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Reportaje:FÚTBOL | Internacional

Manchester ya no es lo que era

Gracias al dinero de Mansour, el City atrapa en todo al United, al que se mide en Old Trafford

Jordi Quixano

Lejos queda 1878, cuando un grupo de trabajadores ferroviarios decidió crear el Newton Heath L&YR (Lancashire and Yorkshire Railway) FC para hacer algo los sábados por la tarde. Ataviados con un jersey verde y amarillo, pusieron seis peniques cada uno para comprar un balón y afrontar algún que otro imprevisto. Tres años más tarde, Anna Connell y William Beastow, devotos de la iglesia de St. Mark, crearon al noreste de la ciudad otro equipo, el St. Mark's (West Gordon), que tenía como finalidad rebajar la criminalidad y la crispación en la industrial Manchester. El primer equipo se convirtió, a partir de 1902 y tras superar una crisis terrible gracias al impulso económico del empresario John Henry Davies, en el club universal Manchester United, un puntero en el panorama internacional, con tres Copas de Europa y más Ligas (19) que ningún otro club inglés. El segundo, ya en 1984, se transformó en el Manchester City a petición popular de la ciudad, menos laureado (solo una Recopa a nivel internacional y dos títulos de Premier), pero todo un boom en la actualidad, gracias a la chequera del jeque de Abu Dhabi Sheikh Mansour. Hoy, en Old Trafford (14.30, Gol TV), se miden ambos, segundo contra primero, los dos principales candidatos de la Premier, con el permiso del Chelsea.

El equipo de Ferguson afronta una crisis económica y de identidad

Indefinida la frontera del quién es quién, del rico y el pobre porque al City le rebosan los billetes mientras que el Mufc afronta de nuevo una crisis económica y de identidad -nos son pocos los aficionados que acuden al campo de amarillo y verde para exigir una recuperación de los orígenes, para reclamar el despido de la familia presidencial de los Glazer-, ambos equipos parecen batirse en igualdad de condiciones por primera vez en dos décadas, quizá desde la temporada 1990-91, la última vez que el Manchester City acabó por encima en la tabla clasificatoria. La superioridad regular de los citizens, sin embargo, no se da desde los finales de los años 60 -en 1968-69 ganó la Liga justo por delante del Mufc- y el inicio de los años 70, curso en el que ganó la Recopa europea. "Hay algo que nos diferencia", recordó el técnico citizen, Roberto Mancini; "ellos saben ganar cuando juegan mal, posiblemente porque están acostumbrados a vencer". A ello se rebela el jeque Mansour, que se ha gastado cerca de 430 millones de euros en tres años para reforzar la plantilla y, sobre todo, otra millonada (unos 350) en mantener el bloque. Resulta que desde entonces no ha habido una sola estrella que haya dejado el Manchester City por voluntad propia; que 14 de los jugadores del equipo (Tévez, Dzeko, los hermanos Touré, Barry, Kolarov, Bridge, Lescott, Silva, Milner, Nasri, Agüero, el cedido Adebayor, y Balotelli, que ayer incendió su casa con fuegos artificiales) están dentro de los 100 mejores pagados del mundo. Aunque el Manchester United también puede atraer a cualquier futbolista, su política de fichajes no es tan pomposa, sino que atiende relativamente a la cartera -en los tres últimos años ha venido a Cristiano Ronaldo y perdido por jubilación a futbolistas capitales como Gary Neville y Scholes- y pretende jugadores por explotar y no en su momento álgido, al contrario que su vecino. Caso de De Gea, Phil Jones, Chicharito...

Pícaro como es, Ferguson alabó la actitud de Mancini con respecto a Tévez [se negó a jugar en un partido y el club le ha sancionado con dos millones y suspensión de empleo y sueldo por un mes], pero pronto soltó el comentario ácido. "El Manchester City es un buen equipo, pero no podemos descontar al Chelsea", aclaró. Mancini replicó: "La idea es ser pronto un club top". La última vez que se enfrentaron ambos equipos, en la Community Shield (Supercopa inglesa), en Wembley, el City se adelantó con dos goles, pero el United respondió con tres dianas, ya en el segundo acto, y se llevo la victoria. Cuestión de mentalidad. Pero Manchester ya no es lo que era y Old Trafford actuará de juez.

Agüero, a la derecha, celebra un gol con dos compañeros del Manchester City.
Agüero, a la derecha, celebra un gol con dos compañeros del Manchester City.ROBIN PARKER (EFE)

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