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Zapatero inaugura la línea de AVE que une Madrid y Toledo, la tercera de España

Con 20 kilómetros de longitud, el ramal de alta velocidad inaugurado hoy es el más corto de Europa

La tercera línea ferroviaria de alta velocidad de España, que une Madrid con Toledo, ha sido inaugurada hoy con la asistencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y varios representantes locales y regionales. Esta línea es el tercer corredor exclusivo para trenes de velocidad que se construye en España, después de la conexión Madrid-Lleida, inaugurada en 2003, y la que une Madrid con Sevilla desde 1992. Es además el ramal de este tipo más corto de Europa. Zapatero ha afirmado durante el acto que la cohesión territorial avanza mucho más con proyectos de este tipo para remediar el retraso acumulado que "con proclamas ideológicas o reclamos esencialistas".

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Nuevo el ramal de alta velocidad a Toledo

Pese a que los trenes de alta velocidad recorrerán poco más de 70 kilómetros entre la estación madrileña de Puerta de Atocha y la de Toledo, sólo 20 de ellos son de nueva construcción, ya que para el resto del trayecto utilizan las vías del acceso a Andalucía. Los horarios que la operadora pública ha establecido para la línea contienen 10 frecuencias diarias (por cada sentido), con un tiempo de recorrido de 35 minutos, o lo que es lo mismo, una velocidad comercial de 120 Km/h, que se reducirán a poco más de 20 en el futuro, cuando terminen las obras de un by-pass que se va a construir para conectar directamente entre sí las líneas de alta velocidad de Barcelona y Sevilla.

El nuevo ramal parte del término de Alameda de la Sagra, ya en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Allí la vía doble se convierte en cuádruple, y los trenes con dirección a Toledo y al Sur circulan por carriles independientes pero paralelos durante cuatro kilómetros. Después la vía de Toledo cruza la de Sevilla mediante un paso elevado (que en el argot ferroviario se conoce como salto de carnero superior), y se dirige después a Villaseca de la Sagra y Mocejón.

El Tajo, único obstáculo

El coste de construcción de esta infraestructura asciende a 33'8 millones de euros para el tramo Alameda de la Sagra-Mocejón, que fue adjudicado a la unión temporal de empresas integrada por Dragados Obras y Proyectos y Tecsa, y otros 39 millones para el tramo entre Mocejón y Toledo, que ha sido construido por Necso Entrecanales y Cubiertas. El trazado no cuenta con ningún túnel, y sólo tiene un viaducto, sobre el río Tajo, con 1.602 metros de longitud.

Para asegurar la fluidez del tráfico y la seguridad en la circulación de los trenes, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (antes GIF) ha obligado a la instalación de varios sistemas de señalización que se superponen unos sobre otros.

Así, las unidades de alta velocidad pueden circular al amparo del sistema Ertms en su nivel más básico (que usa tecnología Gsm-R y cuya activación está aún pendiente en la línea a Lleida), además del ya veterano LZB (originario de Alemania, y usado en la línea Madrid-Sevilla) y del Asfa, el usado por Renfe en la mayor parte de su red convencional. El control del tráfico se realizará desde la estación de Puerta de Atocha, como ocurre en la actualidad con todos los trenes que se dirigen desde ella hacia el sur de España.

Los primeros trenes regionales de alta velocidad

Para conectar la capital con la ciudad manchega, Renfe va a utilizar las unidades más modernas de su parque, la serie 104, construidas por la francesa Alstom junto con la española CAF, y que por sus características son ideales para conectar a alta velocidad ciudades con distancias medias.

Estos trenes, en servicio desde mediados de 2005, son capaces de alcanzar los 270 Km/h sobre vías de ancho internacional, y tienen capacidad para 238 personas. Renfe las venía utilizando ya para sustituir a la serie 100 (los AVE que entraron en servicio en 1992) en los trayectos de lanzaderas, como Madrid-Ciudad Real o Córdoba-Sevilla, lo que le ha permitido aumentar el número de plazas entre Madrid y la capital andaluza.

Uno de los trenes de la serie 104, en los que han viajado las autoridades encargadas de la inauguración, estacionado esta mañana en un andén de la terminal madrileña de Puerta de Atocha.
Uno de los trenes de la serie 104, en los que han viajado las autoridades encargadas de la inauguración, estacionado esta mañana en un andén de la terminal madrileña de Puerta de Atocha.EFE

El problema de Puerta de Atocha

Con la inauguración de hoy, el número de circulaciones que salen y llegan a Puerta de Atocha supera ya las 220. Demasiados trenes para una estación que, en palabras de expertos del sector consultados por este periódico, "nació pequeña" en 1992. En aquel momento, la terminal parecía suficiente para acoger las conexiones con Sevilla, Cádiz, Málaga y Extremadura.

Durante los 13 años siguientes, sin embargo, se fueron sumando a ellas las circulaciones hacia Valencia, después hacia Zaragoza, Lleida y Huesca, y más tarde las dirigidas a La Rioja y Navarra. El problema se agravará, además, cuando entren en servicio los nuevos trenes de ancho variable con destino Barcelona -probablemente antes de que acabe el año-.

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