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52 fotografías recorren la vida de Frida Kahlo

Icono de la cultura mexicana y "la modelo perfecta", en palabras de Elena Navarro, comisaria de la exposición de sugerente título Frida Kahlo. La gran ocultadora -nombre con el que se autodefinía la propia artista, objeto de la exhibición-, que se presenta en la Sala Caballerizas 2 de la Casa de América hasta el próximo 20 de noviembre. Una muestra que recorre la vida de la pintora desde sus años mozos hasta su muerte, a través de la lente de más de 15 prestigiosos fotógrafos, como Manuel Álvarez Bravo, Edwar Weston, Lola Álvarez Bravo, Martin Munkacsi, Nickolas Muray, Imogen Cunningham y su propio padre, Guillermo Kahlo, así como su marido, Diego de Rivera, entre otros. Y es que Frida Kahlo posaba de manera natural ante la cámara. No sólo conocía la técnica de la fotografía, sino que estaba familiarizada con el género: era hija y nieta de fotógrafos.

"Frida era consciente de que el retrato era una obra de arte. Ser fotografiada para ella era todo un ritual en donde la vestimenta y las joyas que iba a utilizar, hasta la pose y el lugar, eran importantes. La fotografía era un elemento fundamental en su vida, era la forma de cómo iba formando su imagen", señaló Navarro en la inauguración de la muestra.

La exposición, inédita en España, cuelga 52 fotografías, colocadas de manera cronológica, en donde se puede apreciar a una Frida Kahlo en múltiples facetas: desde la niña de dos años en el retrato de familia a una foto de la artista, mucho más intima, pintando La mesa herida (1940, de Bernard Seberstein), así como la mujer enamorada de Diego de Rivera en Detroit (1933, anónima) hasta su última imagen: Frida en su lecho de muerte (1954, de Lola Álvarez Bravo), con los accesorios y vestimenta que había elegido la propia artista para su sepelio. La exposición, con el mismo nombre, también se recoge en una publicación de 152 páginas, editata por Turner.

Enigmáticas

Los 52 retratos que se exponen pertenecen a las más de 100 fotos de la colección iniciada hace más de dos décadas por Spencer Throckmorton, galerista especializado en fotografía latinoamericana; se exhiben en España a través de un proyecto de Canopia. La muestra acaba de presentarse en la National Portrait Gallery de Londres. A principios del año 2006 viajará a la Fundación Luis Seoane de A Coruña, y luego seguirá su andadura por Europa.

"Lo más importante de la colección es que, además de ser fotografías originales, muchas de ellas únicas, que sólo tienen una copia, es que muestran todo de Frida Kahlo, pero a la vez son fotografías enigmáticas. Ella es quizás la artista que más se autorretrató, no en vano se definió como la gran ocultadora. A ella le gustaba decir: yo soy el motivo que mejor conozco ", señala Navarro.

La pintora mantuvo una estrecha relación con casi todos los fotógrafos que inmortalizaron su imagen. Fotoperiodistas reputados como Silberstein o Freund se acercaron a la Casa Azul para desnudar su personalidad a través de la cámara.

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