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Reportaje:

Leo, leo, ¿qué lees?

Los expertos reunidos en Salamanca piden apoyo para que la biblioteca sea el corazón de la escuela y seduzca a los pequeños lectores

Madrugar, sumar horas de clase, hacer deporte, saturar la tarde con inglés, música, yudo y visitas al ortodoncista antes de hacer los deberes y de engullir un bocadillo. ¿Y leer cuándo, dónde? ¿Lectura para aprender, o lectura como evasión? La LOE (Ley Orgánica de Educación) hace obligatoria la biblioteca escolar. Pero en muchos centros ésta es sólo una sala en penumbra, a veces cerrada y llena de carencias. Así se ha recordado en el I Congreso Nacional de Bibliotecas escolares organizado en Salamanca por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y la Junta de Castilla y León. La lectura se ha convertido en una cuestión de interés público, y los españoles que leen son ya el 58% (en 2000 solo lo hacía el 50%). Pero ¿cómo habituarse a consultar y aficionarse a saborear autores a edades en que la vida es curiosidad? Se trata de que "los alumnos pierdan el miedo al libro", afirmó en Salamanca Fernando Savater, y "descubran el intenso placer de leer".

Se trata de que "los alumnos pierdan el miedo al libro", afirma Fernando Savater

"La biblioteca debería ser el corazón del centro escolar", añadió Savater. "Lo que importa es que esté viva, que no sea una habitación vacía", asegura María Jesús Illescas, directora del colegio Séneca de Madrid, un centro de primaria galardonado en 2004 con el primer premio de bibliotecas escolares. Organizada como si se tratara de una pública, aunque a pequeña escala, es una biblioteca muy visual, dirigida a seducir a los pequeños. Cuenta con una sección infantil, la cueva de los ratones, y la biblioteca para los de primaria. "Tienes que empeñarte para que salga adelante", confiesa la directora. El premio les permitió adquirir libros y catalogar los fondos. La ministra Mercedes Cabrera visitó la biblioteca después de las mejoras y preguntó: "¿Tenéis dinero?". Para Illescas lo que cuenta es la falta de recursos humanos, alguien que se ocupe de la biblioteca, aunque sea a tiempo parcial. "Hay bibliotecas que se mueren porque nadie las atiende", añade.

Illescas quiere hacer una biblioteca de puertas abiertas, donde además de libros sobre naturaleza "destrozados por el uso", o ejemplares de El pequeño vampiro, padres y vecinos encuentren su título. Es algo que ya ha logrado el IES Arca Real de Valladolid. Bajo el lema Aquí se lee, niños y adultos comparten el mismo libro y participan en talleres de lectura y escritura. "Una onda expansiva que nace en la biblioteca y que convierte la lectura en el centro del desarrollo curricular", afirma Lourdes Álvarez, la directora.

En el colegio Miralvalle de Plasencia (Cáceres) han logrado introducir los libros en las casas de los alumnos y que padres y niños lean en familia a través de maletas viajeras. Todas las aulas cuentan, además, con libros "en préstamo" de la biblioteca central, explica Antonio Tejero, su director. Alejandro Tiana, secretario general de Educación, aseguró en Salamanca que la biblioteca escolar no puede ser un depósito de libros. Entre 2005 y 2007, Educación destinará a este área unos 43 millones de euros, y las comunidades autónomas desembolsarán también en torno a 40. La lectura será obligatoria en la escuela: se empleará un tiempo diario a la misma en primaria, y en secundaria en todas las asignaturas.

Joanne K. Rowling intuyó que los niños eran animales lectores, y su personaje, Harry Potter, lo confirmó. Un alto porcentaje de niños encontrará su camino en la biblioteca del colegio. Esa biblioteca puede salvarlo, o simplemente incitarlo a aprender a salvarse.

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