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Las aerolíneas de bajo coste se lanzan a competir por los pasajeros de negocios

Las compañías baratas ofertan vuelos a horas clave y más conexiones con centros económicos

Al principio fue el turista de bolsillo estrecho; ahora toca reclutar a empresarios y profesionales. Las aerolíneas baratas atacaron hace unos años el flanco de los viajes intraeuropeos hasta lograr que uno de cada tres pasajeros internacionales lleguen a España en uno de sus vuelos. Esta temporada la batalla se libra en la captación de viajeros de negocios. Para ello, las cuatro principales compañías de bajo coste que operan en España (Easyjet, Ryanair, Air Berlin y Vueling) ofrecen vuelos en las franjas clave y más conexiones con los centros económicos europeos.

Las aerolíneas de vuelos baratos parten de un análisis prácticamente unánime: cada vez las empresas permiten menos viajes en primera clase a sus empleados y los pequeños y medianos empresarios (numerosísimos en España) no están dispuestos a pagar altos precios por lujos innecesarios en vuelos de dos horas. Además, suelen pagar algo más porque compran más cerca de la fecha de viaje y están dispuestos a gastarse algo durante el vuelo, ya sea en catering o productos de venta a bordo.

Pero para captar a esos pasajeros y competir con las compañías de red hay que ofrecer vuelos a horas tempranas (pero que no obliguen a madrugones innecesarios, entre las 7.30 y las 8.30), que permitan llegar a reuniones hacia las diez de la mañana, con posibilidad de regreso por la tarde, además de conexiones más frecuentes con los grandes centros económicos.

"El viajero de negocios utiliza mucho las líneas de bajo coste fuera, pero no aún en España", explica el director general de Easyjet para el sur de Europa, Arnaldo Muñoz, quien apunta que un 30% de sus pasajeros europeos corresponden a este segmento de clientes.

"La estrategia clásica de ofrecer muchas rutas se cambia ahora por reforzar las de negocios. El punto más llamativo es ofrecer frecuencias a primera hora de la mañana, con posibilidad de ir y volver en el día, si quieres que te tomen en serio". Así que la compañía británica, que mañana presenta su nueva base de operaciones en Barajas, volará entre Madrid y Londres-Gatwick a las 7.25 para competir con Iberia y British Airways, que comparten vuelo a las siete de la mañana a Heathrow. "Un aeropuerto cada vez más lento y farragoso", opina Muñoz.

El consejero delegado de Vueling, Carlos Muñoz, presentó hace una semana el plan de la compañía catalana, también muy orientada al pasajero de negocios, con más frecuencias intraeuropeas (dos conexiones diarias entre Madrid y Roma, Milán, París y Amsterdam) y una fuerte apuesta por el puenting Madrid-Barcelona, con cinco frecuencias diarias.

Ryanair apunta en la misma dirección, pero más tímidamente. La responsable de marketing y ventas para España, Caitriona Beggan, no confirma que la compañía vaya a operar el permiso de vuelo que obtuvo para enlazar Madrid y Granada, pero sí operará desde la capital española a Dublín a partir de febrero y estudian establecer también una conexión con Londres, ambos vuelos enfocados a captar pasajeros de negocios.

El director para España y Portugal de Air Berlín, Álvaro Middelmann, explica que su empresa comenzó esa apuesta por el pasajero de negocios hace tres años, porque lo consideran la "evolución lógica" de una compañía dedicada a vuelos turísticos. "Hemos complementado nuestra oferta con bastantes frecuencias en centros importantes desde el punto de vista económico", comenta algo que se reforzará con la incorporación de DBA, la compañía alemana de vuelos domésticos que acaba de comprar. "Nos estamos convirtiendo en una aerolínea de red", afirma.

El fin de la clase 'business'

Sin embargo, Air Berlin, que también presenta mañana su programación, no apuesta por el mercado doméstico español más que para las conexiones turísticas con Baleares. Del 1 de abril al 23 de agosto han transportado 734.000 pasajeros entre la Península y Palma de Mallorca. "No arriendo el beneficio a los que tienen intención de entrar en el mercado doméstico español; lo van a pasar mal, porque las dos grandes no se van a dejar quitar clientes", vaticina en alusión a Iberia y Spanair.

Bernhard Kupka, director comercial de Clickair, la nueva compañía de bajo coste en la que participa Iberia, tiene claro que la primera clase o business tiende a desaparecer en las cortas y medias distancias (pero no en las largas, donde está apostando fuerte Iberia, entre otras).

Kupka añade que, además del buen precio, ofrecen cierta flexibilidad para cambiar el billete por otra hora o bien otro destino con un coste de 20 euros, "totalmente asequible" para este tipo de clientes.

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