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Reportaje:Batalla en el sector de la energía

"¡Hay partido!"

La irrupción de Acciona revive la pugna por el control de Endesa cuando parecía que el grupo E.ON había triunfado

"¡Hay partido!". Al autor de la frase, un alto cargo, sólo le sirvieron dos palabras para resumir de forma tan gráfica la situación sobre el desembarco de Acciona en Endesa cuando todo el mundo daba por hecho que el gigante alemán E.ON ganaba por goleada. El partido cobra más intensidad tras conocerse los contactos entre ACS, principal accionista de Unión Fenosa, e Iberdrola, lo que daría lugar a otro gran grupo nacional energético.

El juego estaba parado durante la mañana del lunes. A primera hora de la tarde, poco antes de que la Bolsa cerrase la sesión, José Manuel Entrecanales salió disparado en su coche hacia La Moncloa donde había quedado con Miguel Sebastián. El presidente de Acciona le explicó al asesor de Economía de Presidencia los detalles de su desembarco en Endesa: compra del 10% e intención de adquirir hasta un 25% con el apoyo financiero del Banco Santander. Al mismo tiempo, Rodrigo Uría, presidente del despacho de abogados que ha asesorado en la operación, se lo comunicaba al vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes. Tras su entrevista con Sebastián, el jefe del grupo constructor se trasladó a la sede del PP, donde le esperaban Ana Pastor y Miguel Arias Cañete. Aunque en aquellos momentos ya se habían producido algunas filtraciones para los iniciados, Acciona cumplía debidamente tanto con Gobierno como con el principal partido de la oposición.

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Los siguientes pasos se dirigieron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ya que el hecho era más que relevante, y a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que debe aprobar la compra de más del 10% del capital de cualquier empresa energética.

Reunión en La Moraleja

Entrecanales, Uría y sus colaboradores se volvieron a encerrar después en la sede de la empresa, en el lujoso barrio de La Moraleja, al norte de Madrid, para continuar perfilando estrategias. Ayer, a las ocho de la mañana, y prácticamente tras una noche en vela, el director corporativo, Juan Muro, explicaba a los bancos de inversión los detalles. Una hora más tarde, el mercado abría con las cotizaciones de Endesa y Acciona suspendidas, situación en la que estuvieron hasta pasado el mediodía.

Acciona midió bien los tiempos y la discreción. En la reciente boda del hijo menor de Emilio Botín, presidente del Santander, Entrecanales pudo incluso comentarlo con Solbes, ambos invitados, aunque fuentes oficiales aseguran que el ministro no lo supo hasta el lunes. Anunció la operación justo la víspera de que la Comisión Europea hiciera público que las medidas esgrimidas por la CNE contra E.ON eran ilegales y que, por tanto, tiene que modificarlas. Su planteamiento le viene de perlas al Gobierno de Zapatero: se comprometió con la canciller Merkel a retirar las exigencias que había puesto a E.ON y, ahora, le surge una opción que le permite sostener que no ha incumplido y cumplir su objetivo de mantener la españolidad de la eléctrica. Una jugada redonda. Una fuente gubernamental manifestaba ayer: "El Gobierno no interviene, pero sí opina, y está muy satisfecho ante la posibilidad de que se cree una gran empresa española".

En esta ocasión, además, tiene el PP a favor, aunque con matices. "Si la operación se ha hecho sin ninguna injerencia política, no tenemos nada que objetar, ya que es preferible así que quede en manos extranjeras", afirma Arias Cañete. "Forma parte de la lógica de las constructoras de buscar la diversificación en un contexto de racionalización económica", añade.

Tras los crudos y largos enfrentamientos que tuvieron Gobierno y oposición por la oferta hostil de Gas Natural sobre Endesa, estas palabras constructivas de Arias Cañete no dejan de ser noticia. En pocas ocasiones y en muy pocos temas el PP ha estado de acuerdo con aquello que ejecutaba o simplemente pensaba el Gobierno.

