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Renault presenta una regulación temporal para 1.300 empleados

La medida afectará de forma rotatoria a Valladolid y Palencia

En un contexto de menores ventas y producción, la dirección de Renault planteó ayer a los sindicatos un expediente de regulación de empleo (ERE) para suspender durante un año y medio a 1.300 trabajadores en las plantas de Valladolid y Palencia, el 20% de ambas fábricas. Los sindicatos exigen garantías de futuro, especialmente para el centro vallisoletano.

El presidente de Renault España, Juan Antonio Fernández Sevilla, aseguró ayer en Barcelona que se trata de un "problema coyuntural", ante la necesidad de adaptar la producción a la menor demanda, al tiempo que expresó su intención de recuperar el actual volumen de plantilla en 2008.

La producción de turismos de Renault en España -el segundo centro industrial de la marca del rombo después de Francia- ha caído un 36% hasta el tercer trimestre. Hasta octubre, Renault acumula una caída de ventas del 18%, aunque el Mégane sigue siendo el modelo más vendido en el mercado español.

Según explica la compañía en un comunicado, las previsiones de fabricación para finales de año -190.000 vehículos en Palencia, donde se ensambla el Mégane, y 100.000 en Valladolid, de donde sale el Clio y el fallido Modus- hacen "imperativo" la supresión temporal de un turno en la planta vallisoletana de carrocerías y montaje, y otro en Palencia "lo antes posible y, en todo caso, el 1 de enero de 2007".

El expediente afectará, de forma rotatoria a un millar de trabajadores de mano de obra directa y 300 de estructura, comerciales. Fernández Sevilla destacó que los trabajadores afectados "no dejarán de pertenecer a la empresa", ya que el ERE supondrá la suspensión temporal de sus contratos, pero no su extinción.

La empresa ha anunciado que los detalles del expediente de regulación serán planteados en la reunión que ambas partes celebrarán el próximo lunes.

Normalidad en 2008

La compañía ya había agotado todas las medidas de flexibilidad laboral, debido al exceso de horas que los trabajadores de ambas plantas deben a la empresa. En algunos casos se acerca a 90 horas, según la UGT. Fernández Sevilla espera recuperar "un nivel de efectivos similar a la situación que tenemos actualmente", tras la adjudicación en 2008 del sustito del Mégane.

La UGT y CC OO se muestran contrarios a aceptar sin más condiciones el citado expediente, máxime teniendo en cuenta que durante meses su mayor preocupación ha sido solicitar mayor carga de trabajo para evitar este tipo de situaciones. Las centrales exigen un plan de futuro, especialmente para el centro vallisoletano.

El alcalde de Valladolid, Franciso Javier León de la Riva, mostró ayer su preocupación por la fábrica de montaje, pero no puso en duda el futuro de la planta de motores.

Fernández Sevilla participó ayer, en calidad de presidente de la patronal Anfac, en las jornadas de automoción que organiza anualmente el IESE, y en las del sector reclamó un nuevo modelo fiscal e infraestructuras ferroviarias para poder seguir fabricando en España.

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