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Europa advierte a Irán de que sus planes nucleares amenazan con una crisis mundial

Francia defiende que el Consejo de Seguridad imponga sanciones a Teherán si no cede

Francia y Alemania hablaron ayer de amenazadora crisis internacional después de que Teherán insistiera en que la decisión de reanudar sus investigaciones nucleares es irreversible. Las actividades no se han reanudado aún, lo que crea de momento un cierto clima de incertidumbre sobre la evolución del caso. Para Estados Unidos, donde se calcula que Irán podría hacerse con el arma atómica en un plazo de 10 años, la insistencia iraní no puede sino desembocar en sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia, por su parte, mantiene que los planes iraníes son completamente legales.

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"Me parece que este asunto es muy grave, que puede ser el principio de una grave crisis internacional", afirmó ayer el ministro de Exteriores francés, Philippe Douste-Blazy, a la conclusión del Consejo de Ministros celebrado en París. El canciller alemán, Gerhard Schröder, secundó la idea desde Berlín: "Es una situación que considero amenazadora".

Francia y Alemania, junto con el Reino Unido, son los tres países que negocian con Irán en nombre de la UE el abandono de los planes nucleares de Teherán, con casi dos décadas de existencia y sólo recientemente revelados.

Londres no ha hecho declaraciones, aunque favorece la mano dura ante Irán. EE UU, el enemigo por antonomasia del régimen de los ayatolás, sigue a distancia estas conversaciones y deja que los europeos exploren al máximo la vía negociadora. Su deseo de siempre ha sido el de llevar el caso ante el Consejo de Seguridad. Lo ha vuelto a repetir el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, para quien si Irán reanuda sus actividades en la central de Isfahán "tendremos que ir al Consejo de Seguridad".

Ahí le apoya Francia, cuyo primer ministro, Dominique de Villepin, apeló ayer a Teherán a mantener sus compromisos de renuncia a la actividad nuclear. "En caso contrario, la comunidad internacional extraerá las consecuencias y será el Consejo de Seguridad el que intervenga si Irán no cede", dijo De Villepin.

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Los iraníes accedieron en mayo a regañadientes en Ginebra a prorrogar la suspensión temporal sus actividades de exploración nuclear, en particular de enriquecimiento de uranio, acordada en noviembre en París. La contrapartida a la renuncia iraní era la presentación este mes de un plan europeo de colaboración política, económica y tecnológica. Teherán mantiene que lo que pretenden ahora los europeos es convertir en definitiva la renuncia a la investigación nuclear. "Hemos sido informados de que la propuesta no sólo no atiende el derecho de Irán al desarrollo pacífico de la tecnología nuclear, sino que está lejos de corregir las injustificadas restricciones impuesta al desarrollo económico y tecnológico de Irán", señala la carta enviada el lunes por Teherán al Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) en la que comunicaba su deseo de reiniciar sus investigaciones.

Irán defiende "su inalienable derecho al desarrollo de la energía nuclear", como ha dicho el presidente saliente, Mohamed Jatamí. El portavoz del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y miembro de la delegación negociadora iraní, Alá Agha Mohammadi, insistió ayer en declaraciones a Reuters: "La decisión política ya ha sido tomada. La reanudación es irreversible". El objetivo oficial es meramente pacífico, generar energía eléctrica. De momento, la intervención en Isfahán es sólo para trabajos de conversión de uranio, no para el enriquecimiento necesario para crear combustible. La carta al OIEA subraya que Irán mantendrá "la suspensión voluntaria de todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento". Elevar el combustible enriquecido para uso en centrales nucleares a la categoría de material de uso militar requiere un procesamiento adicional.

Un responsable del programa nuclear iraní manifestó en televisión que los trabajos en Isfahán comenzarán hoy o mañana. La central está precintada por el OIEA y los iraníes no han dicho que hayan roto los sellos, lo que sí supondría un casus belli para la comunidad internacional.

Schröder dice que los iraníes no deben esperar que haya fracturas entre las po-siciones de los europeos, EE UU y Rusia. Pero Moscú, que cuenta con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, ya ha señalado que Irán no ha violado sus obligaciones de no proliferación de armamento nuclear y que tiene derecho a desarrollar energía atómica con fines pacíficos. La crisis se produce en el momento del relevo en la presidencia iraní, que hoy pasará del moderado Jatamí al más radical Mahmud Ahmadineyad. En medios diplomáticos de Bruselas se especula con que la efervescencia de estos días podría brindar a Ahmadineyad la posibilidad de hacer algún gesto de transigencia que le permita entrar con buen pie en la escena internacional. Europa se propone presentar su plan de colaboración con Irán una vez Ahmadineyad, que jurará el sábado ante el Parlamento, haya tomado posesión.

Mohamed Jatamí (derecha), ayer al abandonar el Parlamento iraní.
Mohamed Jatamí (derecha), ayer al abandonar el Parlamento iraní.EFE

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