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Reportaje:GRANDES REPORTAJES

La hora de Cuatro

Mañana, lunes, por la noche, Iñaki Gabilondo iniciará las emisiones de Cuatro, un nuevo canal de televisión para toda España lleno de información, humor y energía. Será una tele diferente. Repasamos las caras más famosas de un gran equipo. Carlos Latre, Michael Robinson, Boris Izaguirre, los guiñoles…

Jesús Ruiz Mantilla

Imagine que la pantalla negra de su televisor es un gran puzzle. Atrévase a pensar que en ese espacio limpio caben miles de piezas encajadas a base de meses de trabajo, paciencia, nervio, salud, entusiasmo sin barreras, carreras y desafíos múltiples contra el tiempo y el espacio. Cuando mañana, lunes, a las 20.44, usted pulse el botón cuarto de su mando a distancia, si tiene ahí sintonizado Canal + codificado, aparecerá en pantalla la cara serena de Iñaki Gabilondo, esa pieza clave que habrá culminado el gran reto del nuevo canal televisivo en abierto lanzado por Sogecable, empresa en la que participa Prisa, editora del diario EL PAÍS, y que comenzará así sus emisiones, con Gabilondo rodeado de 50 compañeros, las caras que compondrán la parrilla de Cuatro.Fíjese bien: ese hombre moreno, cercano, de fiar, de toda confianza, el comunicador líder durante años y años, el periodista símbolo, esa voz que durante dos décadas ha despertado a millones de hogares desde la cadena Ser, se dispone ahora a despedir cada día desde el informativo de las 21.00 de Cuatro.

¿Las armas de Cuatro? "Cercanía, rigor, frescura, atrevimiento, riesgo"
"Va a ser un cambio radical. Van a ver a un Latre en chándal"
Izquierdo, director de informativos: "Quiero noticias propias, exclusivas"
Iñaki Gabilondo: "Trataremos de evitar el empacho de políticos"
El humor será una receta de Cuatro, uno de sus rasgos bandera
"La hora de la verdad empieza cuando el público nos ve"

Atrás habrán quedado meses de tensión, horas con sus mañanas y sus madrugadas entre reuniones, discusiones, negociaciones, acuerdos, desacuerdos, pateos de calles, ojos avizor, espionaje, sexto sentido, olfateos en los mercados internacionales para comprar las mejores series, colas de castings interminables para concursos y productos de ficción…

Por delante empieza a vislumbrarse el futuro siempre incierto de una nueva televisión; cuáles de los programas imaginados, y trabajados con esmero y horas robadas a los sueños y a las familias, contarán con el beneplácito del público, de la audiencia; de usted, señor, cuya atención es el botín en juego, el territorio por el que se combate, y en el que, como soberano rey de su salón, tiene la última palabra cuando elige con el mando a distancia qué quiere ver. Por usted se libra lo que los profesionales del medio llaman "la batalla del sofá".

¿Cuáles son las armas de Cuatro para ganarla? "Cercanía, empatía, rigor en la información, frescura, atrevimiento, riesgo", dice Elena Sánchez, directora de contenidos de la cadena, una mujer pegada a un móvil, aunque, eso sí, con el tono relajante de las Gymnopédies, de Erik Satie, que suenan con cada llamada. A Elena Sánchez es difícil sorprenderla en horas bajas o con déficit de entusiasmo. Ha trabajado en el canal desde el principio, desde que se presentó como oferta candidata a una nueva licencia televisiva, que el Gobierno concedió finalmente en junio.

Sabe que con la nueva reforma del mercado audiovisual se abren nuevas posibilidades. Cuatro irá dirigida -sin menospreciar a nadie, por supuesto, y a gusto de todos-, en especial, a un sector urbano, joven, dinámico; ese público que hoy prefiere la pantalla del ordenador y el universo inagotable de Internet a los nuevos televisores, por mucho plasma que lleven. "Para captarlos, el lenguaje es importante. Hablaremos siempre en primera persona del plural, como un equipo; queremos que nuestro público se identifique con el canal en conjunto, no sólo con algunos programas, como está ocurriendo ahora con las televisiones".

