_
_
_
_
_

Cristiano al rebote

Un afortunado gol del portugués rescata al Madrid frente a una Real muy vitalista

El Real Madrid salió airoso de un partido con mucho colmillo en el que estuvo en el alambre más de lo esperado . Un gol de Di María con la pierna con la que no ha hecho carrera y un tropezón de la pelota en la espalda de Pepe tras una falta lanzada por Cristiano dejaron convaleciente a una Real Sociedad que mereció más, por ahínco y fútbol. Como tantos otros equipos modestos, el de Martín Lasarte cayó frustrado ante uno de esos conjuntos aristocráticos a los que les basta media ocasión para cantar victoria. Es la ley del fútbol. Por más que el Madrid mostrara una versión pálida y descorchada, equipos como este tienen gancho de sobra, más pegada que juego.

Aupado por el idilio que de vuelta a Primera se percibe entre la Real y Anoeta, el equipo donostiarra se desplegó con una energía conmovedora. La Real impuso un voltaje excesivo para el Madrid, que hubiera agradecido un partido más espiritual tras una semana de Champions. No fue así. Se enfrentó a un grupo con mucho hueso, de pierna fuerte, una voluntad de hierro y algunas virtudes que explota de maravilla. Sobre manera la veta de Xabi Prieto, de largo su mejor jugador, un estilista de buen trazo que mueve al equipo desde la orilla derecha, una vía tormentosa para Marcelo, que pasó una mala noche ante el diez local.

R. SOCIEDAD 1 - R. MADRID 2

Real Sociedad: Bravo; C. Martínez, Ansotegui, Mikel González, De la Bella; Aramburu (Sutil, m. 81), Rivas; Xavi Prieto, Zurutuza (Viguera, m. 67), Griezmann; y Tamudo (Aguirretxe, m. 77). No utilizados: Zubikarai; Labaka, Bergara y Elustondo.

Real Madrid: Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Cristiano, Özil (Lass, m. 77), Di María (Granero, m. 79); y Higuaín (Benzema, m. 89). No utilizados: Dudek; Arbeloa, Pedro León y Canales.

Goles: 0-1. M. 51. Di María, desde fuera del área. 1-1. M. 61. Tamudo remata libre de marca una falta. 1-2. M. 76. Cristiano, de falta directa que rebota en Pepe.

Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó a Pepe, Ramos y Mikel González.

Unos 32.000 espectadores en Anoeta.

Con la Real en combustión, durante muchos minutos, especialmente en el primer tramo, el Madrid fue un equipo acartonado, con la pelota fuera de foco y sin más guión que la búsqueda de Cristiano Ronaldo, que acaparó cada jugada de ataque, fuera o no conveniente. A su alrededor, todos complacidos con el solista portugués, que ha arrancado el curso a su aire, más que de costumbre, por mucho que sellara el triunfo con un rebote. Ni siquiera Özil, anoche camuflado, le quitó protagonismo en el juego. Con la Real en alza, frente al monocultivo de Cristiano, apareció por sorpresa Di María y, desde el costado izquierdo, enroscó la pelota en la escuadra de Bravo recién comenzado el segundo acto. Un tanto magnífico e inusual: el argentino dio comba a la pelota con la pierna derecha, de la que no tiene memoria.

Hasta el latigazo de Di María, el Madrid estuvo sometido. Antes, el equipo de Martín Lasarte apenas había padecido rasguño alguno y, por el contrario, había puesto todo el picante. En el primer tiempo, Casillas intervino tan poco como Bravo, pero se llevó tres sobresaltos mayúsculos. Por dos veces Griezmann, primero de cabeza y luego con el pie izquierdo, se quedó a unos centímetros del gol. Lo mismo que Tamudo, al que le faltó ese medio metro que casi nunca le ha faltado en su carrera de goleador. Pero, por mucho que su volcánica salida del Espanyol hiciera pensar en su declive, hay goleadores eternos, esos que pocas veces fallan dos ocasiones. No lo hizo cuando más le necesitaba la Real, injustamente castigada por el marcador.

El equipo podía caer antes de la cuenta en la melancolía habitual de quien sabiéndose inferior maldice su mala fortuna y la eficacia de esos gigantes que logran la abundancia con una sola bala. El empate de Tamudo, al que Carvalho perdió de vista en el remate, le devolvió un rato la fe en su buen proyecto. Prieto gobernaba el juego ofensivo y el sostén de Rivas y Aranburu espantaba al Madrid, incomodísimo toda la jornada, obligado a un partido de mucho desgarro, de los que tendrá unos cuantos.

Su respuesta nada tuvo que ver con su constancia y brillantez frente al Ajax. Y no siempre se encontrará con una carambola como la del tanto ganador. Cristiano ejecutó una falta, el balón golpeó en Pepe, enredado en la barrera, y cogió un vuelo imposible para Bravo. La Real, de nuevo a la lona con un segundo golpe. Un cachete excesivo para los chicos de Martín Lasarte, que no se rindieron. Mucho orgullo para poco premio. Ante jerarcas como el Madrid, todo es poco.

Sergio Ramos felicita a Cristiano Ronaldo tras su gol.
Sergio Ramos felicita a Cristiano Ronaldo tras su gol.AFP
Un gol de Di María y otro de Cristiano Ronaldo rescatan al Madrid frente a una Real muy vitalista. <strong><a href="http://www.elpais.com/buscar/liga-bbva/videos">Vídeos de la Liga BBVA</a></strong>

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_