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LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

Zapatero propone cambios sustanciales en el nuevo Estatuto durante la negociación

El presidente declara que Cataluña tiene "identidad nacional", pero evita calificarla de nación

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso ayer cambios sustanciales al proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña, cuya admisión a trámite apoyó porque "España no se debilita cuando reconoce el autogobierno y la identidad de sus pueblos", sino que "gana en dinamismo". Zapatero hizo un esfuerzo por desdramatizar el debate y elogió la España plural, que vinculó con la ampliación de las libertades, ya que "la unidad y fortaleza de ese proyecto común que es España no podía seguir sosteniéndose en la negación de todo aquello que nos hacía distintos".

"El Gobierno no teme el debate ni las reformas. Lo que sería contrario al interés nacional es dar un portazo a Cataluña"
"La reforma del Estatuto robustecerá nuestra convivencia porque se ajustará a los tres principios de libertad, igualdad y solidaridad"
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El presidente puso en valor el debate de admisión a trámite y la negociación en las Cortes del proyecto de reforma del Estatuto, frente a la actitud de rechazo del PP. "El Gobierno no teme al debate ni a las reformas. Lo que sería contrario al interés nacional de Cataluña y a la cohesión de España es responder con un portazo a la demanda que democráticamente nos trae Cataluña", argumentó Zapatero.

Tras resaltar que la iniciativa cumple los trámites constitucionales, justificó la necesidad de la reforma del Estatuto de Sau, 26 años después, para responder a "los nuevos desafíos": la globalización económica, la construcción europea, la inmigración, etc. Expresó su confianza en que la negociación se salde con éxito en las Cortes por "la acreditada solidez de los partidos de este país y desde la solidez institucional". "El Gobierno confía plenamente en el Estado autonómico", dijo, tras recordar que en el último cuarto de siglo se han eliminado el 34% de las diferencias en renta per cápita entre las comunidades.

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Zapatero aseguró que la reforma "robustecerá nuestra convivencia", porque "España estará más unida, mejor unida, porque habremos dicho sí a un mayor autogobierno de Cataluña dentro de una España libre y solidaria". Adelantó que el Estatuto se ajustará, a su paso por las Cortes, "a los principios de libertad, igualdad y solidaridad", e invitó al principal partido de la oposición a sumarse a la negociación para hacerlo posible.

Precisó que el texto garantizará que "cada ciudadano pueda vivir su identidad o identidades sin imposiciones"; que "todos los españoles, nazcan donde nazcan, tendrán los mismos derechos", y "que todas las comunidades contribuirán al proyecto común, preservando la cohesión social". Sobre esas bases, enumeró los cambios que propondrá en el proyecto:

- "Identidad nacional" de Cataluña. El jefe del Gobierno atribuyó a Cataluña "identidad nacional", aunque evitó calificarla de "nación", como hace el proyecto de Estatuto, y consideró "perfectamente compatible" esta fórmula con el artículo dos de la Constitución, que se refiere a "la Nación española" como patria común e indivisible de todos los españoles". Leyó el apartado dos del primer artículo del Estatuto, que dice que Cataluña ejerce su autogobierno "constituida como comunidad autónoma de acuerdo con la Constitución y el Estatuto", y lo calificó de impecable.

- Distribución competencial. Aseguró que las competencias que la Constitución reserva en exclusiva al Estado son indisponibles por el legislador estatutario. Reafirmó el papel del Estado como gestor de la solidaridad interterritorial y garante de la unidad de mercado, la gestión de las grandes infraestructuras, el transporte de personas y mercancías o la Seguridad Social. Admitió que el Estado puede delegar competencias exclusivas por el artículo 150.2 de la Constitución, pero advirtió de que los estatutos no pueden forzar a hacerlo.

- Poder Judicial. Afirmó que las reformas de los estatutos deben respetar las materias que la Constitución atribuye a las leyes del Estado. Entre ellas, citó la reserva de la Constitución en favor de la Ley Orgánica del Poder Judicial y el Estatuto del Ministerio Fiscal.

- Bilateralidad entre Gobierno y Generalitat. Precisó que la negociación bilateral debe limitarse a la singularidad de Cataluña, como la lengua y su organización territorial, pero que la relación será multilateral en lo que afecte a formar la voluntad del Estado.

- Modelo de financiación. El Estatuto debe conciliarse con el artículo 157.3 de la Constitución, por lo que debe existir un tronco común en el sistema fiscal en toda España. El Estado tendrá impuestos propios y exclusivos, en lo que afecte a la unidad de mercado, en referencia al Impuesto de Sociedades. Las autonomías tendrán más capacidad de decisión sobre los impuestos pagados por sus ciudadanos, en alusión al IRPF.

En el turno de réplica, Zapatero respondió a Rajoy exigiéndole "respeto democrático". En un tono mesurado, pero con un fondo duro, le acusó de intentar enfrentar al Parlamento de Cataluña con las Cortes, de querer asustar, porque "es falso que la reforma del Estatuto es la de la Constitución". Le recordó el rechazo de AP, el partido predecesor del PP, al título de la Constitución dedicado a las autonomías, y le pidió que se atreva a "decirle a Aznar que cese en sus declaraciones alarmistas".

José Luis Rodríguez Zapatero, sentado, charla con Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional.
José Luis Rodríguez Zapatero, sentado, charla con Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional.ULY MARTÍN

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