Para eso, Elena, que es filóloga de formación, aunque toda su carrera como periodista la ha hecho en medios audiovisuales como la cadena SER, Telemadrid y Canal +, sabe que los mensajes son fundamentales. También sabe que están obligados a sorprender y a ofrecer algo diferente: "No nos podemos seguir unas a otras con lo mismo. Estamos decididos a probar nuevas jugadas, poner otras cartas sobre la mesa".

Javier Díez de Polanco, consejero delegado de Sogecable, también define lo que quiere ser Cuatro, un canal que contará con un libro de estilo para sus contenidos. "La autorregulación es uno de nuestros compromisos en ese sentido. Pretendemos ser una alternativa de entretenimiento donde la gente va a encontrar propuestas novedosas, pero sin caer en lo grotesco ni en lo hiriente", afirma Díez de Polanco. "No veo que por acentuar lo histriónico se vaya a conseguir más audiencia".

Las intenciones son claras, pero ¿y si el mercado no responde? "Tendremos más paciencia que los demás con los programas por los que apostamos fuerte, eso seguro", afirma Elena Sánchez. Será un trabajo duro en un gran zoco en el que cada punto de audiencia supone ingresos de 50 millones de euros, pero la estrategia se abrirá por ahí. Los ingredientes comienzan con una apuesta fortísima en los informativos -"uno de los pilares de la cadena", asegura Díez de Polanco-, donde la incorporación de Gabilondo ha sido clave. ¿Qué lleva a un profesional de 62 años a abandonar la comodidad del éxito seguro, con tres millones de oyentes diarios, y cambiarlo por un futuro incierto en la selva televisiva? "Que soy el novillero más viejo de España", contesta Gabilondo con su voz contundente y de completa confianza.

Ahí está instalado -entre cables, sillas empaquetadas y olor a barniz y chispa eléctrica-, con el ansia de un becario y el nervio activo, este periodista con tablas y amante de los retos. "Salir de la SER después de 30 años ha sido un desgarrón del demonio, pero tampoco es para tanto. La vida hay que tomarla en serio, pero tampoco hay que exagerar", asegura. En Cuatro le han recibido como a un rey, le han extendido la alfombra y le han hecho armarios a medida. Incluso despacho, un habitáculo que él, en la SER, no tenía. Gabilondo declara ya su intención de preocuparse poco por lo que vaya a ocurrir. "El fracaso y el éxito son dos grandes impostores", dice, entre desafiante y provocador. Pero miedo y nervios sí tiene. "Me entran cuando me pregunto si seré capaz, si podré. Al querer saber en qué fase de la lidia me encuentro, a lo mejor para el arrastre, no lo sé; el caso es que me provoca descubrirlo. Lo que es seguro es que nos emplearemos a fondo y con las tres varas, embistiendo", sigue Gabilondo, con su lenguaje taurino.

El caso es que su informativo será distinto. Más pausado, más calmado, más analítico, más narrativo. No una sucesión de entrada y salida de vídeos sin ton ni son, sin orden ni concierto. "Tengo que aspirar a que sea un telediario de referencia", afirma. Las audiencias serán importantes, pero no lo único a tener en cuenta. Durará en torno a una hora y no siempre se hará desde el estudio. "Quiero salir del plató cuando la ocasión lo merezca, pero no a actos protocolarios, sino donde la actualidad lo requiera. Habrá enfoques propios, entrevistas, seleccionaremos con esmero la realidad". Y no nos atiborrarán con sobredosis de política. "Queremos hacer ese favor a nuestros señores políticos, para evitar el empacho y el descrédito; vamos a hacer esa pequeña aportación patriótica. Nos importa más la otra vida cotidiana", afirma Iñaki Gabilondo.

José María Izquierdo, director de los servicios informativos de Sogecable, está en total sintonía con la visión de Gabilondo, pero también debe coordinar lo que son los informativos de CNN +. "Si el canal de 24 horas está para mostrar lo urgente, los informativos de Cuatro quedan para enseñar lo importante", asegura, antes de dar el visto bueno a la maqueta de lo que serán los nuevos platós de los informativos, en los que predominan los colores rojo y gris. A las 15.00, el informativo tendrá otro tono. Lo conducirán Marta Reyero y Marta Fernández, presentadoras habituales en CNN + y la primera de ellas con años de experiencia ya en el informativo que emite en abierto Canal +. "El de las tres será más fresco, dinámico, más rápido, en contraste con el de las nueve de Iñaki, que tiene que ser irrepetible", dice Izquierdo. Pero en ambos habrá un aspecto común y casi olvidado en el mundo audiovisual. "Información propia; quiero llenarlo con noticias nuestras, exclusivas", promete Izquierdo.

