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Reportaje:

Los 'bloggers' marcan el paso a Hollywood

La industria del cine estadounidense piensa en el futuro con la vista puesta en Internet

Durante años, los estudios de Hollywood miraron a la red con recelo, preocupados sobre todo por su participación en la piratería. Ahora, sienten pavor porque cualquiera desde su casa, con un ordenador conectado a la red puede ser el próximo Orson Welles, organizar una producción, distribuir contenidos, utilizar el monitor como sala de exhibición y emitir una opinión que, en los tiempos que corren, tiene más peso que la llamada crítica autorizada. Los usuarios de la red tienen en sus manos poder ser Hollywood, lo que deja obsoleta toda la maquinaria de esta industria, desde sus ejecutivos y agentes a los productores, distribuidores y, cómo no, a la crítica.

Las pruebas de esta explosión en el campo del espectáculo son palpables. El popular servidor de vídeo YouTube.com tiene en su caudal de transmisión 100 millones de vídeos diarios y sus usuarios suben una media de 65.000 nuevos vídeos al día. El portal MySpace.com le sigue de cerca, con unos 35.000 nuevos vídeos diarios. Muchos son chistes, anécdotas, resúmenes televisivos o vídeos diarios sin mayor valor artístico, pero, dado el abaratamiento de medios (cámaras digitales o los programas de edición y sonido) y la rapidez de la Red, cada vez son más numerosos los de contenido original, en general cortometrajes, de calidad comparable a la de una de las producciones de Hollywood pero con más ingenio.

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Nuevo talento

El mejor ejemplo lo da la obra de David Lehre, un perfecto desconocido que desde la casa de sus padres, donde aún vive, realizó MySpace: the movie, parodia de 11 minutos que tras su debut en la Red en enero cuenta en millones su número de espectadores. Una producción casera que distribuye gratuitamente en Internet y con una campaña publicitaria basada en el boca a boca de los bloggers que ha convertido a este joven de 21 años en el nuevo talento de Hollywood que ya cuenta con un contrato con Fox televisión y está negociando un posible largometraje.

No todos tienen la misma suerte, pero, a juzgar por los últimos fichajes, queda claro que Hollywood tiene un ojo puesto en la Red para buscar nuevos talentos como un día lo tuvo en la publicidad (David Fincher) o en los vídeos musicales (Spike Jonze). "Uno no puede dejar de estar en contacto con su público", admite el productor Jerry Bruckheimer, alguien muy cercano a la realidad en la que se mueve, a juzgar por sus éxitos tanto en cine (Piratas del Caribe) como en televisión (C.S.I).

Pero el talento que ofrece la Red no es tan importante para Hollywood como la revolución que se está dando a golpe de ratón. El género Machinima (www.machinima.org), gracias a la disponibilidad que hay en la Red de los motores de los videojuegos para hacer tu propia animación, abre un campo de posibilidades aún incipiente pero al alza con el que potencialmente hacer el próximo shrek en casa. Y los cerca de 100 millones de usuarios de MySpace, un colectivo entre los 15 y 34 años que Hollywood ha bautizado como Generación Fox en honor de los estudios que primero se dieron cuenta de este fenómeno, han probado su valía con el éxito de X-Men. La decisión final gracias sobre todo a una campaña dirigida a estos ávidos consumidores cibernautas. Como declaró esta semana Rupert Murdoch, presidente de News Corporation, a la revista The Hollywood Reporter, el mundo ha cambiado y "uno tiene que acomodarse y cambiar". "Internet da al público muchas oportunidades y lo que estamos haciendo (como estudio) es dar al mundo oportunidades", añade.

Se trata de salvar la cara además de intentar sacar partido a lo que ofrece la Red. Otro ejemplo: el próximo estreno de Serpientes en un avión. De partida no era más que un filme de género con Samuel L. Jackson como protagonista, la española Elsa Pataky en el reparto y mucha serpiente como su título indica. El proyecto se estaba convirtiendo en el hazmerreír de Internet. Para salvarlo, su director, David Ellis, siguió el refrán "si no puedes vencerles, únete a ellos" y añadió nuevas escenas con más sangre y violencia, pasó de ser para todos los públicos a una película para mayores de 18 años y mantuvo el título, pero con un contenido al gusto de los bloggers. Los mismos a los que los estudios quieren tener contentos ofreciéndoles primicias como ocurrió hace una semana en la Comic-Con de San Diego, la mayor feria de la historieta en Estados Unidos, o manteniéndoles informados paso a paso de sus principales rodajes con diarios como el que puso Bryan Singer en la Red durante la producción de Superman returns.

