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Sabina pide disculpas en verso por su "gatillazo gijonés"

El cantautor jiennense, que tuvo que suspender anoche un concierto en Gijón a causa del mal estado de su voz, cancela todos los que iba a ofrecer en la ciudad

Joaquín Sabina fue "malo", según su propia confesión, y sus cuerdas vocales pagaron las consecuencias. Como su voz no estaba para excesos, tuvo que suspender anoche el primero de sus tres conciertos en el Teatro Municipal Jovellanos de Gijón después de cantar apenas cinco temas. Además de disculparse ante los asistentes al recital, el cantautor ha querido hacerlo de nuevo hoy ante el público en general. Pero, en lugar de un comunicado, ha escrito un poema satírico en el que pide perdón por este "gatillazo", el primero de su carrera pero por desgracia no el último, ya que horas después ha anunciado que cancela todos sus conciertos en la ciudad asturiana a causa de "una laringitis aguda".

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El texto, difundido por el Teatro Jovellanos a primera hora de la tarde, lleva por título Gatillazo gijonés, recuerda situaciones similares ocurridas a Joan Manuel Serrat y Pablo Milanés y dice así:

"Ya comprende un servidor
que el gatillazo de ayer
no encoña al mejor postor
Sin edad de merecer
puedo seguir siendo yo
cuando me da por crecer.
¿Por qué en Gijón, madre mía,
Donde yo menos quería
pasó lo que me pasó?
Mi garganta pajillera
con costo en la faltriquera
dijo que sí, pero no.
Lo malo es que el Jovellanos
se me escapó de las manos/por do más pecado había...
El Titanic y el grumete
salsa rosa caga y vete
menstruo de cuaderna vía.
A mi Nano, en Nueva York
se le atravesó el terrat
y Manhattan lo adoptó
y a Pablo, cuerpo presente,
cuando fue a Chile, a pisar
nuestras calles nuevamente
Las pisó, claro que sí,
cayendo chuzos de punta/pero estuvimos allí.
Los del barçá, los valdanos,
las zidanes cejijuntas,
los talibanes cubanos.
Y, sin embargo, esa voz
enmudeció de repente
para darnos otra coz,
cambiarle la jeta a Acebes
es lo mejor de la noche
de este concierto tan breve.
Mañana será otro día
volveré a ser el fantoche
de calle melancolía.

Anoche, el cantautor advirtió a los asistentes nada más salir al escenario de las malas condiciones en que se encontraban sus cuerdas vocales. Hizo de tripas corazón, se lamentó de que más que cantar estuviera "graznando" e interpretó cinco temas. Pero cuando cantaba Pájaros de Portugal, el primer sencillo de su último trabajo, optó por interrumpir la actuación y admitió que la causa de su estado estaba en que, por primera vez desde que arrancó la gira Ultramarina, el 17 de noviembre en Valladolid, la noche anterior había sido "malo". Sabina les dijo que era la primera vez en su vida que suspendía un concierto una vez iniciado.

Tuvo suerte Sabina que de que el público fuera del todo incondicional, ya que respondió con aplausos su salida del escenario, consciente de que una juerga era lo mejor que podía pasarle tras sufrir dos muy malos años. Momentos después, fueron informados por la megafonía del teatro de que el cantautor jiennense cumpliría sus compromisos y repetiría el recital suspendido mañana sábado día 10, además de las otras dos citas que ya tenía comprometidas en el mismo escenario: hoy y el próximo domingo. Sin embargo, el público de Gijón se quedará finalmente con las ganas de verle en concierto, ya que horas después de difundir el poema el teatro ha informado de que Sabina cancela todos los recitales a causa de "una laringitis aguda que le produce una disfonía".

El teatro devolverá a partir del lunes y durante una semana el importe de las localidades en las taquillas o bien enviando el dinero mediante correo certificado durante el mismo periodo. Gijón era, junto a Barcelona y Madrid, las únicas ciudades españolas en las que Sabina iba a ofrecer tres conciertos durante su gira presentación de su última obra, Alivio de luto. La puesta a la venta de las localidades el 24 de noviembre, inicialmente para dos conciertos, provocó largas colas y protestas callejeras al agotarse en pocas horas debido a la venta simultánea en taquilla y a través de una entidad de ahorro asturiana. De hecho, el tercer concierto fue fruto de estas protestas. Los precios de las entradas, a 20 euros en general y 30 en butacas y entresuelo, llegaron a 150 euros en la reventa.

Joaquín Sabina, con su característico bombín, anuncia al público del Teatro Jovellanos que suspende el concierto.
Joaquín Sabina, con su característico bombín, anuncia al público del Teatro Jovellanos que suspende el concierto.EFE
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