Bruselas propone gravar con 1,4 euros cada par de zapatos chinos
La batalla entre liberales y proteccionistas amenaza con dar al traste con los planes de Bruselas de penalizar la entrada de zapatos baratos fabricados en Asia con ayudas públicas. La Comisión Europea anunció ayer su intención de seguir adelante con sus planes para gravar con 1,4 euros cada par de zapatos chinos que llegue a la Unión Europea y con 0,8 euros los que vienen de Vietnam. Bruselas insiste en que los mayoristas no deberían repercutir el arancel sobre los consumidores. Como pedía España, los recargos se aplicarían también al calzado infantil.
Según los datos con los que trabaja la Comisión Europea, las importaciones procedentes de China han crecido en un 450% desde 2004, y los zapatos de piel copan el 35% del mercado europeo del calzado.
Pero para que las medidas antidumping que propone el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, entren en vigor en octubre, antes deben contar con el visto bueno de la mayoría de los Veinticinco. Mientras países afectados como el desembarco masivo del calzado asiático como España, Francia o Italia apoyan los planes del Ejecutivo europeo, los anglosajones y los países nórdicos constituyen el núcleo duro de los que se oponen al dictado de medidas proteccionistas como las que pretende Mandelson.
El pasado mes de abril, Bruselas ya estableció medidas provisionales para luchar contra los precios por debajo del coste de producción a los que China y Vietnam venden su calzado al resto del mundo, en parte gracias a la vigencia de ayudas públicas en esos países. Las medidas provisionales caducan el 7 de octubre, fecha en la que los Veinticinco deben haberse pronunciado definitivamente.
