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FÚTBOL | Barcelona

Laporta pierde los nervios en el Prat y acaba en calzoncillos

El presidente del Barcelona "perdió los nervios" al comprobar cómo el detector de metales no dejaba de pitar, según el periodista José María García-Hoz

El presidente del Barcelona, Joan Laporta, acabó "en calzoncillos" y "perdió los nervios" al comprobar cómo el detector de metales de seguridad del aeropuerto del Prat de Barcelona no dejaba de pitar, según afirma una carta escrita por el periodista y empresario de prensa, José María García-Hoz, y que publica este lunes el diario ABC.

Otros pasajeros presentes en el momento del incidente confirmaron a Europa Press el incidente, que calificaron de "muy lamentable". Fuentes del Barcelona no quisieron comentar nada al respecto.

El incidente ocurrió, según García-Hoz, en la terminal del puente áereo del aeropuerto de Barcelona el pasado sábado 9 de julio a las 15:15 horas, cuando el aeropuerto funcionaba con "más sensibilidad" de la habitual, debido a los recientes atentados de Londres.

Laporta comenzó a ponerse nervioso tras pasar en dos ocasiones por el detector de metales y ver que éste seguía pitando, aunque se desprendiese de todos los objetos que portaba consigo, cuenta García-Hoz.

Insultos

Entonces, dice la carta, el dirigente barcelonista lanzó sus zapatos al otro lado del arco y comenzó a "proferir insultos hacia el personal de seguridad" mientras se quitaba los pantalones "y los metía en una cesta", quedándose así "en calzoncillos". A continuación, un guardia de seguridad conminó a Laporta a acompañarle al interior de una caseta, de la que salió minutos después "con los pantalones en su sitio y la misma indignación con la que entró", dice García-Hoz.

Según este periodista y empresario, el enfado del presidente azulgrana continuó después en el interior de la sala de espera en la que ambos se encontraron. "¿Qué me miras?' '¿Te he hecho algo?'. Articulé una respuesta quizás sin sentido: 'Pues sí, ha faltado usted al buen gusto, a las normas de educación y convivencia más elementales'. Progresivamente alterado, me espetó: '¿Qué pasa? ¿Te has excitado?'. En aquel momento los acompañantes del presidente del Barcelona consiguieron que Joan Laporta se callara antes de que continuara explicitando su homofobia", concluye la carta de García-Hoz.

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