Unas sedes con perfil propio
El Palau Comtal de Cocentaina acogió en 1996 la primera de las sedes de la Universidad de Alicante. Desde entonces se han incorporado Benissa, Orihuela, Biar, La Nucia, Xixona, la sede en la ciudad de Alicante y hace apenas unos meses la de Villena. Todas ellas -salvo la sede de Alicante, en el que el edificio es propiedad de la universidad, y en el de Orihuela, fruto de un convenio con el Obispado- se han configurado como resultado de los acuerdos suscritos con los respectivos ayuntamientos.
La universidad pública tiene como funciones características la educación superior, la generación de conocimiento científico y la transferencia tecnológica, así como la producción y divulgación de los bienes culturales que produce por medio de la extensión universitaria. Los programas de extensión universitaria tienen, pues, una dimensión polifacética que permiten desarrollar un amplio conjunto de actividades de formación complementaria, difundir en la sociedad la labor que se desarrolla en la universidad, ofrecer la posibilidad de una formación permanente a amplias capas de la población y, sobre todo, actuar como un vínculo más de unión y de presencia activa de la universidad en la sociedad.
Las sedes son un lugar de formación permanente y de proyección cultural, pero también foro de participación"
El Estatuto de la Universidad de Alicante contempla las sedes universitarias como uno de los medios fundamentales para desarrollar las actividades de extensión universitaria "dirigidas a todos los miembros de la comunidad universitaria y a la sociedad en general, con el fin de contribuir a la difusión del conocimiento y la cultura, la igualdad entre hombre y mujeres, la promoción del deporte, la mejora de la calidad de vida y la protección del medio ambiente, como presupuestos del progreso social". Unas actividades que "prestarán especial atención a las demandas sociales de su entorno, así como a la enseñanza de las personas mayores de la tercera edad".
La actividad en las sedes se materializa en los distintos cursos con reconocimiento de créditos docentes, en seminarios, ciclos de conferencias, exposiciones, teatro, música y una gran diversidad de actividades culturales. La hacen también en los programas de formación de la Universidad Permanente para mayores, que gozan de una gran acogida y una creciente demanda social. Cada una de las sedes universitarias está caracterizada por un perfil que las dota de una personalidad característica desde el punto de vista docente y de las actividades que en cada una de ellas se realizan. En la sede de Cocentaina la divulgación científica ha sido desde su origen el tema principal que ha vertebrado los cursos que en ella se imparten. En Benissa, al estudio multidisciplinar de Europa como realidad y como proyecto, se ha añadido también recientemente el estudio y la didáctica de las lenguas modernas. El estudio y la gestión del patrimonio histórico, la historia y la espiritualidad han sido las grandes líneas en las que se han centrado los cursos y seminarios en Orihuela, en la que también desarrolla preferentemente su actividad la Cátedra Arzobispo Loazes. En La Nucia y en Xixona se organizan cada año seminarios internacionales en los que se dan cita expertos en sociolingüística, en historia medieval y con diferentes aspectos relacionados con la industria agroalimentaria. En el caso de la recién creada sede de Villena se ha optado por el desarrollo de los diversos aspectos relacionados con las tecnologías de la información y de la comunicación, la educación y el medio ambiente.
En todos los casos se trata de perfiles preferentes, pero no únicos, puesto que todas ellas están abiertas a recoger las propuestas que surgen de los centros, departamentos o grupos de investigación de la universidad. Con tal fin cada curso se abre una convocatoria a toda la comunidad universitaria para la presentación de los proyectos que desean se realicen en las diferentes sedes.
Cuando están apunto de cumplirse diez años de la puesta en marcha de la primera sede por parte de la Universidad de Alicante el balance general que es posible hacer de la apuesta realizada por las Seus merece ser calificado de muy positivo. Las sedes gozan de un merecido prestigio en las poblaciones por todo lo que implica la presencia activa de la universidad, y ésta es cada vez más consciente de que toda intervención debe ser consecuencia de conocimiento de la realidad de cada una de las comarcas, del diálogo permanente con los ayuntamientos y las diversas asociaciones culturales cívicas que constituyen las bases de lo que se denomina "sociedad civil".
Las ocho Sedes que tiene en marcha en estos momentos Alicante son el resultado de una política de extensión universitaria impulsada por la Universidad con la finalidad de ofrecer un servicio público de calidad y acorde con las necesidades y demandas de cada una de las poblaciones. En la actividad que se desarrolla en cada una de las sedes convergen también otras muchas iniciativas que son fruto de la colaboración con los ayuntamientos, con instituciones públicas y entidades privadas, con colectivos profesionales, asociaciones y ciudadanos estrechamente vinculados a las realidades y los problemas de cada una de las poblaciones y comarcas en que se ubican. Las Sedes universitarias son, pues, otro de los escenarios en los que se manifiesta la implicación de la universidad con la sociedad, un lugar de formación permanente y de proyección cultural, pero también son un foro que posibilita la participación activa de colectivos y de ciudadanos comprometidos con la realidad de su entorno y con los valores que representan la formación individual, la cultura y la solidaridad.
Jesús Pradells es vicerrector de Extensión Universitaria en Alicante.
