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Denise Scott defiende la arquitectura del día a día frente al monumentalismo

"Mi estilo de trabajo se caracteriza por la búsqueda del lado positivo", dice la urbanista

Amelia Castilla

Denise Scott Brown, arquitecta, urbanista, teórica y docente, ofrece hoy una conferencia en La Casa Encendida de Madrid dentro del ciclo Basurama, distorsiones urbanas, un proyecto de investigación sobre desechos y entorno urbano. Aprendiendo de Las Vegas (1972), el libro que escribió junto a su marido, Robert Venturi, y Steven Izenour, los convirtió en una leyenda: "Nuestra filosofía de trabajo se ha basado en buscar el lado positivo de algo que puede tener una connotación negativa", contó ayer en Madrid.

Recién llegada a Madrid, procedente de Filadelfia, donde tiene el estudio de arquitectura que comparte con su marido, el arquitecto Robert Venturi, Denise Scott Brown (Nkana, Zambia, 1931) no parece aturdida por el largo viaje. A lo largo de los últimos 30 años, su estilo se ha caracterizado por la búsqueda de lo positivo: "Las ideas que parecen obsoletas se pueden remezclar y reutilizar", asegura. "Tradicionalmente, una cultura ha visto a las otras como basura y las clases más favorecidas consideran las viviendas de los pobres como polución visual, pero nosotros siempre hemos sido partidarios de asumir las culturas ajenas. Beethoven utilizó otras músicas para escribir sus sinfonías, y eso es lo que nosotros hacemos con el entorno urbano de la periferia". Eso que ella define como "la arquitectura del día a día" tiene que ver con la conciliación del historicismo y lo moderno.

Venturi y Scott se han convertido en una leyenda viva de la arquitectura del siglo XX, especialmente tras la publicación de Aprendiendo de Las Vegas (1972), el libro que, junto a Steven Izenour, escribieron y donde proclamaron la importancia de la cultura popular. Algunos detractores calificaron el ensayo como una apuesta por una cultura de parque temático, pero no es ésa la idea de esta mujer de pelo blanco. Sus ideas fueron bien acogidas en el ámbito académico, pero en la época en que se publicó el libro "había demasiadas turbulencias ideológicas y los señores de la arquitectura no consentían que nada se saliera de la norma". El libro ha sobrevivido al paso del tiempo y ahora se lee como una referencia de la cultura norteamericana, algo que trasciende lo puramente arquitectónico. Scott reconoce que se siente mejor comprendida por las nuevas generaciones de arquitectos -"carecen de prejuicios y tienen mayor libertad a la hora de interpretar las ideas"-, especialmente aquellos que asocian el estudio de lo urbano con las ciencias sociales, la economía urbana y la sociología. "El enfoque social como herramienta de pensamiento puede dar lugar a mucha belleza. Esta disciplina se puede denominar como física de la ciudad y, una vez que coges esa sensación o esa ley implícita, nunca vas a diseñar un edificio igual a otro porque su manera de trabajar pasa por estudiar el planeamiento del uso de la tierra y la lógica de la circulación".

Ahora que el mundo camina cada vez más aprisa hacia la globalización total, la arquitectura para generar una nueva estética debe apostar por los nuevos elementos tecnológicos: la electrónica, la comunicación y la información. "Utilizar el modernismo como una referencia de estilo es lo mismo que utilizar el Renacimiento con esos fines", aclara.

Sobre la exposición que recientemente el MOMA de Nueva York ha dedicado a lo que se denomina el renacimiento arquitectónico español, Scott reconoce que sólo ha visto el catálogo -"debe haber mejores arquitectos en España que lo que se ha visto allí"- en el que priman los edificios que han retomado el modernismo y lo han exagerado hasta llevarlo a un sitio nuevo, exagerando la visión que se tenía a principios del siglo XX. "Hay muchas formas de ser monumental; la mejor es la que se ríe de sí misma para hacerla más humana". Personalmente, se muestra partidaria de "la monumentalidad modesta", ésa que se aprecia en las estaciones de bomberos o en los edificios de los ayuntamientos. "Para que algo grande se aprecie tiene que tener algo pequeño cerca".

Denise Scott Brown interviene hoy, a las 19.30, en el ciclo

Basurama,

de La Casa Encendida (www.lacasaencendida.com).

La arquitecta Denise Scott Brown, ayer en la terraza de La Casa Encendida.
La arquitecta Denise Scott Brown, ayer en la terraza de La Casa Encendida.CLAUDIO ÁLVAREZ
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