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Fútbol | 34ª jornada de Liga

Una tormenta impide el Sevilla-Barça

Teixeira Vitienes ordenó la suspensión del encuentro pasadas las diez de la noche por estar anegada una de las bandas del Sánchez Pizjuán

Alrededor de las siete y cuarto de la tarde, el cielo de Sevilla se convirtió en un mar de agua y hielo que, a las nueve y media, se secó. La tormenta de granizo sobre la capital andaluza fue colosal. Se calcula que cayeron 60 litros de agua por metro cuadrado. Comenzaron los pedriscos del tamaño de lentejas y acabaron con el de aceitunas gordales, que en su nombre indican el calibre. A la hora en la que debería de haber dado comienzo el encuentro, la altura del agua alcanzaba los cinco centímetros de profundidad sobre el césped de la banda de fondo, en el ala oeste del estadio. El resto del terreno de juego estaba muy poquito mejor. El túnel de acceso al campo desde los vestuarios estaba inundado, los maletones de los equipos de televisión flotaban sobre el agua estancada y algunos futbolistas subían hasta el palco para asomar la nariz y ver en vivo lo que sucedía. Todo el mundo, hasta los aficionados que habían pagado su entrada, creían que allí no se podía jugar al fútbol. Todos menos Teixeira Vitienes.

El árbitro, Fernando Teixeira Vitienes, el encargado de tomar la decisión sobre el devenir del partido, saltó al terreno de juego a las nueve en punto. Frunció el ceño y se metió cobijado bajo un paraguas de golf junto al delegado sevillista, Cristóbal Soria, y barcelonista, Carles Naval. Se dio media hora para tomar la decisión. Pero no lo hizo. Para entonces, el drenaje del césped de Nervión había logrado evacuar la mayoría del agua, con la excepción de la citada línea de fondo, sobre la que Teixeira tiró la pelota que obviamente flotó en vez de botar. Entonces se dio media hora más. Los presidentes del Sevilla y Barcelona, José María del Nido y Joan Laporta, no pudieron esconder sus resoplidos de contrariedad ante el margen que decidió darse el árbitro. Y es que el partido no les apetecía a ninguno de ambos clubes. Del Nido lo dejó más que claro ante la prensa tras el encuentro: "Yo ya sólo pienso en Schalke, Schalke, Schalke y, si quieren se lo digo más extenso Schalke 04, Schalke 04, Schalke 04".

A las diez salió el árbitro con los delegados de nuevo y de nuevo se le ahogó el balón. Teixeira suspendió el encuentro definitivamente a las diez y cinco de la noche. Los jugadores habían permanecido listos desde el principio, de corto y procurando mantener los músculos calientes encerrados en el vestuario. El endocrinólogo del Sevilla incluso había proporcionado una dosis de un complejo vitamínico a los futbolistas del conjunto andaluz para que no perdieran nada de fuerza.

Lo que tenía de los nervios a Teixeira y al estamento que representa es la falta de fechas para que se dispute el encuentro. El Barcelona se enfrenta el próximo miércoles al Milan en las semifinales de la Liga de Campeones y el Sevilla el jueves al Schalke en las de la Copa de la UEFA.

A las mencionadas citas y el partido del fin de semana siguiente hay que sumar que les sigue una jornada liguera entre semana, el 3 de mayo. El domingo 7, se disputa la penúltima jornada liguera. Y aquí comienza a complicarse la situación.

Si el Sevilla se clasifica para la final de la Copa de la UEFA, la jugaría el día 10, miércoles, el 14 se disputaría la última jornada liguera y el 17 la final de la Liga de Campeones, en la que podría estar el Barcelona.

El calendario tan sólo deja dos posibilidades o se juegan dos jornadas en la primera semana de mayo: el martes 2 de mayo, Sevilla-Barcelona; el jueves 4, el Sevilla-Getafe y el Celta-Barcelona; y el domingo 7, el Málaga-Sevilla y el Barcelona- Espanyol. El Sevilla jugaría así sábado, martes, jueves y domingo antes de la hipotética final de Eindhoven, al miércoles siguiente.

La otra posibilidad es que el encuentro se dispute tras las finales europeas y la conclusión de la Liga. Algo que afectaría a la incorporación de algunos futbolistas a la selección. Bueno, en el caso de los barcelonistas Puyol, Iniesta y Xavi, porque Luis Aragonés no ha incluido a ningún sevillista ni tan siquiera entre los 33 futbolistas elegidos para la jornada de convivencia del pasado día 10 en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Los equipos, la Federación, la Liga de Fútbol Profesional y, si corresponde, el Comité de Competición decidirán. Por el momento, parece que habrá que esperar al final de esta semana para ver si ambos conjuntos consiguen alcanzar las finales continentales por las que compiten.

La suspensión le viene de perlas a ambos conjuntos. . Los entrenadores sevillista y barcelonista, Juande Ramos y Frank Rijkaard respectivamente, llevaba un par de días rumiando qué hacer y qué no de cara a este encuentro. Rijkaard dejó a Ronaldinho en Barcelona y la victoria del Valencia en San Mamés le dejaba sin opción de proclamarse campeón en el Sánchez Pizjuán, aunque se impusieran el Sevilla. Por su parte, Ramos dio descanso a David Castedo y se debatía sobre otros más, entre jugadores tocados o simplemente agotados, como es el caso de Daniel Alves, Maresca o incluso de Saviola. Al final una granizada -no es que les hiciera falta- les resolvió el embrollo. Pero ya se acercan los nubarrones de otro.

Como nota curiosa, cabe recordar que es el tercer partido suspendido para el Barcelona por lluvia en la soleada Sevilla. Los dos anteriores tuvieron lugar contra el Betis.

Estado del Sánchez Pizjuán poco antes de la suspensión del partido.
Estado del Sánchez Pizjuán poco antes de la suspensión del partido.ALEJANDRO RUESGA

SIN FECHAS EN EL CALENDARIO

- Esta semana, el Barça juega la Liga de Campeones (miércoles) y el Sevilla la Copade la UEFA (jueves)

- A la semana siguiente, el miércoles 3 se disputa la 36ª jornada de Liga

- Una semana después, el miércoles 10 está fijada la final de la Copa de la UEFA, en Eindhoven

- El día 14 acaba la Liga y el 17 se juega en París la final de la 'Champions'

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