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Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Colorina desaparece

Javier Vallejo

El centro de tortura del Regimiento de Ingenieros del Ejército chileno estuvo en 1973 junto a un centro turístico, en la desembocadura del río Maimo. "Te llevamos de vacaciones a Tejas Verdes", decían al trasladar a sus víctimas los agentes del entonces coronel Manuel Contreras, jefe de la DINA, policía secreta de Pinochet. Tejas Verdes, obra de Fermín Cabal que cosechó la temporada pasada en Londres un éxito parejo al que obtuvo en Madrid la Royal Shakespeare con su ciclo sobre el Siglo de Oro, tiene como protagonista a Colorina, una chica secuestrada y asesinada tras el golpe que derribó al Gobierno de Salvador Allende. Resumo la crítica londinense en dos adjetivos y una frase: "Inolvidable...", "...poderosa...", "...un acto extraordinario de memoria colectiva" (Spencer, Taylor y Billington, respectivamente, en The Daily Telegraph, The Independent y The Guardian). Los elogios unánimes se reparten entre el autor y Thea Sharrock, joven directora del Gate Theatre, que desmontó butacas y escenario, dejó la sala a oscuras, metió al público en una arboleda y cubrió el suelo con una lona tendida sobre cables, para hacerlo mullido como el humus. La luz se filtraba en haces y los personajes, entre tinieblas, parecían proyecciones de la memoria.

El montaje británico de Tejas

Verdes se estrenó para tres semanas, prorrogó tres meses, y hay una buena lista de espera para cuando vuelva a estar en cartel. Tiene por delante una gira por la República Surafricana. La obra se ha estrenado también en Dublín y esta temporada aguarda montajes diferentes en Polonia, en el Teatro San Martín de Caracas, en Sidney... No hay que ir tan lejos para oírla y verla. Lagrada, una sala madrileña chiquitita, que hace honor en esta ocasión al adjetivo alternativa, la ha programado del 6 al 30 de octubre, dirigida por el hispano chileno Eugenio Amaya.

En Tejas Verdes hablan, sucesivamente, cinco personajes que resumen bien la tragedia de los desaparecidos de la dictadura chilena. Colorina, novia de un militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, narra desde el más allá cómo la molieron a golpes y cómo el cuerpo empezó a pudrírsele en vida. Hay una compañera de encierro que parece protegerla, pero, en realidad, la delata. Y una doctora, inspirada en los médicos, enfermeros y psicólogos que ayudaron a aplicar tormentos científicamente eficaces (el médico de Tejas Verdes era Vittorio Orvieto). Pero el personaje mejor logrado es una enterradora filósofa, en la tradición del "compadre azada" de Hamlet. Esta mujer envejecida narra cómo la división del mundo en clases sociales prosigue después de la muerte. Su monólogo no tiene desperdicio: "En el cementerio hay una parte muy bella, donde se encuentran los mausoleos de las familias del salitre y del ganado (...) Luego, otro sector con nichos donde se hacinan los muertos de clase media, cómodamente instalados hasta la eternidad". Y en un extremo están los patios, cuyos habitantes no son propietarios ni de su tumba: al cabo del tiempo van a la fosa común". "La mayoría de los testimonios que he puesto en boca de mis personajes son de víctimas de clase media y los he extraído de entre millares colgados en Internet", dice Cabal. "El punto de vista de la enterradora es indispensable para materializar el drama del pueblo llano".

El papel de Colorina está

inspirado en un poema que una mujer dedica en la red a su hermana desaparecida. "En Internet predominan los testimonios de esposas, hermanas, madres, hijas...", por eso he escogido cinco voces femeninas. La última es una abogada española que comparece ante la prensa defendiendo a Pinochet. Los otros personajes están llenos de matices. Éste, de una pieza, es el punto vulnerable de la obra. Cabal la escribió por encargo de Eugenio Amaya. En su montaje, María Luisa Borruel interpreta todos los papeles. La cómplice que resulta ser delatora tiene dos intervenciones en el texto original (una, como amiga de la protagonista, otra, como lo que es), pero en esta puesta en escena aparecen en una: se representó en Madrid tres únicos días hará casi dos años. No tuvo gran eco, ni la vi, oculta como estaba tras la nube habitual de estrenos semanales. Ahora tiene otra oportunidad.

María Luisa Borruel, que interpreta los seis monólogos de 'Tejas Verdes'.
María Luisa Borruel, que interpreta los seis monólogos de 'Tejas Verdes'.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

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