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Reportaje:El mundo del fútbol premia al mejor jugador del mundo

Ronaldinho, oro puro

El barcelonista recibe el galardón de 'France Football' al superar en la votación a los británicos Lampard y Gerrard

Àngels Piñol

Ronaldinho vio cumplido el sueño que tenía desde niño, el sueño que no ha parado de perseguir y que le vaticinó su padre, fallecido trágicamente cuando él tenía siete años: que sería proclamado el mejor jugador del mundo. El delantero del Barça coronó anoche su fantástico año precisamente en París, la primera ciudad europea que empezó a disfrutar de él y a la que regresó exultante dos años después para recibir el Balón de Oro en la Gala de la 50ª edición del trofeo organizada por la revista France Football. Profundamente emocionado, sin apenas contener las lágrimas, Ronaldinho vio cómo todo el auditorio del Space Pierre Carden, en el que estaban reunidas varias leyendas del fútbol, desde Bobby Charlton a Beckenbauer pasando por Cruyff y Zidane, se ponía en pie para rendirse durante un largo minuto a la magia del brasileño. Con la voz entrecortada y un nudo en la garganta, Ronaldinho acertó a decir: "Es un honor que ex jugadores como éstos, a los que admiro, me hayan aplaudido. Sólo quiero tener salud para seguir haciendo feliz a la gente que ama el fútbol".

Puestos en pie, Cruyff, Di Stéfano, Platini y Zidane, entre otros, le aplaudieron durante un minuto
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Vestido con un traje negro y una corbata a rayas blancas y granates, el pelo recogido en una coleta y su inseparable pendiente en forma de R, Ronaldinho vio entonces por la pantalla gigante la sucesión de imágenes mil vistas en la Liga. Sus rabonas, sus regates, sus goles, sus asistencias. Todo el repertorio que inventa a diario y que parece inagotable. Su madre, Miguelina, le regaló una sorpresa: le deseó primero suerte en unas imágenes registradas y después culminó el momento más emotivo de la ceremonia cuando subió al escenario y, tras secarle las lágrimas, se fundió en un abrazo con su hijo. La organización reservó a Johan Cruyff el momento final de la fiesta. En inglés, afirmó: "Estoy muy feliz por él y por todo lo que representa".

El reconocimiento del Space Garden vino a reflejar la abrumadora victoria de Ronaldinho en la carrera por el Balón de Oro. Hace un año fue tercero, tras Shevchenko y Deco. Pero esta vez no hubo discusión. Debieron pesar muchas cosas: sus golazos inolvidables ante el Milan o el Chelsea y su última extraordinaria campaña que va camino de quedarse pequeña comparada con la actual. Campeón de Liga con el Barça y de la Copa Confederación con Brasil, 52 periodistas de todo el mundo otorgaron a Ronaldinho 225 puntos frente a los 148 de Lampard (Chelsea) y los 142 de Gerrard (Liverpool). Eto'o, con 18 puntos, en décimo lugar, fue el segundo jugador de la Liga española mejor clasificado.

"Esto es un placer. Este premio no es solo mío: es de todos mis compañeros tanto del Barça como de mi selección y quiero darles las gracias. Dedico el triunfo a la afición del Barça y a la brasileña", dijo Ronaldinho. Radiante, había llegado a primera hora de la mañana a París, azotada por el frío y colapsada por las manifestaciones, acompañado de su madre Miguelina, su hermana Daysi y otros familiares. Joan Laporta, presidente del Barça, viajó junto a Txiki Begiristain, director deportivo del club.

Tan hábil sobre el césped como fuera de él, Ronaldinho, intercambiando el castellano, el francés y el brasileño, se mostró amable y diplomático ante la lluvia de preguntas que contestó después de fotografiarse con el trofeo. "Lampard y Gerrard son dos grandísimos jugadores que podían haber ganado. Tienen mucha calidad y me encanta verles jugar". Dio con la respuesta precisa para un periodista que le preguntó si habría obtenido el galardón de haber seguido en el Paris Saint Germain, su primer club en Europa, "es difícil contestar: el PSG es muy buen club, aprendí mucho y fui feliz aquí", y a otro que le inquirió sobre el Barça: "Yo le debo al club más que él a mí. Por eso quiero ayudar a conquistar títulos: la Champions sería histórica".

Cuando la gala estaba a punto de empezar, quedaba la duda de quién le iba a entregar el trofeo, que colocará sobre el mueble de su comedor de Castelldefels donde ya tiene el premio al mejor jugador de la FIFA. "¿Quién me gustaría que fuera? Pues mi madre y mi hijo Joao". Al final, fue Gerard Renault, director de France Football y Ronaldinho no imaginaba lo que vendría después: leyendas del fútbol como Di Stefano, Charlton, Cruyff, Kopa, Beckenbauer. Rummenigge, Eusebio, Platini o Zidane, iban a ponerse en pie y aplaudirle durante un largo minuto.

Así quedó la votación: 1. Ronaldinho, 225 puntos. 2. Lampard, 148. 3. Gerrard, 142. 4. Henry, 41. 5. Shevchenko, 33. 6. Maldini, 23. 7. Adriano, 22. 8. Ibrahimovic, 21. 9. Kaká, 19. 10. Eto'o y Terry, 18. 12. Juninho, 15. 13. Makelele, 8. 14. Ballack, Cech, Drogba y Riquelme, 7. 18. Zidane, 5. 19. Buffon, 4. 20. Carragher y Cristiano Ronaldo, 3. 22. Essien, 2. 23. Luis García y Nedved, 1.

Ronaldinho, con el Balón de Oro otorgado ayer en París.
Ronaldinho, con el Balón de Oro otorgado ayer en París.REUTERS

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