Ambos tendrán también sus minutos para los deportes con Manolo Lama al mediodía y con Manu Carreño por la noche. Este último vuelve a su medio natural después de su paso por Lo más Plus, junto a Ana García Siñeriz. "Daremos mucho fútbol, como es obligado, pero yo siempre he sido muy polideportivo. Sobre todo prestaremos atención a la imagen espectacular", afirma Carreño.

Otra incorporación estelar a la infor- mación de Cuatro es la de Jon Sistiaga, que ha sido reportero de referencia en Tele 5 durante años. Pero Sistiaga no limitará su trabajo a los servicios informativos. Hará reportajes de elaboración propia que se emitirán en otros espacios, como La noche 4 (los viernes en prime time), un programa que será siempre único y especial, con diversidad de contenidos, y que presentará Raquel Sánchez Silva.

Sistiaga prepara ya algunos reportajes sobre inmigración ilegal, racismo, el País Vasco, la situación en Corea del Norte… Temas con los que está convencido de que se puede captar público nuevo. "Creo que Cuatro debe dirigirse a nuevos caladeros de público, los que no encienden la televisión porque no hay nada que les convenza, pero que, aun así, querrían hacerlo porque no rechazan el medio. Mis reportajes tienen que buscar ese espectador", asegura Sistiaga en su mesa de trabajo.

Raquel Sánchez Silva, extremeña, de 32 años, una de las caras por las que más apuesta la cadena, confía en Sistiaga para hacer grandes noches de Cuatro. Incluirán muchas más cosas. Hasta un concurso como Idénticos, que busca la pareja de gemelos que más se parezcan de España y que será una de las primeras citas de este programa, al que se califica como "noche evento". "Lo único fijo es la cita, los viernes por la noche; pero los temas irán cambiando y se enfocarán de manera distinta, unas veces como documentales con debate, otras como concurso…". Habrá flexibilidad en un arco que se mueve entre la información, la opinión y el entretenimiento puro y duro.

Raquel Sánchez también hizo la prueba para otro de los programas estelares de la cadena, Channel nº 4, un magacín que finalmente será presentado por Boris Izaguirre, Ana García Siñeriz y Juan Carlos Ortega. El día en que Boris pisó la sede de Sogecable como estrella de la casa se le notaba inquieto, pero feliz y en perfecta sintonía con sus nuevos compañeros de viaje. A Ortega ya le tiene bien calado. Han trabajado juntos en Tele 5 y en La ventana, de la SER, donde ambos colaboran desde hace años con Gemma Nierga. "Juan Carlos va a ser la auténtica sorpresa de Channel nº 4", asegura Boris, con el asentimiento de García Siñeriz, una de las caras más conocidas de la marca Plus.

Pero los tres están excitados con la novedad. Un programa que se hará desde Barcelona, producido por Gestmusic, en el mismo plató donde se grababa Crónicas marcianas; con el mismo equipo, con los experimentados Jorge Salvador, Jordi Roca y Amparo Miralles, pero en horario infantil; es decir, sin desnudos integrales de Izaguirre ni burdas incursiones en la tele lumpen. "Eso se lo vamos a dejar a otros, porque ya lo hacen muy bien", afirma Boris, que promete ser él mismo, pero en otros registros. "La vida me ha obligado a conocerme bien", afirma este showman que, como se puede comprobar por las frases que utiliza, comenzó escribiendo culebrones. "Trataremos de ofrecer un equilibrio entre transgresión y cultura". Se moverá entre la ironía y los ataques a la hipocresía, entre el activismo y el culto a los tótems de la moda y el glamour, como el Andy Warhol caribeño que es.

Hablarán de todo un poco. "De sociedad, de política, de moda, de cultura, de fenómenos de todas clases", asegura García Siñeriz. "Queremos ser como José María Íñigo, pero en moderno", añade Juan Carlos Ortega, con su pinta de niño travieso que se sienta al fondo de la clase.

