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ETA hace estallar un artefacto en una empresa de transportes de Guipúzcoa

No se han producido daños personales aunque sí materiales.- La bomba estaba compuesta por dos kilos de explosivo

El artefacto que explotó la pasada noche en la empresa de transportes Azkar, ubicada en el municipio guipuzcoano de Lazkao, sin que se produjeran daños personales, aunque sí materiales, estaba compuesto por dos kilos de material explosivo y un temporizador, por lo que el departamento vasco de Interior atribuye la autoría del atentado a la organización terrorista ETA.

Un portavoz de la consejería de Interior ha informado de que los primeros análisis de la bomba apuntan a que el artefacto tenía dos kilos de explosivo, por lo que era más grande y potente que los últimos utilizados por ETA. La última bomba colocada por ETA contra una empresa, el pasado 19 de noviembre en Vitoria, contenía medio kilo de material explosivo, al igual que las que explotaron el 2 de noviembre en el juzgado de paz de Zarauz y en la oficina del INEM de esta localidad guipuzcoana.

Además, la bomba de Lazkao, que ha causado escasos daños materiales, disponía también de un temporizador para que la bomba estallara a la hora en la que lo ha hecho, las 00.30 horas. La Ertzaintza aún no ha detallado la composición exacta del material explosivo, aunque ha indicado que es una bomba "similar" a las últimas colocadas por ETA contra empresas, que contenían una mezcla de amosal y cloratita.

El atentado se produjo a las 00.30 horas de la pasada noche en las instalaciones que la empresa de transportes tiene en la calle Iribarren de la localidad guipuzcoana. La bomba fue colocada en un punto situado entre la puerta de entrada de camiones al almacén y las oficinas de la compañía. A consecuencia de la explosión se produjo la rotura de un muro y diversos daños en los cristales de las oficinas, así como en algunas viviendas situadas en las cercanías. Vecinos de la zona que escucharon la explosión y vieron cómo salía humo de la empresa dieron la voz de alarma a la Ertzaintza, cuyos efectivos se trasladaron a la sede de Transportes Azkar.

Fuentes policiales consideran que el ataque se encuadra dentro de la campaña de ETA contra empresas que se resisten a ser extorsionadas. Transportes Azkar sufrió otro atentado el 6 de julio de 2003 en la localidad vizcaína de Bedia, donde miembros del comando Ezkaurre colocaron un artefacto que ocasionó importantes daños materiales a tres camiones de esta compañía. En aquella ocasión un comunicante anónimo avisó en nombre de ETA de la colocación de la bomba con media hora de antelación. En el atentado de la pasada noche, por el contrario, no se ha registrado ningún aviso previo.

Con la bomba de Lazkao son ya 17 los atentados perpetrados por ETA en lo que va de año con el objetivo de extorsionar a empresas. Tres de ellos han tenido como destinatarios a compañías del sector del transporte.

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