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Reportaje:

El primer viaje a Plutón

Una nave de la NASA está lista para partir hacia el último planeta del sistema solar

Plutón, el último y más pequeño de los nueve planetas del sistema solar, es muy extraño. Ni es un cuerpo rocoso como la Tierra, Marte o Venus, ni un gigante gaseoso como Júpiter o Saturno. Además, sigue una órbita muy elíptica alrededor del Sol, de 248 años, situándose en determinados periodos más cerca de la estrella que de Neptuno. Los astrónomos dudan si realmente es un planeta o un cuerpo del cinturón de Kuiper, la remota región poblada por miles de pequeños cuerpos helados. "New Horizons estudiará un mundo único, y por ahora sólo cabe imaginar lo que podremos aprender de él", dice Mary Cleave, subdirectora de ciencia de la NASA.

El objetivo de la misión, un viejo sueño de la exploración espacial que ha tardado años en concretarse dadas las dificultades que entraña, es pasar muy cerca de Plutón, a sólo 10.000 kilómetros de su superficie, haciendo observaciones científicas durante unos meses. La NASA presentó el pasado lunes los últimos detalles de esta aventura no tripulada.

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Plutón, descubierto en 1930, es difícil de observar desde la Tierra, por su pequeño tamaño (2.360 kilómetros de diámetro, o dos tercios del de la Luna) y por lo lejos que está (5.900 millones de kilómetros de distancia media del Sol, frente a los 150 millones de kilómetros de distancia de la Tierra al Sol). En el cielo, ese pequeño cuerpo helado con una temperatura de 233 grados bajo cero se ve 50.000 veces más apagado que Marte. Cuando llegue, los instrumentos de la nave New Horizons verán Plutón 10.000 veces mejor que el telescopio Hubble, afirma la NASA.

La oportunidad de lanzamiento de la nave comienza el próximo día 11, pero ya se ha retrasado seis días la partida por problemas técnicos del cohete Atlas, en el que despegará desde la base de Florida. Si sale antes del 28 de enero, New Horizons se dirigirá a Júpiter para tomar impulso añadido allí, en febrero de 2007, y llegar a Plutón en 2015. Pero si el lanzamiento se retrasa un poco, hasta el 2 de febrero, aun haciendo una maniobra gravitatoria en Júpiter, la nave llegaría a Plutón bastante más tarde, en 2016 o 2017.

El lanzamiento entre el 2 y el 14 de febrero permite el viaje, pero Júpiter ya no estaría en el camino de New Horizons y ésta seguiría una trayectoria directa a Plutón, para llegar entre 2018 y 2020. En caso de que las cosas se complicasen tanto como para impedir la partida antes del 14 de febrero, habría que esperar un año más para el lanzamiento.

Este complejo calendario se debe a que la trayectoria de un viaje interplanetario es resultado de un delicado equilibro entre varios parámetros, como la potencia del cohete, la fecha de lanzamiento, el combustible disponible, el objetivo o la duración de la misión.

Pese a que habrá que esperar 10 años para echar un vistazo de cerca a Plutón, New Horizons será una nave muy veloz que sobrepasará la Luna en apenas nueve horas, un recorrido que exigía tres días de viaje a los astronautas del programa Apolo. En el tramo hasta Júpiter -un año-, la nave estará en contacto con el centro de control en la Tierra para realizar las verificaciones de los instrumentos y las correcciones de trayectoria. Pero después seguirá el viaje en estado de hibernación, con los equipos apagados y enviando únicamente una señal semanal informando de su estado.

La sonda, de 500 kilos de peso y el tamaño de un piano, alimentada por un generador de radioisótopos, ha sido construida por el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad John Hopkins (Maryland) para la NASA. La misión tiene un presupuesto de 550 millones de euros.

New Horizons lleva siete instrumentos científicos, incluidas cámaras y espectrómetros, con los que investigará la morfología y la geología de Plutón y levantará mapas de composición y temperatura de casi toda su superficie; también examinará la atmósfera del planeta y observará Charón (cuyo diámetro es la mitad que el de Plutón). Además, verá las dos nuevas pequeñas lunas (P1 y P2), descubiertas este año, y, tal vez, encuentre otras nuevas. Como la nave no se pondrá en órbita de Plutón, sino que lo sobrevolará y pasará de largo, la misión científica se ha planeado aprovechando seis meses de trabajo mientras la sonda se va acercando y luego alejando del objetivo. Después, si la sonda continúa en buenas condiciones, tal vez explore el cinturón de Kuiper.

La sonda espacial científica <i>New Horizons</i>, en la sala de montaje.
La sonda espacial científica New Horizons, en la sala de montaje.NASA

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