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Dimite la comisaria en Arco de Corea, país invitado de 2007

La ciudad chipriota de Nicosia cancela la bienal de arte Manifesta

La relación entre arte y política no siempre es fácil. Dos casos lo evidencian estos días. Por una parte, la comisaria de Corea en Arco, Sunjung Kim, anunció su dimisión como responsable de la presencia del arte coreano (invitado en 2007) en la feria madrileña por supuestas injerencias políticas en el programa en su país. Por la otra, la entidad chipriota que gestionaba la sexta bienal europea de arte Manifesta en Nicosia (Chipre) ha cancelado el evento al oponerse a que parte del programa se realizara en la parte turca. La organización de la bienal, que hace dos años se celebró en San Sebastián, ha denunciado el caso en los tribunales.

La comisaria de Corea, Sunjung Kim, ha anunciado en un comunicado fechado el 12 de junio en Corea que presenta su dimisión por supuestas injerencias políticas de cargos del Ministerio de Cultura de su país en el programa artístico. Entre otros ejemplos, la comisaria señala la inclusión en el programa cultural paralelo a la feria de un grupo de baile folclórico que ella considera "inapropiado". En solidaridad, en el mismo comunicado se indica que el comisario David Ross también renuncia a organizar para la Fundación Telefónica la retrospectiva del videoartista Nam June Paik.

La nueva directora de la feria, Lourdes Fernández, deberá afrontar este escollo en su primer año al frente de la feria. "De momento, estamos negociando y creo que será posible mantener la presencia de Corea y, confío, también en la colaboración de Sunjung Kim en lo que se refiere a las galerías coreanas en Arco", indicó ayer Lourdes Fernández, "pero el tema aún no se ha solucionado de forma definitiva ya que no se sabe si habrá otro comisario o cuál será el acuerdo final".

Mientras en Madrid se intenta encontrar una solución en el menor plazo de tiempo posible, en Chipre el conflicto abierto con la bienal europea de arte, Manifesta 6, está en los tribunales. La bienal debía inaugurarse en septiembre en la ciudad de Nicosia (Chipre) y en esta ocasión los comisarios la habían planteado como una escuela de arte de 100 días inspirada en modelos como el Black Mountain College o la Bauhaus histórica. El programa incluía actividades tanto en la parte griega de la ciudad como en la turca, algo que finalmente no ha sido aceptado por Nicosia for Art (NFA), la entidad que junto al Ayuntamiento de Nicosia gestionaba esta edición del evento. Los comisarios se negaron a cambiar el programa, lo que provocó la cancelación de su contrato y de la bienal. La organización de Manifesta (www.manifesta.org), cuya sede está en Amsterdam, ha denunciado a NFA en los tribunales holandeses por considerar que se ha producido un incumplimiento del contrato. "No aceptamos injerencias políticas", indicó ayer Hedwig A. M. Fijen, directora de la Fundación Manifesta. "Chipre pertenece a la Unión Europea y ésta reconoce los derechos del artista. Manifesta es un proyecto artístico y educativo, abierto a todos y no restrictivo". El conflicto sigue abierto.

<i>Blue Vincent</i> (2005), de Hyung-Goo Kang, en la galería Bhak, de Seúl, en la última edición de Arco.
Blue Vincent (2005), de Hyung-Goo Kang, en la galería Bhak, de Seúl, en la última edición de Arco.ULY MARTÍN
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