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Tres de cada cuatro vascos confían en el final del terrorismo, según el Euskobarómetro

La mayoría de los encuestados se decanta por un Ejecutivo de coalición entre nacionalistas y socialistas

La ausencia de atentados de ETA con víctimas mortales ha hecho que la violencia terrorista haya pasado del segundo al cuarto lugar entre las preocupaciones de los vascos. Tres de cada cuatro encuestados se declaran optimistas sobre la consecución de la paz, según el Euskobarómetro correspondiente al segundo semestre de 2005.

El director de este estudio sociológico del Gobierno de Vitoria, el profesor de la Universidad del País Vasco, Francisco Llera, ha destacado en una rueda de prensa en Bilbao que el optimismo sobre el final de la violencia ha aumentado doce puntos en el último semestre y ya llega al 75% de los vascos. Si el periodo se amplía a los dos últimos años el incremento es de 49 puntos y, además, es una de las pocas cuestiones en las que coinciden los nacionalistas y los llamados constitucionalistas.

Este optimismo se corrobora con la menor preocupación por la violencia terrorista, que baja 12 puntos y sólo inquieta al 35% de los ciudadanos que viven en Euskadi. En cambio, el paro es una preocupación para el 62%, las desigualdades y el bienestar lo es para el 53% y las políticas de vivienda, sanidad y educación lo son para el 51%.

A favor de negociar con ETA

Sobre una eventual negociación entre el Gobierno y ETA, el 49% se muestra a favor si la organización terrorista deja las armas, y el 33% apoya esta negociación sin condiciones, y además esta postura crece en seis puntos, mientras que el 13% no está de acuerdo en ningún caso con esta posibilidad, sobre todo entre los no nacionalistas (uno de cada cinco). Además, una mayoría creciente está predispuesta a que, si ETA abandona las armas, haya contrapartidas políticas (63%), se celebre un referéndum (61%) y se concedan medidas de gracia y reinserción (59%).

En general, el Euskobarómetro muestra una sociedad vasca que tiende a la normalización y a la moderación política, especialmente entre el electorado nacionalista. Así, respecto a lo vinculado con la normalización se "alivia el sentimiento de miedo", mejora el "clima de libertad" e incluso la mayoría de los votantes de la izquierda abertzale rechaza el uso de la violencia, que ya es sólo apoyada en alguna medida por el 24% del electorado de EHAK, la representación de la izquierda abertzale en el Parlamento vasco.

Apuesta por un Gobierno con presencia socialista

En cuanto a la política, la fórmula de gobierno preferida por los vascos es la de un Ejecutivo transversal entre nacionalistas y socialistas, el electorado del PNV va decantándose por el PSE-EE frente al EHAK-PCTV, cuya hipotética ilegalización es rechazada mayoritariamente. En este sentido, el 71% de los votantes socialistas apoyan la formación de un gobierno con PNV-EA y la mayoría de estos electores prefiere que dé estabilidad al actual tripartito a que provoque el adelanto de las elecciones.

La forma de Estado preferida por los vascos es el federalismo, por encima del independentismo y también de la autonomía. La definición como nación, que tanta polémica ha generado en la reforma del Estatuto catalán, la aceptaría el 55% de los vascos. Entre los nacionalistas, lo aceptaría el 88%, mientras que en los no nacionalistas no disgusta el término al 31%. Sobre todo socialistas, puesto que si el rechazo entre los votantes del PP asciende al 83%, en el caso de los del PSE se queda en el 47%.

Casi dos de cada cinco vascos, el 38%, apuesta por el federalismo como opción de autogobierno, gracias al respaldo de los votantes de Ezker Batua (82%) y PSE (59%). Le sigue el independentismo, con un 33% de los vascos (apoyo casi unánime de los votantes de EHAK y casi mayoritario, 59%, entre los de PNV y EA). El 24% de los vascos apoya continuar con el actual modelo autonómico, sobre todo votantes del PP (80%).

Para el 77% ahora es un buen momento para plantearse la reforma de los estatutos de autonomía, e incluso el 58% cree aceptable decir que el actual Estatuto vasco está agotado y hay que superarlo. El 25% rechaza esta idea, sobre todo entre los votantes populares (80%), muy por encima de los socialistas (sólo el 27%). Eso sí, la encuesta tiene un toque de atención muy claro para los partidos vascos, ya que el 81% considera imprescindible que cualquier reforma cuenta al menos con el mismo consenso que suscitó el Estatuto de Gernika.

Por eso no sorprende que el 40% de los encuestados considere que el llamado plan Ibarretxe, que fue rechazado por una amplia mayoría del Congreso de los Diputados, aporta división e inestabilidad. Así, el 44% de los vascos cree que el lehendakari debería negociar su propuesta con el PSOE (crece el porcentaje de socialistas que apoya esta idea hasta el 74%), el 24% apuesta por que siga adelante con sus planes y el 20% preferiría que retirara el proyecto.

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