'Channel nº 4' será un programa de producción externa que representa bien el espíritu del nuevo canal, que confía mucho en lo que la industria puede ofrecer para llenar sus parrillas. Va en la filosofía de lo que debe ser una televisión moderna, alejada de los grandes monstruos empresariales como TVE. "Somos el sueño de los empresarios televisivos", asegura Sánchez. "No queremos convertirnos en una enorme maquinaria donde es difícil hacer brotar la creatividad. Nosotros somos gestores de talento y confiamos en la industria para hacer nuestra televisión", cuenta Elena Sánchez. Hoy el negocio audiovisual tiende a ser como un gran catering en el que unos ponen la casa y otros sirven el convite.

Lo que sí pretenden desde Cuatro es tentar a la industria y animarla a probar fórmulas más arriesgadas. "Nosotros abrimos ese hueco, estamos dispuestos a acoger propuestas novedosas", asegura Sánchez. Como prueba está, entre otras cosas, Noche Hache, el primer late night presentado por una mujer en España, por Eva Hache, que tendrá que competir con Buenafuente y el nuevo programa de Pepe Navarro. ¿Qué hará para aguantar el tirón? "Dieta equilibrada: cena ligera y desayuno potente", asegura la actriz, que se ha encontrado con este regalo que produce Globomedia. No cree que el éxito en estas franjas sea cosa de géneros. "No es que haya pocas mujeres dispuestas a hacer humor, es que los hombres nos toman demasiado en serio", asegura.

"Nos vamos a basar en la realidad, queremos hacer un informativo satírico, que alterne entrevistas a famosos con otras a gente que lo merezca en un día determinado; yo qué sé, porque le haya tocado la lotería o porque sea madre de 10 hijos", asegura Hache con esa mirada fija y grande, azul verdosa. Colaborarán con ella personajes como Quequé, Marta Nebot, Richard Collins Moore, Fernando Gil, Ricardo Castella… La cita, cada noche de lunes a jueves, a partir de medianoche, y los viernes, con un resumen semanal.

Humor es una receta de Cuatro, uno de sus rasgos bandera. Para todo, también para desatascar la obsesión nacional por famosos de formato parásito. A esos personajes jamás se les tomará en serio, y se tratará de dar la vuelta a su negocio en Rompecorazones, el concurso producido por El Terrat que presentará Deborah Ombres, y que se emitirá de lunes a viernes, de 16.00 a 16.30. "Por fin la gente normal podrá ganar dinero a costa de estos personajes", asegura la presentadora drag queen, que ha colaborado en la última etapa de Caiga quien caiga y durante años en el canal musical MTV.

Más humor para el deporte también con uno de los programas estrella de la cadena para la noche de los lunes, Maracaná 05. Será un jolgorio explosivo de producción propia. Si a los ingredientes con los que se ha fabricado El día después, ese invento que revolucionó hace 15 años la manera de ver el fútbol, y en el que siempre ha estado implicado Michael Robinson, se les une la fiesta del Carrusel deportivo, de Paco González, y, de paso, se mete a los guiñoles -que tendrán espacio propio en Cuatro y seguirán en Canal + también- y a uno de los fichajes estelares de la televisión en España, el hombre orquesta Carlos Latre, ¿qué sale? Maracaná 05.

"Va a ser un cambio radical para mí. Van a ver a un Latre en chándal", aseguraba el artista el primer día que entró en la sede de Sogecable. "Maracaná 05 va a ser una historia loca y sorprendente. Michael, Latre y yo", dice Paco González. Un tridente goleador. Buena fórmula para quitarle hierro a un asunto, el fútbol, que se toma demasiado en serio en España. "Hombre, no llegamos a los extremos de Argentina, por ejemplo, pero sí se sacan las cosas de quicio a veces", añade González.

Maracaná 05 se hará en el estudio principal de Cuatro. Se ha construido un plató que se asemeja a un estadio de fútbol, y será realizado por Víctor Santamaría, auténtico mago de la televisión, encargado de las retransmisiones deportivas de Canal + desde el principio y de los toros. "Lo retransmitiremos como si fuera un partido. Habrá travellings por la banda, grúas, 10 cámaras y 50 personas en el equipo", anuncia Santamaría.

Espectáculo del bueno. Serán fieles a su creatividad, que les ha proporcionado todos los premios audiovisuales importantes en España y en Europa. "Hemos servido de locomotora para los demás y, en cierto sentido, hemos despertado a la competencia", asegura Santamaría, que cree que la incorporación de Latre al equipo va a dar un giro sustancial al programa.

