazar con Varsovia y Rusia.

En el caso español, Ferrmed defiende la conveniencia de actuar de forma prioritaria sobre el eje mediterráneo, de forma que se llegue a ofrecer una alternativa a la carretera antes de que ésta se sature del todo. Curiosamente, en este punto coinciden con las propuestas de Iniciativa per Catalunya-Verds. El partido ecosocialista propone que las inversiones en transporte den prioridad al ferrocarril porque con ello, explica Joan Boada, "se ahorra luego en carreteras, ya que no serán tan necesarias".

Ferrmed desea influir especialmente en dos actuaciones: en España, acelerando la construcción de líneas al menos mixtas (para pasajeros y mercancías, y de ancho europeo) entre Barcelona y la frontera, y entre Valencia y Barcelona, y en Francia, de modo que se acelere la adecuación del tramo entre Perpiñán y Montpellier, al que el Gobierno francés ha ido dando largas. Según sus estudios, la línea del AVE, que se prevé que entre en servicio en 2009, quedará saturada en 2017, de modo que consideran imprescindible empezar a trabajar ya en una segunda línea de mercancías de ancho europeo por Portbou con el fin de garantizar que las empresas españolas queden definitivamente conectadas con el resto de Europa. Asimismo, juzgan conveniente una estación de intercambio en Vilamalla. Estas propuestas cuentan con el apoyo de más de un centenar de empresas e instituciones.

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