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Reportaje:

La alfombra de Ardabil vuelve al suelo

El tapiz más copiado del mundo es el gran reclamo de la remozada galería Jameel, en el Victoria and Albert Museum de Londres

Adolf Hitler tenía una copia en su despacho en Berlín. Tony Blair puede admirar otra en Downing Street. Las hay por doquier en casas privadas y residencias oficiales, de todos los tamaños. Es la alfombra más copiada y más famosa del mundo, la alfombra de Ardabil. Tejida a mano con seda y lana hace casi cinco siglos en esa región de la antigua Persia -hoy día una pequeña provincia al norte de Irán-, la alfombra de Ardabil se puede ver desde ayer, y por primera vez en más de 100 años, en la posición horizontal para la que fue diseñada. El Victoria and Albert Museum de Londres la ha dispuesto en el centro de la remozada Galería Jameel, el salón en el que se exponen algunas de las más de 1.000 joyas de arte islámico que posee la institución.

La alfombra de Ardabil fue tejida en la primera mitad del siglo XVI, probablemente entre 1530 y 1540, y llegó por primera vez a Londres en 1892. Sus dueños la pusieron en exposición en una tienda de Wigmore Street. El museo la adquirió en marzo de 1893 por 2.000 libras, una suma que en aquella época constituía una auténtica fortuna. "Es una destacada obra de arte, su diseño es de una singular perfección y su medida y esplendor como pieza de artesanía hacen plena justicia a la belleza y las cualidades intelectuales del diseño", escribió entonces William Morris, uno de los patronos del museo y quizás la persona que más hizo para convencer al museo para que reuniera, con la ayuda de una cuestación pública, el dinero necesario para adquirirla.

Con 10,51 metros de largo y 5,34 de ancho, pasa por ser una de las alfombras más grandes del mundo. Pero lo que impresiona en ella no son tanto sus medidas como la elegancia de su diseño y la armonía de sus 10 colores. Hasta ahora siempre ha sido exhibida colgando de la pared, pero la nueva galería se ha hecho precisamente para admirar la alfombra tal y como lo querían sus autores: extendida en el suelo.

La alfombra fue diseñada utilizando técnicas de perspectiva nunca vistas antes en el arte islámico, de manera que las dos lámparas tejidas en ella tienen medidas distintas. Una, la más cercana a la cabecera de la alfombra, es más estrecha y más corta que la situada en el otro extremo, de manera que quien está sentado a la cabecera, las ve de igual tamaño.

Existe una segunda alfombra gemela a la de Ardabil, en el Los Angeles County Museum of Art; aunque pasa por ser de un tejido más fino que la que se expone en Londres, está mucho más deteriorada y se cree que partes de la alfombra de Los Ángeles fueron utilizadas en su día para remediar desperfectos de la alfombra de Londres.

La Galería Jameel, creada tras la reforma de la antigua Galería Islámica gracias a la ayuda de esta rica familia de Arabia Saudí, ha dispuesto la alfombra en el centro mismo de la galería, encerrada en una urna de paredes de vidrio antirreflejante y con un techo que cuelga de cables de acero. Las suaves luces del interior de la urna, estudiadas para no perjudicar los colores de la alfombra, se encienden sólo durante 10 minutos coincidiendo con las horas y las medias.

Alrededor de la urna central se disponen las vasijas, espadas, joyas, ropas, otras alfombras, muebles y demás piezas de arte que constituyen el conjunto de la obra expuesta en la galería. Ésta está organizada en siete áreas: arte y religión, Irán bajo los Qajares, Irán bajo los Safavides, la alfombra de Ardabil, intercambios entre Europa y China, emergencia del arte islámico y Turquía bajo los otomanos. El acceso a la Galería Jameel es gratuito.

Además de la alfombra de Ardabil, se pueden admirar otras piezas de gran valor, como la espada de Shah Tahmasp; una lámpara de la mezquita de Suleimán, en Estambul; el púlpito ricamente decorado del sultán Qaitbay; o la famosa chimenea de azulejos de los Siete Durmientes, siete cristianos perseguidos en la Roma del emperador Decio que según la leyenda reflejada en el Corán se refugiaron en una cueva donde se quedaron dormidos y no despertaron hasta siglos después, cuando el cristianismo dominaba el mundo.

Detalle de la alfombra de Ardabil.
Detalle de la alfombra de Ardabil.
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