Pero Maracaná 05 no será solamente para quienes van los domingos al fútbol ni para quienes escuchan Carrusel deportivo. Irá dirigido a todos los públicos. "No vamos a contar qué es un fuera de juego, vamos a intentar que toda la familia pase un buen rato", dice el maestro Robinson, que se define, con sonrisa amplia, como un cuentista del fútbol y un hombre "de pensamiento montyphytonesco". El ex futbolista confía en la chispa de la gente, esa que le ha ayudado a mostrar la otra cara del fútbol en esa gloriosa sección de Lo que el ojo no ve, inagotable. "Es que la gente es muy graciosa. Y está en todos los ámbitos de la vida. Yo me he dedicado a observarlos con mi equipo en la calle, por las esquinas, y son todo un espectáculo".

Pero el humor también verá caras serias en Cuatro. Transformaciones como la de Pablo Carbonell, que se presentará en el nuevo canal no como ese enfant terrible con micrófono que hizo animal audiovisual a Esperanza Aguirre. Carbonell será reportero de 1 Equipo, que abordará temas sociales, ecologismo, salud… "He cambiado a los famosos por gente que vive en 15 metros cuadrados, que me merece más respeto", asegura Carbonell. Tendrá una estética peculiar. "Recuerda un poco a Matrix, con música cañera y ritmo en el montaje, aunque, en realidad, tiene un aire galdosiano".

Los ejemplos de Latre, Izaguirre y Carbonell dan una pista del estilo de Cuatro, de cómo tres personajes tan mediáticos y famosos han aceptado en el nuevo canal retos insólitos para sus carreras.

Pasa lo mismo con la ficción, que va a encontrar en Cuatro un territorio de experimentación. Para ello han contratado a Miguel Morant, un auténtico referente en la gestación de éxitos, y que ha saltado de Tele 5 a Cuatro después de haber participado en títulos como Médico de familia, Periodistas, Los Serrano, Siete vidas, Aída… Otra cosa, no se sabe; pero olfato, le sobra. Por eso cree que ahora toca apostar por formatos más novedosos: "Menos costumbrismo y más ficción".

Es lo que ocurre en Estados Unidos, donde las vueltas de tuerca a las estructuras de las series funcionan mejor que nunca y donde se está viviendo una auténtica era dorada de ese formato, con inventos como Los Soprano, 24, A dos metros bajo tierra, Perdidos, Mujeres desesperadas… En su inicio, Cuatro hará una auténtica declaración de intenciones sobre la línea que quiere seguir en las series con la emisión desde la primera temporada, desde el capítulo uno, de Friends. Además podrán verse tres productos novedosos y arriesgados, jamás probados en España: Suárez y Mariscal, Chicas de ciudad y Córtate.

Si 'Córtate' son piezas de cinco minutos, frescas, llenas de caras jóvenes y con un lenguaje muy pegado a la calle, las otras dos son auténticos experimentos que mezclan realidad con ficción, y viceversa.

Suárez y Mariscal está protagonizada por dos policías auténticos, elegidos en un casting por toda España, que tienen que resolver un caso en media hora; se emitirá a diario.

Chicas en la ciudad conjuga y mezcla la vida de seis mujeres urbanas, jóvenes, trabajadoras, que se han prestado para que las sigan a diario en sus trabajos como ingenieras, artistas, secretarias, azafatas… "Es un proyecto muy atrevido en el que desempeña un papel muy importante el azar", asegura Morant. ¿No puede quedar una mezcla de Gran Hermano y Sexo en Nueva York? "No. Lo primero, imposible, porque siempre se hace fuera de casa, y lo segundo, tampoco, porque, además de no contar con un guión estructurado, en la intimidad jamás entramos", explica el responsable de ficción de la nueva cadena.

Por supuesto, no les obligan a hacer nada que no quieran. Llevan un gran ojo detrás que las espía, pero hasta donde ellas dicen.

