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LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

El PSOE carece de apoyos en el Congreso para enmendar el Estatuto de Cataluña

El PP rechaza respaldar enmiendas parciales socialistas sin un acuerdo conjunto sobre el texto

El Grupo Parlamentario Socialista carece de apoyos suficientes para enmendar, como pretende, el texto de reforma del Estatuto de Cataluña en el Congreso. Los socios en el Gobierno catalán de los socialistas (ERC e ICV) son los mismos que tiene el PSOE en las Cortes para sacar sus propuestas adelante. Pero ya han avanzado su apoyo sin enmiendas al texto aprobado en el Parlamento catalán, de modo que el PSOE necesitaría al PP. Y los populares avisaron ayer de que no apoyarán enmiendas parciales socialistas si no hay un acuerdo global entre ambos partidos para cambiar radicalmente el texto catalán.

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Entre los dirigentes socialistas cunde la preocupación ante el callejón sin salida en el que se encuentran después de que el Parlamento catalán haya aprobado un texto "de dudosa constitucionalidad en alguno de sus aspectos principales". La única alternativa que barajan pasa por un acuerdo previo con los socios del Gobierno catalán sobre los profundos recortes en el texto que habrá que acometer en su trámite en el Congreso.

El vicesecretario general del PSC, Miquel Iceta, pidió ayer a los demás partidos catalanes que apoyan el nuevo Estatuto que acepten negociar las enmiendas socialistas en el Congreso "porque si el PSOE no puede colocar sus enmiendas, difícilmente podría votar al Estatuto", informa Enric Company. El PSC cree que las enmiendas que su partido mantuvo hasta el final y fueron rechazadas o retiradas en el Parlamento catalán "son un magnífico terreno de acuerdo" entre el PSOE y los otros partidos, pues pretenden eliminar las dudas sobre la constitucionalidad del proyecto que subsisten, según el PSC, en algunos puntos.

Una mayoría de 176

Si no media este acuerdo con los dirigentes catalanes, las enmiendas que presente el PSOE se verán abocadas al fracaso pues los socialistas necesitarían el respaldo del PP. El PSOE precisa 176 votos para aprobar sus enmiendas y tiene sólo 164 asegurados (y eso en el caso de que todos los diputados socialistas catalanes voten los recortes a la reforma estatutaria que promueva su dirección).

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El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, descartó ayer la posibilidad de que su grupo pueda "apoyar una enmienda al punto 3 del artículo 7", dijo, a modo de ejemplo, si no media un acuerdo conjunto para cambiar radicalmente el texto, que los populares consideran una reforma clandestina de la Constitución. El PSOE considera inaceptable el requerimiento de un acuerdo global.

En todo caso, hasta ayer y según fuentes de la dirección del PP, nadie de la cúpula socialista o del Gobierno se había puesto en contacto con ningún miembro de la ejecutiva popular para indagar las posibilidades de un acuerdo sobre el Estatuto catalán. "Éste es un texto que no se arregla con enmiendas parciales, salvo que se cambie entero", argumentaron estas fuentes para descartar la posibilidad de un acuerdo.

El discurso oficial del PP es que este Estatuto modifica la Constitución y, por tanto, debe tramitarse como una reforma constitucional. Eso implicaría devolver el texto al Parlamento catalán, como se hizo con el plan Ibarretxe. Pero en el PP mantienen que el acuerdo que Mariano Rajoy pretendió cerrar con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el 14 de enero en La Moncloa no tenía ni tiene fecha de caducidad. Es decir, el PP está abierto a negociar el Estatuto catalán y todos los demás si lo que se busca es pactar una reforma que cumpla dos requisitos: ser plenamente constitucional y gozar de doble consenso, es decir, de un apoyo de al menos dos tercios de los parlamentarios tanto en las Asambleas autonómicas como después en el Parlamento.

El proyecto catalán, según el criterio del PP, no cumple el primer requisito: la constitucionalidad. Y es imposible que cumpla el segundo, pues nunca un texto que pudiera ser aquí pactado con los populares tendría las características del actual en su diseño de un modelo de sociedad que el PP tilda de "intervencionista". Zaplana, además, se negó a dar credibilidad a recientes afirmaciones del presidente del Gobierno central y del presidente del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero y Manuel Chaves, dando por sentado que se van a eliminar las inconstitucionalidades del texto. "Dijeron que iban a reformar las cuestiones inconstitucionales en Cataluña y no lo han hecho, ¿por qué vamos a creer que vayan a querer hacerlo en el Congreso?".

Texto íntegro del Estatuto catalán en ELPAIS.es

El portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba (izquierda) conversa con el ministro Jordi Sevilla ayer en el Congreso.
El portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba (izquierda) conversa con el ministro Jordi Sevilla ayer en el Congreso.

El reto de Acebes a Ibarra y Bono

Ángel Acebes, secretario general del PP, retó ayer a José Bono, ministro de Defensa, y a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente extremeño, a que se planten en el Consejo de Ministros y en el Comité Federal del PSOE respectivamente. Les reclamó a que digan en los órganos internos del partido y del Gobierno lo que defienden en sus declaraciones públicas. Lo contrario, según él, es "un doble discurso propagandístico" que opta por la crítica ante los medios de comunicación y el "silencio cómplice" en los órganos donde se adoptan las decisiones.

El PP extremeño y el andaluz siguieron esta línea y reclamaron a Rodríguez Ibarra y a Manuel Chaves, presidente andaluz y del PSOE, que "ordenen a los diputados y senadores socialistas extremeños y andaluces que voten en contra de la admisión a trámite de un texto que rompe la Constitución".

Esta visión sobre la inconstitucionalidad del proyecto no es en absoluto compartida por CiU. Con cierta sorna, su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Durán, aseguró ayer que no le cabe en la cabeza que el PSC haya podido votar un texto inconstitucional. Como eso es imposible, añadió Durán, el proyecto tiene que ser constitucional y al PSOE sólo le queda respaldarlo en el Congreso. El portavoz de ERC, Joan Tardà, exigió al PSOE que no enmiende el texto.

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