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El director de 'Viva Cuba' reclama apoyo financiero para filmar su tercera película

El cineasta cubano Juan Carlos Cremata Malberti señaló ayer que busca "desesperadamente" dinero "de dónde sea" para comprarse una cámara de cine con la que filmar su tercera película, tras las exitosas Nada y Viva Cuba. Cremata Malberti dijo en París, donde presenta esta semana Viva Cuba, que pretende "hacer una película alternativa con todo el apoyo oficial".

"No creo en el cine independiente, porque eso es lo que hacen los que tienen mucho dinero como Robert] Redford o [George] Lucas, sino en el cine alternativo", aseguró tras subrayar que en Cuba no cobra un salario, porque no trabaja con ninguna institución oficial cubana, situación que consideró "súper frustrante".

El cineasta, de 44 años, se niega a recurrir para su próxima película al apoyo del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), con el que está "enojado" porque no aceptó financiar su proyecto Candela, un musical que debería protagonizar su "amigo" el actor cubano Jorge Perrugorría.

Además, se quejó de que le "redujeron el salario mientras promocionaba Nada en el extranjero por considerar que no estaba trabajando".

De esta circunstancia nació precisamente Viva Cuba, que como recordó Cremata fue "la primera película cubana" que obtuvo un galardón en el Festival de Cannes, el Gran Premio Ecrans Juniors.

Nominada en los últimos premios Goya y presentada sin éxito por Cuba para los Oscar, narra una "historia a lo Romeo y Julieta" en la que dos niños atraviesan la isla para impedir que el padre de uno de ellos abandone el país, lo que les separaría.

Aunque aborda el dilema del exilio, tema central de su ópera prima Nada, su segundo filme es "ante todo un homenaje a la labor con los niños que desde hace años lleva a cabo mi familia", que participó al completo en la película, contó.

"Hasta mi abuela interpreta a la abuela de uno de los niños", una forma de rodar que denominó en tono jocoso "de mafia siciliana".

El director no critica "a quien se va de Cuba", porque cree que "es un problema personal y no político, que también se da en México o en Marruecos", sino a "quien se marcha con su hijo sin preguntarle qué opina de ese cambio", puntualizó.

Según el cineasta, Viva Cuba demuestra que se puede hacer una gran película con pocos medios: 45.000 dólares (cerca de 37.000 euros) de presupuesto y un equipo de quince personas.

"Fue muy difícil hacerla y tuvimos que luchar contra mucha gente de la oficialidad cubana que ahora promociona la película", afirmó.

Entre los múltiples proyectos que baraja, "además de comprarme la cámara", insistió, estarían Nunca y Nadie, las dos películas que completarían la trilogía que inició su opera prima Nada. "Pero nunca encontré a nadie que me los financie", bromeó Cremata.

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