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Los editores crean una 'web' que ofrecerá información sobre todos los libros disponibles

El congreso de Cáceres analiza los retos del sector cultural y el perfil de los nuevos lectores

Vivimos una época de transición en el ámbito del libro, la lectura y el acceso al conocimiento, y ello genera incertidumbre. Se pudo constatar ayer de la segunda jornada del I Congreso Nacional de la Lectura, que se clausura hoy en Cáceres. "Los dos símbolos de los nuevos tiempos son el mando a distancia y Google", afirmó Emiliano Martínez, presidente de la Federación de Gremios de Editores y del Grupo Santillana. El próximo otoño, anunció, entrará en funcionamiento www.libro-es.com, con el objetivo de que los más de 300.000 títulos vivos en los catálogos de los editores españoles no sean invisibles.

Emiliano Martínez: "Los dos símbolos de los nuevos tiempos son el mando a distancia y Google"
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La nueva .com "ofrecerá la información comercial de los libros disponibles", dijo Martínez. "Llevamos años trabajando en el proyecto, impulsado por los editores y por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. El sitio www.libro-es.com está llamado a ser una herramienta esencial en la difusión del libro. Se dirige a los profesionales de la cadena del libro, pero también a todas las entidades que tienen que ver con él: bibliotecarios, medios culturales y, por supuesto, lectores". La documentación reunida en esta web "será el núcleo y motor de un portal del libro, en el que se irán añadiendo informaciones sobre las obras y sobre otros aspectos de sus contenidos y también de actividades culturales".

"Ahora, la comunicación y los textos se cuelgan y circulan por la Red. Estamos, pues, en otro escenario. Quizá porque la evolución es gradual y estamos en medio de ella no nos parece que las cosas hayan cambiado tanto. Los rasgos nuevos que incomodan e inquietan los señalamos como defectos o elementos a corregir y eliminar, sin darnos cuenta, quizá, de que sean definitorios del cambio climático en el que ha entrado nuestro ecosistema".

El exceso, la velocidad, el cambio, la diversidad, la pluralidad son algunos de los ejemplos que vive el sector, cuyos ingresos, por otra parte, "están estancados en moneda constante desde hace varios años".

Martínez fue el ponente del encuentro sobre Lectura e industrias culturales. Desde otro punto de vista, Francisco Jarauta, catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia, ponente de la mesa sobre Nuevos lectores y nuevas lecturas, abordó, en una espléndida lección magistral, el fenómeno Internet. "En los últimos 20 años estamos viviendo uno de los desafíos más importantes de nuestra época y tenemos que hacernos responsables de los instrumentos que nos adapten a ella. Es una época de transición y debemos intentar verla desde una perspectiva diferente, con más generosidad y menos resistencia".

"En términos globales tenemos un handicap", dijo Jarauta, "la imposibilidad de pensar el futuro". Ello crea incertidumbre y ansiedad, "una ansiedad crítica, porque sabemos sus causas".

En la Galaxia Internet, como la define Manuel Castells, citó Jarauta, se modifican todas las relaciones, sobre todo, "con la información y, por tanto, con el conocimiento". "Se ha hecho un salto en el proceso de aprendizaje. Y el conflicto simbólico entre el mundo de la virtualidad y el de la realidad lo están viviendo los más jóvenes, los chavales de 10 o 12 años". ¿Y la lectura? "Hay que construir sujetos que sepan adaptarse a los nuevos sistemas de conocimiento".

En cualquier caso, no habrá choque de trenes. Lo afirmaron rotundamente los sabios que participaron en el encuentro sobre Nuevas lecturas y nuevos lectores, a quienes el moderador, Francisco Serrano, director general de la Fundación Telefónica y adicto, como señaló, a la bibliofrenia, calificó de expertos navegantes, de perfil renacentista y enciclopédico, cuyo espectro de intereses y conocimiento es muy amplio. Ellos, Javier Echeverría, escritor y profesor de Ciencia, Tecnología, Filosofía y Sociedad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Antonio Rodríguez de las Heras, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Carlos III, y José Antonio Millán, escritor y editor en papel y digital, lo dejaron bien claro: no hay fractura entre lectores de antes y de ahora. Los de antes, afirmó Rodríguez de las Heras, se incorporan con naturalidad a las nuevas tecnologías. "El despliegue del mundo en Internet al alcance de la mano", señaló Rodríguez de las Heras, "no acabará con la cultura libresca". "Avanzo una hipótesis: no hay fractura, no hay choque de trenes. Estoy viendo que vamos a vivir una edad de esplendor en la lectura y en la escritura".

Echeverría habló de los tecnolectores en un nuevo "espacio de lectura perturbador para quienes están acostumbrados al papel, pero que abre nuevas posibilidades de trabajo muy interesantes". Para Millán, el nuevo lector, el lector control efe, el que tiene los textos en línea y que cambia de uno a otro continuamente, es "bífido". "Tenemos lo mejor del mundo, un libro en papel bien editado y bonito y las concordancias en Internet", y ahí todas las palabras de todos los libros. Aún un sueño, porque no todos están digitalizados. "Somos lectores acostumbrados a buscar aquello que queremos y de la manera más rápida".

¿Y los editores? Entre la nostalgia, el presente y el futuro luchan, como dijo Emiliano Martínez, por ensanchar la base de lectores. Más allá de la "vocación e intereses" y desde la "responsabilidad social" de su trabajo. Jesús Badenes, director general de edición para librerías del Grupo Planeta, quiso levantar "un poco la moral": "Hay un moderado crecimiento de la edición general"; reivindicó el papel de atracción a la lectura de best seller como la serie de Harry Potter; La sombra del viento o El código Da Vinci; también la función de las librerías y el derecho a distribuir libros en los grandes almacenes y superficies, eso sí, "con precio único para todos".

Alejandro Sierra, el director de Trotta, puso, cómo no, sus gotas de utopía: la lectura y los libros como parte indisoluble de la sociedad del bienestar o el rechazo al proyecto de Google de digitalizar 15 millones de títulos.

Y mientras todos debaten sobre el futuro del libro, Álvaro Valverde, director de la Editora Regional de Extremadura, defendió el trabajo de una editorial institucional. Nació en 1984 en una comunidad sin tradición editora y es ahora "puntal básico en el resurgimiento literario. Setecientos libros editados, 30 al año, "no de lujo ni de filólogos, sino claros y sencillos". "Antes teníamos que imprimirlos en Madrid o Salamanca, ahora ya lo hacemos en Extremadura".

El librero Fernando Valverde, presidente de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, pidió una vez más la derogación del decreto de liberalización de los descuentos en los libros de texto y también una vez más alertó sobre el peligro de que la crisis que viven las librerías "estrangule la producción" de los editores.

Pep Duran, librero desde hace 35 años (librería Robafaves, Mataró, Barcelona) y cuentacuentos desde hace 20, escenificó uno de sus fantásticos relatos orales y mímicos para convencer a los asistentes de que hay caminos distintos para atraer al personal, de 2 a 80 años, a la lectura.

Javier Echeverría, Antonio Rodríguez de las Heras, Francisco Serrano, José Antonio Millán y Francisco Jarauta (de izquierda a derecha).
Javier Echeverría, Antonio Rodríguez de las Heras, Francisco Serrano, José Antonio Millán y Francisco Jarauta (de izquierda a derecha).EFE
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