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Crónica:ALEMANIA 2006 | México - Portugal
Crónica
Texto informativo con interpretación

Lo ibérico está de moda

A México le perdió el sistema defensivo y un penalti fallado por Bravo

Portugal lindo. México salió a defenderse y se encontró un barrido. El luso. Y es que lo ibérico está de moda en este Mundial. Fue un primer tiempo frenético, sin reservar nada. Los de Scolari jugaban sin Nuno Valente, Costinha, Deco, Cristiano Ronaldo y Pauleta. Casi nada. Pero daba igual.

Aunque México dio primero, en un chut por la derecha de Fonseca, a los 6 minutos se caía Gelserkinchen, allí donde el Oporto conquistó la Champions en 2004. El gol, de Maniche, magnífico llegador, a pase de Simao. La jugada la comenzó el propio autor del tanto, con lo que la lusa dibujó un triángulo mágico perfecto que destrozó a los tres centrales mexicanos. El 1-0 animó más a Portugal. Tras un susto de Bravo, Figo tiró del equipo. Está rejuvenecido el hoy interista y representante del tardogalactismo, palabro inventado para la ocasión.

La mano del diablo. Esa fue la de Mázquez al despejar ingenuamente un saque de esquina. El penalti lo transformó Simao a los 24 minutos. Es evidente que en Alemania sólo hay un káiser y no es mexicano. Es Beckenbauer.

México tiró de espíritu ranchero para acortar y hasta merecer el empate en un enloquecido tramo final, con cerco al buen portero que es Ricardo Corazón de León, bravo ante Bravo (29'), aunque estático segundos después en el 2-1, que peinó de cabeza Fonseca. Pardo, al filo del descanso, tuvo la igualada, aunque emergió Ricardo para salvar y desquiciar a La Volpe, amargado en el banquillo, solo, una especie de Conde de Montecristo cabreado con su dragón chino destrozando la corbata.

Ese penalti

México salió espoleada por Zinha, su maravilla brasileña. Y a los 57 minutos, pena máxima, Mano de Miguel para blocar un recorte espectacular de Pérez. Pero Bravo, que no tuvo su tarde en el remate, lo lanzó como un central, fuerte y altísimo. Fuera. Luego hubo un piscinazo de Pérez (60') y Lubos Michel, que va de creído, lo echó por segunda amarilla. Injusta burocracia arbitral FIFA.

Aun con uno menos, Bravo, 'again', tuvo la ocasión de empatar. ¿A dónde lanzó la pelota? Al público. En la recta final, el mariachi mexicano trató de revolucionar el duelo. Angola vencía a Irán y hasta peligraban los octavos. Portugal, tranquilo, trataba de dejar pasar el tiempo y matar a la contra.

No se movió el marcador pese al notable esfuerzo mexicano con el Guille Franco. Y Portugal, otro que pasa con tres de tres. Como Alemania. Cuidado con los subcampeones de Europa. Quizás vayan de tapados.

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