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Entrevista:OLEGUER | Defensa del Barça | FÚTBOL | 18ª jornada de Liga

"No puedo cambiar mi imagen"

En el cambio de año, a Oleguer Presas (Sabadell, 1980) no le da tiempo a pasar balance. Tras jugar en Zamora, al Barça y a su número 23 les aguarda el Espanyol. No pide tregua este licenciado en Económicas, que ha comenzado Humanidades, y que el pasado año ganó su primera Liga siendo uno de los cinco jugadores más utilizados por Frank Rijkaard. Además, Luis Aragones le convocó para una reunión de los preseleccionados para el Mundial, lo que despertó singular atención mediática.

Pregunta. ¿Cómo ve el derby?

Respuesta. Siempre implica rivalidad y tensión. Venimos de jugar en un un campo blando contra el Zamora que nos exigió mucho físicamente, pero tenemos que salir con mucha garra porque el Espanyol exige desgaste. LLevamos dos años empezando mla tras las vacaciones y no queremos repetirlo.

"Luis valoró mi trabajo y se creó una polémica en la que me sentí incómodo, observado y utilizado"
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P. Puestos a valorar el 2005, ¿Qué nota le pondría?

R. Ha sido un año muy bueno, pero no suelo pasar balances en estas fechas. Es diferente si cambias de casa, novia, equipo o carrera. Ahí si que se da un cambio verdadero. Pero ¿de año? Sigo jugando en el Barça, he tenido cinco días de fiesta, no creo que deba pasar balance. La competición sigue y esto es un no parar. Porque sea Navidad, mi cumpleaños o fin de año no cambia mi vida.

P. Pero ganó la Liga. Sólo por eso debería hacer especial el año.

R. Si, ganar la Liga y vivirlo desde dentro es díficil de olvidar. Yo era de los que salía a la calle con la bunfanda a celebrar los títulos del Dream Team y Van Gaal.

P. Debe ser extraño celebrarlo ahora subido al autocar...

R. Participas más de la fiesta. Pero la Liga la ganamos todos, sin el apoyo de la grada no la ganas.

P. ¿No es esa una frase hecha?

R. Pues no: y menos el año pasado. El público nos empujó.

P. ¿Cómo valora ser el azulgrana que más jugó solo por detrás de Iniesta y Eto'o?

R. Primero: Cada cual aportó algo. Incluso los lesionados, en su desgracia, unieron al vestuario. Los que jugamos más y los que ni juegan, como masajistas, utilleros, delegado... ellos también fueron campeones. Y segundo: Jugar más o menos compete a tu entrenador.

P. En su caso, su valoración deportiva siempre había estado eclipsada por su peculiar manera de entender la vida. ¿Cree que ya ha logrado variar esa tendencia?

R. No creo que deba cambiar nada. Estoy tranquilo por lo que pienso y hago. Se que tengo que aprender muchas cosas y trato de hacerlo para ser mejor cada día. No soy dueño de la imagen que otros se han formado sobre mi: no he hecho nada por crearla y no moveré un dedo por cambiarla. Estoy en el Barça para desarrollar una profesión y he querido que se me valore por eso. Aunque si alguien me valora por cuestiones personales también me honra. Quien me vea jugar y no le guste, pues ¡qué le voy a hacer!, mientras le guste a Rijkaard, me basta. Pero ahora noto mayor reconocimiento en la gente y me halaga, claro.

P. ¿Hay mejor halago que oir al Camp Nou corear su nombre?

R. Eso es fantástico. Es difícil de explicar. Hay que vivirlo.

P. El club debe quererle cuando quiere mejorarle el contrato.

R. Encantado. Mi deseo es estar aquí el mayor tiempo posible.

P. Han pasado casi dos meses desde que se vio envuelto en una extraña polémica: Luis le incluyó en una preselección para el Mundial y se armó la marimorena a su costa. ¿Cómo recuerda esos días?

R. Al final, todo fue muy normal: me citaron y fui. Yo no abrí la boca. La polémica no la generé yo.

P. ¿Por qué no habló?

R. No tuve tiempo, no me dieron tiempo. La lista se conoció una mañana, después del entrenamiento, cuando yo ya no estaba en el campo. Al día siguiente era fiesta. Cuando pude salir a atender a los medios, ya había hablado todo el mundo. Entonces, decidí callar: Ya habían hablado por mí.

P. Hubo encuestas sobre si debería acudir o no a la selección.

R. ¡Se hicieron tantas interpretaciones sobre algo que sólo me afectaba a mí! Por eso vi que ya no tenía sentido hablar ¿para qué, si lo había hecho todo el mundo? La polémica ya estaba generada, y no por culpa mía. Pensé que en era echarle más leña al fuego. Además, no me tenía que justificar de nada. Así que preferí dedicarme a lo mío. Pensé: 'Ya se apañarán'.

P. ¿Cómo vivió aquellos días?

R. ¿Usted qué cree?

P. Imagino que no fue cómodo.

R. Muy incómodo. Es comprensible entenderlo. Viví aquello bajo tensión, porque fue muy desagradable. Se generó un problema de algo que interpreto como el reconocimiento a un trabajo.

P. Y fue a la cita con Aragonés.

R. Fui porque como futbolista me gusta que se reconozca mi trabajo. Punto. Lo que se origino no me resultó agradable. No es cómodo que hable cualquiera por tu boca interpretando que piensas y que harás. Me sentí muy observado. Y me supo mal que sucediera. Viví un tratamiento mediático por una polémica que yo nunca cree. Me sentí utilizado. No me gusta que se especule sobre mi. Pero está superado. Así que a seguir.

P. ¿Cuál fue el comentario más ridículo que escuchó?

R. Desconecté tan pronto vi la que se armaba. Preferí aislarme todo lo que pude. Me hubiera vuelto loco si escucho y leo todo lo que se dijo. Por lo poco que me llegó seguro que me hubiera hecho demasiada mala sangre. Y me supo mal ser mediático por algo como eso.

P. Interpreto que si estuvo en la lista, es que quiere ir al Mundial.

R. ¡Otro que interpreta! No hay nada que interpretar. Si el seleccionador valora mi trabajo, muy agradecido. A todos nos gusta que se nos reconozca profesionalmente.

Oleguer riéndose antes de comenzar un entrenamiento con el Barcelona.
Oleguer riéndose antes de comenzar un entrenamiento con el Barcelona.ENRIC FONTCUBERTA

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