Son tres ejemplos de que con Cuatro se abre un hueco novedoso y hasta experimental en la pequeña gran pantalla. Pero volvamos a la pregunta clave: ¿cuál será la respuesta del público? Estos días previos a la salida a antena, Morant vive en su despacho cierta ansiedad; no lo oculta: "La hora de la verdad empieza cuando el público lo ve. Mientras tanto, nosotros no hacemos más que teorizar sin tener muy claro qué es lo que va a funcionar y qué no".

De la misma sana incertidumbre participan todos en los días que rodean la salida de Cuatro al mercado. El nerviosismo se palpa. Entra y sale gente de los despachos. Hay trasvases de un canal a otro dentro de Sogecable, una fábrica televisiva desde la que, a partir de mañana, además de los canales de la plataforma de pago saldrá una cadena en abierto a la que todo el mundo va a mirar con lupa, también por sus aportaciones tecnológicas, que explica Adolfo Remacha, director técnico adjunto de Sogecable: "En realidad disponíamos ya de medios suficientes para poder sacar Cuatro a antena, y sólo hemos necesitado algo más", afirma. Ese algo más son cuatro nuevos estudios; algunos departamentos nuevos, como el de grafismo, en el que trabajan ocho personas, por esa obsesión de los directivos por dar una imagen coherente y llamativa de la cadena, y 10 millones de euros de inversión tecnológica.

Todo para conseguir lo que Adolfo Remacha llama "el centro sin cintas", que es algo que ya han ido aplicando en los informativos y en deportes, pero que quieren incorporar ahora como novedad a los programas. "Eso ahorra pasos intermedios. Si antes traías unas imágenes y las tenías que llevar a un laboratorio para introducir sonido y después grafismo, ahora todo eso se puede hacer en una misma red informática, sin llevar las cintas de un lado para otro", dice Remacha. A eso -que se realizará con equipos de edición Unity, de Avid, que permiten optimizar los procesos y evitar a quien trabaje con los contenidos perderse en los pasos intermedios- se van a unir varias cámaras digitales de última generación, cámaras que enfocarán el primer plano con el que mañana, lunes, Iñaki Gabilondo llamará a su pantalla, pidiéndole audiencia… En ese momento comenzará, en realidad, todo.

Uno de los grandes comunicadores de este país presentará los informativos. Estará en pantalla por la noche,
de lunes a viernes. "Tengo que aspirar a que sea un telediario de referencia. Lo que es seguro es que nos emplearemos a fondo".
Uno de los grandes comunicadores de este país presentará los informativos. Estará en pantalla por la noche, de lunes a viernes. "Tengo que aspirar a que sea un telediario de referencia. Lo que es seguro es que nos emplearemos a fondo".JUAN TOMÁS

La transformación de Canal +

De pensar en un canal a pensar en nueve hay una gran diferencia. Desde mañana, con la puesta en marcha de Cuatro, Canal + vivirá una enorme transformación que le convertirá en un producto muy diferente al que se diseñó para su primer lanzamiento como cadena analógica hace 15 años. "En cierto sentido, la aparición de Cuatro es una liberación para Canal +", asegura Fernando Bovaira, director de contenidos de Sogecable y, por tanto, de los dos canales.

Ahora podrán programar a capricho sin tener en cuenta los espacios de emisión en abierto que tenía el antiguo Canal +, y que desaparecen. "Ya sólo jugamos en el entorno digital, y eso nos permite dar un paso adelante y colocar a Digital + en la vanguardia tecnológica", dice Bovaira. El cambio permitirá centrarse en el abonado, en el cliente de pago, y eso hay que cuidarlo con una oferta que reúna, sobre todo en los nueve canales de la plataforma -seis de Premium y tres de deportes-, junto a los demás incluidos en todos los paquetes, las mejores combinaciones.

"Tenemos todo el cine de estreno, los mejores acontecimientos deportivos, y series y documentales de primera calidad", aseguran Miguel Salvat, responsable de los canales Premium, y Álex Martínez Roig, director de contenidos de Digital +. En deportes, por supuesto, la Liga española, la de Campeones y las mejores competiciones europeas, acontecimientos de tenis, el baloncesto de la NBA, los grand slams de golf; documentales como Caminando con monstruos, de la BBC, o, en música, la emisión de un concierto de U2 de la gira Vértigo y Dylan según Scorsese, y series como L o Angels in America, sobre los primeros estragos del sida en los años ochenta, con estrellas como Al Pacino, Meryl Streep o Emma Thompson en el reparto.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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