Entrecanales quiere representación en el consejo. Pero Manuel Pizarro, presidente de Endesa, al que en un principio se le situó detrás del entramado de la operación, piensa repetir la fórmula Caja Madrid, que posee el 10%. Es decir, que tenga tantos puestos en el consejo como le correspondan por el capital. Mientras tanto, Caja Madrid mantiene silencio. En cualquier caso, si Acciona mantiene su 25% y la caja el 10%, limitarían al 65% el capital que estaría sometido a la OPA anunciada por E.ON. Acciona necesita socios para gestionar y puede ser la caja o incluso la propia E.ON. Con los estatutos en la mano, un accionista sólo puede tener derecho de voto sobre el 10% como máximo, por lo que con la caja tiene una minoría de bloqueo que dificultaría que el gigante alemán alcanzase por sí solo el 50,01% y el control de la empresa.

Las elucubraciones apuntan hacia el Santander, la entidad que financia la operación y que va a pilotarla como banco de inversiones, como tercer socio. Eso significa que estaría en el puente de mando, pero no que vaya a entrar en el capital, según han asegurado fuentes del banco. Por otro lado, la SEPI tiene el 3%; pero el grupo público ni ha vendido ni está dispuesto a vender mientras no se aclaren las cosas, por lo que ese porcentaje va contra los intereses alemanes.

Ayer E.ON descolocó a los inversores. Primero dijo que mantenía la oferta y a última hora elevó a 35 euros el precio. Un habitual observador del sector apunta que "no tiene más remedio que continuar, lo único que quiere asegurarse es que el Gobierno no esté detrás". Y lo hace elevando su oferta un 38% sobre la inicial. Supera el precio pagado por Acciona en tres euros, lo que es una cantidad muy estimable aunque no parece suficiente para que el grupo español venda.

Recursos y estatutos

Si E.ON no sube, las tentaciones para desprenderse de acciones no serán muy grandes. Algunas fuentes especulaban ayer con la posibilidad de que E.ON hubiera ofrecido a Acciona compartir mesa y pan, extremo que negaron fuentes de esta empresa. Gas Natural, por su parte, contempla cómo se mueven a su alrededor. Se da por seguro que no tardará en arrojar la toalla, pero La Caixa, su principal accionista, todavía no ha dicho la última palabra, pero, no obstante, podría cambiar de caballo y entrar en la operación Fenosa-Iberdrola, aunque fuentes consultadas la colocan fuera.

Y en medio de tanto fregao, Endesa espera acontecimientos. Mientras se ha mantenido encastillado, Pizarro ha visto como la acción crecía (ha pasado de 18 a 32 euros en un año) y los accionistas -minoritarios y fondos- se frotaban las manos. Ahora tendría que retirar los recursos -uno de ellos en el Supremo- que están en trámite y que impedirían continuar la operación. También podría convocar una junta para cambiar los estatutos. Pero el presidente aragonés ya ha anunciado que no moverá ficha mientras no haya una solución que considere buena. El precio ya circula por encima de donde él quería y seguramente lo superará. Queda que la segregación de activos le convenza. Hay partido.

José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona.
José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona.

Del ladrillo al vatio

Todos los acontecimientos apuntan que el crecimiento natural del sector de la construcción está en el eléctrico: la entrada de Acciona en Endesa; la de ACS en Unión Fenosa y ahora en Iberdrola; el intento de FCC de apoyar a Gas Natural en su OPA a Endesa... es la diversificación ante el agotamiento que puede haber en su habitat natural.

El interés de Acciona por una empresa eléctrica no es nuevo, como tampoco lo es que una constructora entre en el capital de una compañía energética. Sucedió el año pasado, en septiembre de 2005. El Banco Santander había puesto en venta el 22% que poseía en Fenosa y el grupo de la familia Entrecanales pujo. Pero perdió. Se le adelantó a última hora, cuando parecía todo el pescado vendido, otro grupo constructor. ACS, la firma presidida por Florentino Pérez, que hizo una jugada maestra, elevando el precio de la acción a 33 euros. Entrecanales ofrecía 32. Fenosa cotizaba a 27.

Ahora, Acciona y, precisamente con el apoyo del Santander, se saca la espina que tenía clavada. El banco presidido por Emilio Botín le financia la mayor parte de la operación, valorada en más de 7.000 millones, y el grupo pone 1.500 de fondos propios.

Si su vocación es de permanencia como asegura, tendrá posibilidades de crecer en un sector en el que ya cuenta con una filial, Acciona Energía, dedicada a parques eólicos. Además la presencia de Endesa en Latinoamérica le sirve una plataforma industrial envidiable. Sólo si E.ON le pone sobre la mesa una oferta tentadora, podría irse con suculentas plusvalías. Pero no parece que vayan los tiros por ahí.

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