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Reportaje:

Europa se pone las pilas

La Comisión Europea revisa al alza sus previsiones de crecimiento para este año

Andreu Missé

Por fin la economía europea ha despegado en 2006. Tras un periodo de lenta recuperación entre mediados de 2003 y finales de 2005, con un crecimiento medio del 1,3%, en la zona euro el ritmo de la expansión ha cambiado de marcha en 2006. La Comisión Europea ha revisado al alza las previsiones de crecimiento para este año y el Banco Central Europeo también se muestra optimista.

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El crecimiento pasó del 0,3% del último trimestre de 2005 al 0,9% en el segundo trimestre de 2006, tanto en la zona euro como en la europea de los Veinticinco. "Se trata de la tasa más alta de expansión desde el segundo trimestre de 2000", según el reciente informe de la Dirección General de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea, conocido como las previsiones económicas de otoño, de 2006.

Unos días antes a la presentación del informe, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, en una conferencia pronunciada en el Bavarian Business Forum en Múnich, ya había destacado la relevancia del crecimiento europeo a pesar de las adversidades coyunturales. "Hoy", afirmaba Almunia, "el crecimiento económico en Europa está mostrando una considerable resistencia en un ambiente de tensiones geopolíticas, grandes desequilibrios en las cuentas corrientes y los altos y volátiles precios energéticos". "Durante la primera mitad de 2006", añadía el comisario, "el crecimiento del producto interior bruto en la zona euro y en el conjunto de la Unión Europea se aceleró hasta una tasa anual del 3,5%, un comportamiento por encima de las previsiones iniciales".

Entre los principales factores que explican esta recuperación, según la comisión, destaca el logro de una política macroeconómica mejor ajustada que en épocas precedentes, como lo refleja el mejor control de la inflación y una apreciable reducción del déficit público. Además, hay que contabilizar la bonanza de las condiciones financieras, los altos beneficios de las empresas y la todavía sólida expansión de la economía mundial.

Efectivamente, Europa es la gran beneficiada del arrastre de la economía mundial y sobre todo de las economías emergentes. Las previsiones de crecimiento de la economía mundial para este año son del 5,1%, muy poco por debajo del récord de 2004, en que el crecimiento alcanzó el 5,3%. Para 2006, el crecimiento económico de Estados Unidos será del 3,4%; Japón, 2,7%; China, 10,4%; Rusia, 6,7%; Asean y Corea, el 5,1%; América Latina, 4,7%, y África subsahariana, 4,6%.

La intensificación de la globalización ha jugado también a favor del crecimiento. El comercio mundial ha registrado un comportamiento mejor del previsto, con aumento estimado del 9%. Este dinamismo se ha producido a pesar de que los precios de las materias primas subieran en un 20% por tercer año consecutivo. En el caso del petróleo los precios alcanzaron un nivel récord de casi 80 dólares por barril el pasado agosto. El precio medio durante el año, no obstante, ha sido de 65,5 dólares por barril, lo que significa una subida del 21% respecto a 2005. Para los próximos dos años las previsiones son de 66,3 y 68 dólares barril, respectivamente, lo que representa alzas moderadas de entre el 1% y el 2%.

El crecimiento económico europeo ha estado sostenido sobre todo por el vigor de la demanda interna y en particular por la inversión, que ha crecido un 6% durante el primer semestre. La inversión en bienes de equipo aumentará un 5% y en el sector manufacturero, con un fuerte impacto en la creación de empleo, el incremento será del 7%, "la tasa más alta de los últimos siete años", según el informe de la comisión.

Inflación estable

La mejora del escenario económico se refuerza con el buen comportamiento de la inflación, que este año se mantendrá estable en el 2,2% conforme a las previsiones. El pronóstico del informe es que para 2007, tanto en la zona euro como en la Europa de los Veinticinco, los precios se situarán justo por encima del 2%, para caer por debajo de ese nivel en 2008.

La salud de las finanzas públicas ha sido también mejor de lo previsto. El déficit presupuestario medio, tanto en la UE como en la zona euro, se ha situado en el 2%, contra el 2,3% y el 2,4%, respectivamente del año pasado. La mejora se ha debido en buena medida a que los ingresos fiscales han aumentado por encima de las previsiones. A pesar de este saneamiento, cinco Estados miembros, dos de los cuales pertenecen a la zona euro, registrarán un déficit superior al 3% durante este ejercicio. Las previsiones para 2007 y 2008 son que el déficit de las administraciones centrales para la UE sean del 1,6% y 1,4%, respectivamente.

Para Almunia, la mejora registrada "prueba el fundamento de las reformas económicas y los esfuerzos de saneamiento presupuestario acometidos en un contexto de una economía mundial fuerte y que deberían animar a los Estados miembros a continuarlas como única vía susceptible de reforzar y mejorar el crecimiento y la creación de empleos". Las buenas perspectivas para el conjunto de 2006 se debilitan de nuevo para los dos años siguientes. Para 2007 y 2008, las previsiones de crecimiento en el conjunto de la Unión Europea descienden al 2,4%, mientras que para la zona euro se limitan al 2,1% y 2,2%, respectivamente. Las causas de esta moderación están en el menor dinamismo del conjunto de la economía mundial, que rebajará su crecimiento al 4,6%, y en el impacto temporal de las medidas presupuestarias en Alemania, donde la subida de tres puntos del impuesto sobre el valor añadido provocará una contención de la demanda y por tanto de la actividad económica, según los expertos.

El Banco Central Europeo (BCE) comparte el diagnóstico en su boletín de noviembre. Sus economistas creen que la economía de la eurozona se verá favorecida por "un mayor equilibrio interregional" y un intenso crecimiento mundial.

La entidad europea afirmó que "se dan las condiciones" para que la economía de los 12 países que comparten el euro crezca en tasas cercanas a su potencial a largo plazo. El BCE considera posible que "entre finales de este año y principios del próximo, las tasas de crecimiento intertrimestrales muestren cierto grado de volatilidad por efecto, principalmente, del aumento de los impuestos indirectos en un país grande de la zona euro en enero de 2007", en referencia a la subida del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 16% hasta el 19% prevista para el próximo año en Alemania, la mayor economía del área euro.

Al mismo tiempo, el BCE observa que la actividad económica mundial ha mostrado mayor equilibrio interregional e intensidad, "lo que constituye un estímulo constante para las exportaciones de la zona euro".

Además, el banco europeo prevé que la inversión del área euro mantenga su dinamismo, beneficiada de un prolongado periodo de condiciones de financiación muy favorables, con unos tipos de interés muy bajos, y la mejora de los beneficios empresariales.

Según los pronósticos de los analistas, el BCE volverá a subir en diciembre moderadamente el precio del dinero para el área del euro, actualmente en el 3,25%. Los mensajes del banco van en esa dirección.

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