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La caída de la productividad en EE UU eleva el riesgo inflacionista

La combinación con el alza de los costes laborales podría provocar una subida de tipos

El dato de productividad del segundo trimestre publicado ayer en EE UU despertó los temores por la evolución de la inflación en Wall Street, justo cuando la mayor potencia del mundo debe hacer frente a las consecuencias del devastador tifón Katrina.

El incremento de la productividad de los trabajadores estadounidenses cayó al 1,8% en primavera y, mientras, los costes laborales siguieron creciendo, al 2,5%. Una combinación que podría obligar a la Reserva Federal (Fed) a subir de nuevo los tipos de interés. Es la tasa más baja de productividad desde verano de 2004. Durante el primer trimestre, el incremento fue del 3,2%. Del lado de los costes, es tres décimas superior al registrado entre los meses de enero y marzo de 2005, y duplica las estimaciones realizadas hace un mes, lo que representa el mayor incremento desde el tercer trimestre de 2000.

Éste es uno de los indicadores que más de cerca sigue el banco central estadounidense para definir su política de tipos de interés a corto plazo, que en este momento están fijados en el 3,5%. Los principales bancos de inversión están empezando a revisar sus previsiones para el segundo semestre de 2005 y comienzos de 2006. El Comité de Presupuesto del Congreso prevé una ralentización del crecimiento de EE UU de hasta el 1% por el huracán y la pérdida de 400.000 empleos. El Departamento del Tesoro es más optimista y estima que la caída será de medio punto en los próximos dos trimestres. La atención está puesta además en la opinión de la Reserva Federal con vistas a su próxima reunión del 20 de septiembre. El banco central estadounidense suele evitar pasar por alto en su análisis el impacto de este tipo de catástrofes naturales, porque sus consecuencias son temporales. Pero en el caso del Katrina se da una situación compleja. Por un lado, se corre el riesgo de que potencie la inflación por su impacto en la red energética y en los flujos comerciales. Pero por otro, puede provocar un efecto mayor de lo esperado en el crecimiento. La presión para que la Fed frene temporalmente la subida de tipos aumenta conforme se conoce la amplitud de la devastación, para que "no destroce la economía". Por eso, es posible que el banco central pueda subir otro cuarto de punto los tipos en dos semanas y deje la pausa para el primero de noviembre.

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