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Reportaje:Personaje

Bienvenido, 'míster' Jordan

De gira por Europa, el mítico ex jugador de los Bulls elige a los mejores júniors del continente

Jorge Santana no olvidará nunca el día ayer. El día en que, con apenas 16 años, en la cancha del INEF de Barcelona, 'su majestad' Michael Jordan le escogió entre los elegidos, le dijo que era el mejor entre los mejores y, con cierta frialdad, le estrechó la mano y le premió con su mítica efigie envuelta en una circunferencia de vidrio. Jorge Santana esbozó una sonrisa, justo antes de romper a llorar de emoción y de ser engullido por los otros 30 aspirantes a estar en su lugar.

Todos le envidiaron en ese momento. Air Jordan, la leyenda deportiva, había decidido que aquel muchacho, un júnior del Gran Canaria, se había ganado en la cancha el derecho a viajar a Nueva York, el próximo abril, para participar en el Jordan All-American Classic, el partido que disputan los mejores jugadores del último curso de secundaria en Estados Unidos. Santana será uno de los diez jóvenes baloncestistas no estadounidenses que, por primera vez, tendrán derecho a participar de un encuentro que ha catapultado, entre otros, a Carmelo Anthony, LeBron James o Amare Stoudemire.

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Y todo porque el seleccionador español, Pepu Hernández, su ayudante, Joan Creus, y un grupo de entrenadores decidieron primero que estaría entre los 30 privilegiados que ayer participaron del campus de entrenamiento organizado por Jordan. El mito llegó hace una semana a París para presentar la nueva colección de ropa de la marca que lleva su nombre y, de paso, montar un campus que, en Londres, Berlín, Barcelona y, el próximo martes, Milán, ha permitido a unos pocos observar a la leyenda de cerca.

"Estos días, he visto que la pasión por el baloncesto ha aumentado desde 1992. Cada vez hay más niños que se interesan por este deporte, quizá porque hay más jugadores de su países en la NBA", dijo Jordan, todo vestido de negro, con ropa y zapatillas de su marca, en una breve rueda de prensa, previa al partido de los 30 privilegiados.

Jordan ya no luce la figura que aún recuerdan sus posters - "Su deseo dijo más de lo que él nunca pudo", rezaba uno, en el que aparecía defendiendo a Magic Johnson-, ha cogido algunos kilos y sonríe lo justo, pero sigue arrastrando a la gente; incluso a aquella que ni siquiera le llegó a ver jugar. Ayer, en el INEF de Barcelona, niños que no superaban los cinco años hacían cola para entrar en las instalaciones y verle de cerca, en la cancha. Lo lograron apenas unos mil. Otros 300 se tuvieron que conformar con seguir la jugada de lejos, pegados con sus cámaras a las vidrieras que rodean la pista donde se llevó a cabo el campus. Entre los presentes en la grada se encontraban también Navarro y Rudy Fernández, dos candidatos a integrar la liga que durante años personalizó Jordan.

El mito, que llegó al aeropuerto de El Prat en un avión privado, rodeado de un séquito de 15 personas -otras 15 viajaban en otro avión particular-, y se aloja en el hotel Arts, se encontrará hoy con otro mito: Ronaldinho. Sólo las cámaras de la agencia de noticias Reuters podrán presenciar el encuentro. "Nunca lo he visto jugar, pero me han dicho que es el Jordan del fútbol y eso me ayuda a entenderlo porque significa que se toma muy en serio lo que hace, que ama su deporte, que la gente lo quiere y que es creativo. Tengo ganas de conocerlo y verlo jugar", dijo Jordan, antes de desvelar que vería el clásico de ayer.

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