Mientras Jackson juró en la Comic-Con ante una audiencia enardecida de 6.000 espectadores que "los consejos recibidos en la Red para Serpientes en un avión significan el futuro del mundo del cine", los hay que buscan otras soluciones para estar al día como FoxAtomic.com, dispuesto a encontrar en Internet al próximo Jackson. O al menos a los extras para la nueva versión de la película Revenge of the Nerds. Los que buscan una oportunidad pueden subir a la Red sus pruebas para que sean parte del caudal de MySpace.com, de donde saldrá la selección de extras para el filme. Mientras, para defenderse de los maestros del Machinima, los próximos grandes estrenos en el campo de la animación están dispuestos a ir un paso más allá de las imágenes sintéticas en pos de una vieja quimera: el cine en 3-D, que se ve en relieve gracias al uso de las gafas. "Es tan sencillo una vez que tienes las imágenes en el ordenador que el efecto es increíble", asegura John Davis, director de Ant Bully, que junto a Monster House son los nuevos estrenos que utilizan esta tecnología. Está claro que Hollywood tiene miedo pero, también, que sabe defenderse.

Elsa Pataky, en un fotograma de <i>Serpientes en un avión.</i>
Elsa Pataky, en un fotograma de Serpientes en un avión.

La hora del adiós

Para 650 empleados de la compañía Walt Disney el miedo de los estudios significa su despido. Da igual que se trate del mismo estudio que está triunfando con el sorprendente estreno de Piratas del Caribe: El tesoro del hombre muerto que va camino de convertirse en una de las películas más taquilleras de la historia del cine. Disney ha decidido cortar cabezas en todas las esferas y dentro y fuera de sus fronteras, un tajo tan brutal que tiene al resto de la industria temblando al pensar quién será el siguiente. "Nada parece seguro", afirmó el agente Ron Bernstein. El presidente de los estudios Walt Disney, Dick Cook, asegura que estos cambios, que incluyen reducir la producción anual de largometrajes a 12 o 13 películas, son "específicos" para su compañía. Sin embargo, los analistas de Hollywood no han dudado en resaltar los temores de la industria con una taquilla imprevisible donde títulos como la tercera parte de Misión Imposible debutan muy por debajo de lo que se esperaba, Poseidón se hunde y Devil Wears Pravda se lleva el gato al agua. Donde el mercado del DVD, la gallina de los huevos de oro de los últimos años, empieza a flaquear, e Internet ofreciendo nuevas formas de entretenerse gratis, sin moverse de casa y a la hora que quieran. "Todo lo que ves hoy en el área de bajarse vídeos es cien por cien experimentación. En tres o cinco años será completamente diferente", afirma Ross Levinsohn, presidente de la rama interactiva de Fox, FIM. Los estudios Fox, parte del conglomerado Media Corp, tienen clara la apuesta cibernética en su futuro. Estudios menores como Lionsgate prefieren apostar por las minorías, es decir películas como Saw, de bajo coste y mucha sangre para los amantes del terror; Diary of a mad black woman para el público negro y La mujer de mi hermano o Pretendiendo para los amantes hispanos de la telenovela, además de ese nicho culto y más cuidado con el que ganar el Oscar como Crash. Se trata de reducir plantilla para unos o de un cambio en la planificación para otros, pero parece obvio que Hollywood está buscando cómo mantenerse a flote y en opinión de los analistas lo más seguro es un cambio en el tipo de estrenos anuales. "El futuro traerá menos películas con más filmes de muy bajo presupuesto, de arte o dirigidas a una minoría, y una apuesta clara por las grandes producciones. No será fácil ver filmes de un presupuesto inferior a los 20 millones de dólares y superior a los 100 millones", resume el socio de Montecito Pictures, Tom Pollock, de las próximas tácticas de la industria del cine.

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