Bravos
No pudo resultar mejor la primera cita sinfónica de la Carta blanca a George Benjamin. El compositor británico planteó un programa con inicio y cierre, respectivamente, en el Stravinski de los Cuatro estudios y de Petruchka, es decir, el que se escucha estudiando y el que se disfruta con todo el cuerpo.
Entre ambas obras, las muestras más recientes de la sesión. El precioso Concierto para violín y orquesta de Oliver Knussen se estrenó en 2002 y ha llegado hasta aquí en excelentes condiciones, pues Isabelle van Keulen es una solista excepcional, musicalísima, de una línea impecable y un sonido poderoso. Ilan Volkov y la ONE -brava de verdad aquí y muy seria en Stravinski- le acompañaron con la misma excelencia que lucirían enseguida en Ringed by the flat horizon, la obra que el propio Benjamin seleccionó de entre las suyas para este programa. Una música intensa e inquietante, como los versos de La tierra baldía, de T. S. Eliot, que le sirven de pretexto. Una gran obra de un compositor que acumula sabiduría heredada y muestra, a la vez, el genio propio.
Orquesta Nacional de España
Ilan Volkov, director. Isabelle van Keulen, violín. Obras de Stravinski, Knussen y Benjamin. Auditorio Nacional. Madrid, 27 de noviembre.
El éxito de todos fue total. Y el próximo fin de semana, más.