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Reportaje:

El misterio del túnel carpiano

Algunos expertos creen que el uso prolongado del ordenador no perjudica esta zona de la mano

Suele comenzar en forma de hormigueo en los dedos y empieza a ser grave cuando esa extraña sensación llega al extremo de despertar por la noche. El síndrome del túnel carpiano es una afección de la mano muy frecuente que causa importantes molestias y que con frecuencia termina en el quirófano. Se produce por una presión sobre el nervio mediano en una zona estrecha de la muñeca que se llama túnel del carpo y que provoca dolor, entumecimiento y hormigueo, sobre todo en los dedos pulgar, índice, corazón y en la mitad del anular.

¿Está el uso del teclado del ordenador relacionado con este síndrome? ¿Puede agravarlo? La pregunta ha sido formulada con frecuencia y la respuesta sigue en la nebulosa. Varios estudios indican que el uso prolongado del ordenador no está relacionado con el síndrome del túnel carpiano, pero el debate sobre las causas de esta dolencia no está ni mucho menos zanjado. A pesar de ser una dolencia de la mano muy común, los especialistas no se ponen de acuerdo sobre qué la desencadena y se apuntan desde causas posturales y mecánicas, a factores genéticos. El origen del síndrome carpiano sigue siendo, pues, un misterio.

Cualquier actividad en la zona palmar de la muñeca puede irritar el nervio

La prestigiosa Escuela de Medicina de Harvard (EE UU) acaba de publicar un informe en el que dedica un capítulo a este síndrome. Resume sus causas y afirma que el uso del ordenador y el ratón no está entre ellas. Este informe está en la línea de un estudio danés publicado en 2003 en The Journal of American Medical Association (JAMA) que llega a parecidas conclusiones.

En el otro lado de la balanza, sin embargo, se sitúan muchos especialistas que, basándose en su experiencia clínica, no comparten esta idea. Este es el caso de José Paz, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatológica, y de Alfonso Fernández Prieto, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Virgen de la Concha, en Zamora. Este servicio ofrece información muy útil para los pacientes en su página web (www.traumazamora.org). Ambos especialistas creen que no se puede "descartar que las posturas que adopta con las manos una persona que trabaja muchas horas con el ordenador no le produzcan cierta inflamación", ya que, según Paz, "cualquier actividad o movimiento de la zona palmar de la muñeca puede irritar el nervio mediano en esa zona".

En principio no es una dolencia grave, pero hay que tratarla para evitar que vaya a más y acabe en dolor y que llegue a irradiar hacia el antebrazo. En los casos más extremos, se podría llegar a perder sensibilidad y fuerza en la mano, masa muscular en la base del pulgar e incluso a la atrofia muscular y la parálisis.

Hay personas más predispuestas a padecer el síndrome por tener el túnel carpiano más estrecho de lo normal y, en consecuencia, es más fácil que lleguen a sufrir la lesión sobre el nervio. Las personas que padecen diabetes, artritis reumatoide o insuficiencia renal tienen también más posibilidades de padecer este síndrome. "También puede ser consecuencia de una fractura mal consolidada", explica Fernández, "e incluso de movimientos repetitivos de la mano y la muñeca propios de ciertos trabajos", añade. Esta dolencia afecta aproximadamente al 5% de la población, pero tiene mucha más incidencia entre las mujeres que entre los hombres, en concreto, tres veces más. Uno de los factores que puede explicar la diferencia es que la mujeres, por razones hormonales, retienen más líquido, por eso dentro de este grupo, las más afectadas son las embarazadas y las mayores de 55 años. En el caso de las embarazadas, los síntomas desaparecen tras el parto.

En lo que sí coinciden los expertos es en que, por lo general, cuando el paciente empieza a notar los primeros síntomas (hormigueo y entumecimiento de los dedos y dolor), "que suelen darse por la noche o al despertar", detalla Fernández, se debe iniciar un tratamiento conservador a base de analgésicos y, en algunos casos, inyecciones locales de corticoides y la inmovilización de la muñeca con férulas por la noche.

No obstante, en un elevado porcentaje, "se acaba pasando por el quirófano, aunque", tranquiliza Fernández, "es una intervención muy agradecida". Es decir, si la causa es la compresión del nervio mediano, se corta el ligamento que forma el túnel del carpo para que éste se expanda y deje libre el nervio. Esta intervención, que se realiza mediante cirugía abierta o artroscopia, necesita sólo de anestesia local y no requiere ingreso hospitalario del paciente, ni rehabilitación posterior. "Suele acabar con el problema ya que su porcentaje de éxito está por encima del 90% y en aproximadamente un mes la recuperación es total".

Puede, eso sí, persistir alguna molestia en la zona de la cicatriz durante tres o cuatro meses tras la operación, ya que la incisión se hace perpendicular a los pliegues de la muñeca y se tarda hasta seis meses en recuperar toda la fuerza muscular en la zona.

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