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Reportaje:NATACIÓN

España no tolera a su genio

La federación deja fuera de los Mundiales a su estrella, Rafa Muñoz, por 15 centésimas

Diego Torres

"No quiero entrenarme", le oyeron decir; "no quiero entrenarme". Corría la primera semana de octubre de 2010 en la lujosa piscina del centro Top Training, en Tenerife. El equipo español se acababa de concentrar con sus mejores componentes, pero el más famoso daba síntomas de abatimiento. Ni las lujosas instalaciones ni los aires marinos de la Caleta le habían estimulado suficientemente. Rafa Muñoz, probablemente el nadador más dotado que ha producido España en su historia, tenía uno de esos días melancólicos que le vuelven un poco hidrófobo.

El director técnico de la federación, Luis Villanueva, que en la práctica actúa con poderes de interventor del Consejo Superior de Deportes, es famoso por el celo con que cuida su dignidad de jefe. Según los testigos, cuando Muñoz le confesó que atravesaba un periodo de dificultades personales, en vez de ofrecerle su apoyo, lo despachó como quien corta amarras a machetazos: "Pues cógete un avión y lárgate a tu casa".

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Noriega, nadador: "No han sabido motivarle para que sea un Michael Phelps"

Muñoz fue expulsado de la concentración de Tenerife. Fue el principio del fin. Seis meses después, se quedó fuera de la lista para los Mundiales de Shanghái, que comienzan el próximo 14 de julio.

Inspirándose en el Ránking de 2010 de la Federación Internacional de Natación (FINA), Villanueva estableció un criterio objetivo para hacer la selección para Shanghái: citó a los nadadores en el Open de España de abril y para cada prueba puso una marca mínima. Para los 50 metros mariposa, la fetiche de Muñoz, el técnico decidió que 23,62s, el 15º mejor tiempo de 2010, sería una buena garantía de calidad.

Muñoz tocó la pared en 23,77s. Traspasó el límite por 15 centésimas y Villanueva lo borró de sus planes aunque actualmente el mariposista ocupe la 12ª posición mundial. Cuando le preguntaron si sería flexible, respondió con una negativa. Desde entonces, Villanueva no ha querido argumentar su decisión. Como esos funcionarios irreductibles, se limita a señalar el conducto reglamentario. Y el reglamento es una lista de tiempos que él mismo fijó y que deja a su nadador más dotado fuera de los Mundiales. Marginado y desanimado para afrontar la preparación de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Joan Fortuny fue el entrenador de Muñoz entre 2006 y 2008, durante sus primeros años bajo la égida de la federación. "En los 50 mariposa de los Mundiales, Rafa podría pelear por una medalla", dice Fortuny; "el problema es que en los Juegos no hay pruebas de 50 y no sé por qué él no está preparando los 100 para Londres. El entrenamiento de los 100 cambia mucho en relación al de los 50 porque hay que trabajar más la resistencia. ¿Qué motivación puede tener un nadador que hace poco competía contra Phelps y al que ahora solo permiten nadar un Campeonato de España?".

Entre 2008 y 2009, coincidiendo con una mejora espectacular en su rendimiento, Muñoz se entrenó en el Círculo de Nadadores de Marsella. Desde que regresó de Francia y comenzó a hacerlo bajo la supervisión de Villanueva perdió varios kilos de músculo. En 2009, la FINA le abrió un expediente por saltarse dos controles antidopaje, pero en 2010 fue absuelto. Mientras tanto, pasó de nadar los 50 mariposa en 22,43s a hacerlo en 23,15s. En la prueba de los 100 el deterioro fue más dramático: de tercero en el ránking de 2009 a 54º en el de 2010. Entrenarse en España se le hizo más fatigoso. Como los 100 exigen más dedicación, se concentró en los 50. El entrenador que lo dirige a diario en el CAR, José Antonio del Castillo, subordinado de Villanueva, ha preferido no responder a las preguntas de este periódico.

Fortuny, uno de los técnicos con más experiencia en España, defiende al nadador: "Es un superclase. Lo que más necesita es motivación. La mejor forma de estimularlo no es dejarlo fuera de unos Mundiales por una décima. España no es Australia ni Alemania. Esos países también hacen una selección por mínimas porque disponen de una cantidad de nadadores inconcebible en España. Aun así, el director técnico australiano ha rectificado e incluido a nadadores sin la mínima. Un nadador como Rafa aparece en España cada 20 años. Si miramos nuestra natación masculina para los Juegos, el panorama es preocupante".

La conquista del oro en los 50 metros de los Europeos de Budapest, el verano pasado, le sirvió a Muñoz para reivindicarse. Desde que batió el récord del mundo (22,43s ), en 2009 y con el ahora prohibido bañador impermeable, se había establecido como el abanderado de la selección con el apoyo de las instituciones y, sobre todo, el respaldo de Villanueva. Entre la beca ADO, la subvención del Ayuntamiento de Córdoba, los premios de la FINA y la federación española, los estímulos de la andaluza y las ayudas de la fundación Andalucía Olímpica se aseguraba entre 50.000 y 100.000 euros anuales. A sus 23 años, no era un mal comienzo. Pero, cuando parecía que las condiciones le volvían a favorecer, en Tenerife, se sintió melancólico. Y Villanueva se hartó.

Javier Noriega, veterano velocista español que nadó junto a Muñoz en el Open de abril, explica su punto de vista: "La federación no ha sabido motivar a Rafa para que sea un Michael Phelps. En sus pruebas específicas, los 50 y los 100 mariposa, Rafa puede estar al nivel de Phelps. No toda la culpa es de la federación, pero le han sometido a una presión y han creado unas expectativas que se han vuelto en contra del nadador. La opinión del director técnico pesa mucho sobre los nadadores. Con un nadador con ese talento debes tener la suficiente inteligencia emocional como para entender sus circunstancias y ser capaz de motivarlo desde ese punto de partida. En 2009 lo tenían en palmitas y ahora lo quieren tratar como a cualquiera".

Rafa Muñoz, after the 50m butterfly final at the last Worlds in Rome, when he won bronze.
Rafa Muñoz, after the 50m butterfly final at the last Worlds in Rome, when he won bronze.EFE (KERIM OKTEN)

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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